Este jueves, el Consejo de Rectores (CRUCh) sostendrá su primera sesión del año. Se espera que en el encuentro se debatan los cambios a la Prueba de Selección Universitaria (PSU), pero que también se aborden las crecientes inquietudes de las instituciones en torno a su financiamiento y los efectos que en esto tiene la gratuidad.
Rectores y estudiantes han planteado la necesidad de revisar, con urgencia, el beneficio. Hoy cubre solo la duración formal de la carrera, y luego los planteles costean un semestre más; en adelante, el gasto lo asume el alumno. Una fórmula que, hasta ahora, el Gobierno descarta modificar.
«Las universidades adhirieron voluntariamente a la política de la gratuidad, conociendo las características y con absoluta capacidad de anticipar los efectos de haber tomado esa decisión», afirma el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, quien añade que es una realidad que las instituciones «tienen que saber administrar».
«EXIGENCIA PERMANENTE»
-¿Cree que ha faltado capacidad de adaptación de parte de los planteles?
«Creo que uno puede apreciar, en un conjunto de instituciones, una cultura que a mi juicio tiene que cambiar, que se traduce en una exigencia permanente por mayores recursos, sin tener en consideración otros elementos para poder hacer frente a los desafíos. (…) Muchas universidades están esperando que sea un tercero el que les dé una solución a determinadas realidades; en circunstancias de que lo que uno esperaría es que sean capaces de gestionar sus proyectos con mayores niveles de innovación y adecuarse a los cambios, poniendo siempre el foco en el máximo desarrollo de sus proyectos».
«Creo que nuestro sistema de educación superior requiere un cambio cultural, desde la óptica de algunas instituciones que se han acostumbrado a que frente a ciertas dificultades, la solución más simple es pedirle al Estado que complemente sus recursos».
Menciona, entre otras alternativas, que los planteles podrían explorar como vías de financiamiento el potenciar los vínculos con exalumnos y el desarrollo de patentes ligadas a la investigación que desarrolle el plantel.
FOCO EN LAS CAUSAS
Datos del Mineduc confirman que los alumnos no tienen el avance curricular esperado en sus carreras y que, en promedio, reprueban uno de cada cinco ramos. Frente a esto, Figueroa plantea que «más que buscar paliativos», es necesario invertir donde se generan las brechas que, más tarde, provocan que los jóvenes no logren una titulación oportuna: en la educación parvularia y escolar.
-Si se accediera a extender la gratuidad, por ejemplo, en un año, ¿cuánto costaría eso y a qué otras medidas equivale?
«Acceder a la solicitud de financiar con gratuidad a los alumnos que han excedido la duración formal de su carrera tiene un costo aproximado del orden de los $60 mil millones. Con ese mismo presupuesto podríamos, prácticamente, entregarles la Subvención Escolar Preferencial (SEP) a los 110 mil alumnos prioritarios que hoy no la reciben. O financiar la mitad de lo que cuesta la nueva subvención de educación parvularia».
Figueroa recalca la necesidad de fortalecer estas áreas: «Entre 2015 y 2018, el presupuesto del Mineduc se incrementó en un 28%. En educación superior aumentó 59%, mientras que el alza en parvularia, en el mismo período, fue solo de 11%».
«Si lo hacemos bien, esas brechas que se aprecian en algunas universidades en materia de conocimientos de sus estudiantes debiesen reducirse», dice.
Según los datos del ministerio, los principales retrasos están en las carreras ligadas a la tecnología y las ciencias básicas, mientras que los alumnos que están más al día son los de Medicina. «Hay una tendencia a que en las carreras más selectivas, las tasas de titulación oportunas son mejores», explica.
Los atrasos de los estudiantes de ingeniería, añade, tendrían relación con «un estancamiento en los resultados del aprendizaje (en los colegios). Existen ciertas falencias y deben corregirse dentro del propio sistema escolar».
PUNTOS A PERFECCIONAR
Sobre cambios por la vía legislativa, Figueroa señala que, por ahora, el foco está en el nuevo sistema que propuso el Gobierno para reemplazar el Crédito con Aval del Estado (CAE).
La conversación con el consejo asesor para la educación superior, detalla, ha estado centrada en ese tema y en implementación de la futura Superintendencia de Educación Superior. «Vamos a empezar de lleno el trabajo en torno al financiamiento, específicamente en el nuevo crédito estudiantil y en una mirada moderna de financiamiento para las instituciones», anticipa. (El Mercurio)