En 2015 el astrobiólogo alemán Dirk Schulze-Makuch viajó junto con un equipo internacional de investigadores a uno de los sitios más inhóspitos de la Tierra: la zona más seca del desierto de Atacama, en Chile.
Su objetivo era saber si existía vida en el lugar más árido del planeta más allá de los polos.
Y, entonces, llovió.
Ese excepcional evento que ocurre una vez por década permitió a los investigadores registrar una explosión de actividad biológica y, que incrementó sus esperanzas de que haya vida en Marte.
Según el estudio que publicó el equipo de Schulze-Makuch este lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), en Atacama existe una comunidad de bacterias resistentes que pueden pasar décadas en estado latente, sin agua, para luego reactivarse y reproducirse con la lluvia.
«Otros investigadores habían logrado encontrar organismos moribundos cerca de la superficie y restos de ADN en el pasado», dijo Schulze-Makuch al periódico de la Universidad Estatal de Washington, donde es docente.
«Pero —continuó— esta es realmente la primera vez que alguien es capaz de identificar una forma de vida persistente en el suelo del desierto de Atacama«.
Schulze-Makuch incluso dio un paso más y afirmó: «Creemos que estas comunidades microbianas pueden permanecer latentes durante cientos o incluso miles de años en condiciones muy similares a las que pueden encontrarse en un planeta como Marte y luego volver a la vida al llover».
Luego de la visita de 2015, los investigadores regresaron a Atacama para tomar muestras en 2016 y 2017.
En esos viajes descubrieron que, ante la creciente ausencia de humedad, aquellas comunidades microbianas que se habían activado por la lluvia comenzaban a retraerse de forma gradual hacia el estado de latencia.
En otras palabras, estas comunidades «han evolucionado para adaptarse a las severas condiciones», dice el estudio de PNAS.
¿VIDA EN MARTE?
«Nuestros nuevos descubrimientos tienen importantes repercusiones en la búsqueda de vida en Marte», escribió este lunes Schulze-Makuch en la revista de divulgación científica Air & Space.
«Ese planeta solía ser mucho más húmedo de lo que es ahora, pero incluso hoy en día hay eventos ocasionales que podrían proporcionar humedad a microorganismos latentes», agregó.
Hace miles de millones de años, Marte tenía océanos y lagos donde es posible que existieran formas simples de vida.
Además, en los últimos años, distintas investigaciones han afirmado que en hoy en día en la superficie de Marte podrían existir minerales en estado hidratado, corrientes de agua salada y hasta tormentas de nieve nocturnas.
«Al igual que en las áreas más secas de Atacama, cualquier microbio en Marte podría reactivarse al entrar en contacto con suficiente humedad«, escribió el investigador alemán.
«En ese caso, el planeta puede no estar tan sin vida como alguna vez pensamos». (BBC Mundo)