En las últimas semanas el ministro de Economía, Nicolás Grau (Convergencia Social), sorprendió al llegar al Congreso acompañado del ex exsubsecretario de Defensa, Víctor Barrueto (PPD). No se trató de un hecho eventual. Y es que la figura del Socialismo Democrático -que salió del gobierno tras el último ajuste y fue reemplazada por el socialista Ricardo Montero- es el nuevo fichaje que el secretario de Estado hizo en el mes de marzo.
Con la nueva incorporación , el ministro Grau buscó darle variedad a su equipo y, de paso, asegurar el esquivo apoyo del Socialismo Democrático a su gestión al frente de Economía.
Grau ha recibido cuestionamientos desde el verano luego de que se revelara que participó de una reunión en la casa del exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett (UDI), con distintos empresarios salmoneros -en la antesala de la Ley de Pesca-, lo que motivó fuertes emplazamientos de parlamentarios del Socialismo Democrático -coalición compuesta por el Partido Socialista, PPD, Partido Liberal y Partido Radical-, colectividades que también pidieron tener presencia en el ministerio.
Ante esa situación, el economista se comunicó directamente con el exintendente de la Región Metropolitana para recibir una asesoría política, con especial preocupación en el ámbito legislativo, lo que también fue consultado con integrantes del comité político de La Moneda.
Desde el ministerio de Economía aseguraron que el economista “se incorporó a partir del 11 de marzo como asesor del gabinete, especialmente para el apoyo a las diversas agendas que lidera la cartera, como la creación del sistema de tramitación de permisos sectoriales, el impulso al desarrollo del hidrógeno verde, el proyecto Sernac te protege, + Mujeres en directorios, entre otros”.
La llegada de Barrueto al ministerio de Economía se concretó justo antes de que estallara la crisis por el anuncio del cierre de la Siderúrgica Huachipato que podría traer la pérdida de 22 mil empleos. Esa crisis ha tenido al ministro Grau en intensas gestiones y fue uno de los hitos de estreno de Barrueto en su rol de asesor ministerial. De hecho, el exsubsecretario estuvo la semana pasada en Talcahuano, ciudad a la que representó durante los cuatro períodos en que fue diputado por la región del Biobío.
La llegada del exintendente ha generado sorpresa entre los parlamentarios, debido a que fue muy crítico después de su salida del Ministerio de Defensa, cartera en la que estuvo solo cinco meses: desde el 10 de marzo al 16 de agosto del 2023, cuando fue reemplazado por Montero.
Al salir Barrueto dijo desconocer los motivos de su salida y aseguró en una entrevista en El Mostrador que “las grandes reformas del programa de Boric están casi perdidas”.
En los parlamentarios de su coalición hubo una buena recepción a la llegada de Barrueto. “Me parece que es un buen nombre, tiene una amplia trayectoria en el mundo político y va a ser clave para guiar al ministro respecto a las relaciones que debe construir en el Congreso respecto a permisología. Entiendo que ese es el proyecto que quieren sacar adelante y es bastante complejo”, dice el diputado Alejandro Bernales, del Partido Liberal y de la comisión de Economía.
Mientras que en la oposición también valoraron su llegada. “Yo espero que la incorporación de un político economista como Barrueto le traiga una mejor relación política al ministerio de economía que hoy no tiene con los distintos actores. Él fue diputado en cuatro periodos y sabe bien cómo se avanzan los proyectos de ley en la Cámara y Senado y cómo es el lenguaje político que hay que tener para avanzar. Ojalá se note un cambio porque el pato cojo ya comienza a notarse”, plantea el diputado Miguel Mellado (RN), quien preside la comisión de Economía.
Grau no es el único ministro que ha debido reforzar sus equipos para contener los cuestionamientos del Socialismo Democrático.
La ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, -quien también fue parte de las reuniones en casa de Zalaquett, se ha comunicado con la directiva del Partido Socialista para realizar cambios en su cartera. De hecho durante marzo removió a dos jefaturas de división. (La Tercera)