La noticia saltó la semana pasada. Molycorp podría declarar su quiebra. Ya la empresa no vale nada para el mercado. Su cotización bursátil apenas llega a los US$ 78,5 millones y un 20,82% de esa propiedad está en manos de la chilena Molymet.
Esta compañía nacional, líder en la producción y comercialización de molibdeno y que es controlada por los grupos Gianoli, Mustakis y Matte, además de la austriaca Plansee (de la familia Schwarzkopf), comenzó a comprar acciones de Molycorp en 2012, llegando a tener 17 millones de papeles de la compañía con una inversión de US$ 435,4 millones. Luego acudió a dos aumentos de capital que se realizaron en 2013, adquiriendo 29 millones de acciones adicionales. De esta manera, a fines de septiembre controlaba el 20,95% de la propiedad, que le significó un desembolso de más de US$ 595 millones, según reconoció en la Memoria 2013.
El embrujo de Molycorp duró poco. La promesa de la compañía norteamericana se basaba principalmente en el empuje que lograría tras la puesta en marcha de su proyecto minero Mountain Pass, que la pondría en una posición de liderazgo en la extracción, procesamiento y comercialización de minerales conocidos como tierras raras, los cuales se usan en baterías, misiles, celulares y otros. Pero la realidad resultó bastante más compleja que eso, la operación del proyecto ha sido un fracaso, el precio de los minerales ha bajado y los costos se han disparado.
A septiembre de 2014, Molymet había reflejado parte de esta mala inversión. Si a fines de 2013 valorizaba su inversión en Molycorp en torno a US$ 543 millones, a septiembre de 2014 la ajustó a US$ 203 millones, debido a una pérdida de US$ 145 millones en los primero 9 meses del año pasado por problemas en las operaciones Mountain Pass y por un menor valor de su pertenencia minera; a lo que se sumó un test de deterioro que arrojó una cifra negativa de US$ 196 millones que surgió de la actualización de las proyecciones de ingresos, costos y producciones de esta compañía. Es decir, nada resultó como se pensó.
POR DEBAJO DEL DÓLAR
Si bien la compañía castigó su inversión, el mercado ha sido más duro todavía con Molycorp. La última vez que Molymet publicó sus estados financieros –al 30 de septiembre de 2014– el precio de la acción estaba en torno a US$ 1,19 y el 20,82% de la minera que declaraba poseer valía US$ 55,5 millones. Esta semana se transaba en torno a US$ 0,35, que multiplicado por las 46.700.700 acciones implica un valor de US$ 16,3 millones.
Eso no es todo. El 2 de enero pasado, Molycorp fue notificada por el New York Stock Exchange (NYSE) que no estaba cumpliendo con el requisito de que el precio de cierre por acción se encuentre sobre US$ 1 durante un período de treinta días seguidos de transacciones y le dio 6 meses desde que fue advertida para mejorar su performance y seguir enlistada.
Molymet es el inversionista local que está más visiblemente clavado con Molycorp, sin embargo, hay otros varios que decidieron entrar, pero a través de la compra de deuda. La compañía tiene cuatro bonos, tres de los cuales son convertibles en acciones y uno que vence el 2020 es sólo deuda. Este papel se transa en torno a 44,5% su valor par y la tasa implícita es de 32,5%. Resulta complejo identificar quiénes son los que apostaron, pero –de acuerdo al terminal Bloomberg– todavía está allí Moneda Renta CLP Fondo de Inversiones, que pertenece a Moneda Asset Management, sin embargo, hay casi certeza de que no son los únicos. Le acompañan también fondos grandes como Pimco, Apollo y Oak Tree, cada uno de los cuales ha hecho apuestas diversas.
Por ejemplo, Apollo comenzó a comprar bonos bajo el predicamento de que iba a poder hacerse de la compañía muy barata si esa deuda se llegaba a convertir en acciones. En tanto que Oak Tree le lanzó un salvavidas a Molycorp en agosto pasado al prestarle US$ 400 millones bajo ciertas condiciones y garantías de activos, con el objeto de que tuviera efectivo para operar hasta el primer trimestre de 2016. Este era el tercer aumento de capital en 18 meses y, pese a que en el período julio-septiembre las operaciones tendieron a mejorar sus resultados, nuevamente las esperanzas se derrumbaron en el cuarto final del año. Los últimos informes de analistas indican que esa línea quizás se consuma antes.
De acuerdo a Bloomberg, Molycorp –que había llegado a valer US$ 6 mil millones en 2011– contrató a la firma de abogados Jones Day para que la asesore en la reestructuración de deuda, de acuerdo a fuentes familiarizadas con la operación. Existe el antecedente de que Jones Day ayudó a Molycorp a asegurarse los US$ 400 millones de Oak Tree. Esto hizo que los inversionistas que apuestan al default de la minera se apuraran en replicar la noticia al mercado.
Consultada Molymet, a través de la empresa ASK Comunicaciones, sobre qué tratamiento iba a darle a esta inversión en los próximos resultados o sus efectos sobre la salud financiera de la misma, no hubo respuesta alguna. Tal como no la ha habido en los últimos dos años desde que se comenzó a seguir esta inversión.
Sí hay que reconocerle que la calidad y cantidad de información disponible sobre Molycorp en sus publicaciones oficiales está por sobre la media de compañías locales con inversiones en problemas. Y que de acuerdo al análisis que hizo Fitch Ratings, con fecha 28 de noviembre de 2014, mantuvo el rating BBB, mientras que Standard&Poor’s, con fecha 17 diciembre de 2014, confirmó el rating BBB-, en ambos casos para el mercado internacional. En tanto que, para el local, Fitch y Feller Rate le anotaron una A+, es decir, sin variación. (El Mostrador)