Tras más de 40 años en el Poder Judicial, el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Mauricio Silva Cancino juró como ministro de la Corte Suprema, ocupando así el cupo dejado por Carlos Cerda en junio del año pasado.
«Yo aspiro, naturalmente, a que estos tiempos nuevos, con sus propios problemas y con sus propias cargas, también tengan sus propias luces y que nosotros también podamos ayudar a solucionar las dificultades que allanen nuevos caminos para que el país se proyecte», aseguró tras asumir el cargo en el Salón de Honor del Palacio de Tribunales.
Por su parte, el presidente del máximo tribunal, Haroldo Brito, destacó las cualidades del nuevo integrante en la cita que reunió a distintas autoridades, como el ministro de Justicia, Hernán Larraín y el subsecretario de la cartera, Juan José Ossa, además de académicos, magistrados y relatores.
«Su dilatada y encomiable carrera profesional, su profunda formación jurídica, su personalidad amplia dialogante, franca, segura, propositiva, respetuosa de las personas y las ideas, justifican plenamente su designación. Nosotros aplaudimos esta decisión», aseguró Brito sobre el abogado que primeramente estudió dos años publicidad en la Universidad Técnica del Estado (actual Usach), para luego ingresar a estudiar derecho en la Universidad de Chile en 1977.
Y añadió: «Mauricio Silva llegó a relator de la Corte de Apelaciones de Santiago siendo muy joven y destacaba por ello. Pero también por su natural madurez jurídica que siempre le permitía involucrarse en discusiones de este carácter y entregar y confrontar sus posiciones».
Tras su designación presidencial, Silva fue ratificado por el Senado con 39 votos a favor y sin abstenciones o rechazos. (Emol)