La Armada china, conocida como el Ejército Popular de Liberación Marina (PLAN), está inmersa en las mayores maniobras navales desde 1996, según Taiwán. El portavoz del Ministerio de Defensa en Taipei, Sun Li-fang, ha revelado que el despliegue chino se extiende desde las islas del sur de Japón hasta el Mar de China Meridional y cubre el área más grande desde que China realizó ejercicios de guerra alrededor de Taiwán. Según datos de la isla, unos 90 barcos del gigante asiático participan en los simulacros. Desde Estados Unidos miran con inquietud la exhibición de músculo militar de su rival en un momento de grandes dudas dentro del Pentágono sobre cuál debe ser la mejor estrategia para evitar que Pekín supere el poder naval estadounidense en las próximas décadas dado que el gigante asiático tiene 230 veces la capacidad de construcción naval de Estados Unidos
Un estudio del Center for Strategic and International Studies concluye que si China sigue expandiendo su flota al ritmo actual y Estados Unidos no revitaliza su industria naviera, en un futuro Pekín podría salir victorioso en un escenario de guerra naval. Al comparar las capacidades de combate, los analistas utilizan una métrica integral que tiene en cuenta no solo la cantidad de buques, sino también su fuerza de combate real. Por ejemplo, si bien Estados Unidos sigue liderando en cantidad y calidad de submarinos nucleares, los buques de China se están poniendo al día en términos de capacidad y tecnología.
A nivel cuantitativo, China posee la mayor fuerza de combate marítimo del mundo, con 234 buques de guerra frente a los 219 de la Armada estadounidense. En el recuento chino destacan 79 submarinos, 50 destructores, y 46 fragatas, junto con tres portaaviones en servicio activo. Además, China está desarrollando nuevos portaaviones y mejorando su flota submarina con modelos más avanzados. El citado estudio deja fuera de su cómputo los barcos que desplazan menos de mil toneladas, incluidas 80 pequeñas embarcaciones patrulleras armadas con misiles operadas por la armada del Ejército Popular de Liberación.
Si se incluyeran todas las embarcaciones de guerra de cualquier tonelaje, China tenía en 2020 350 buques militares y submarinos en comparación con los 293 de la US Navy, según el informe sobre la capacidad militar de China de ese año presentado al Congreso de los Estados Unidos.
Pero más no siempre es mejor. Estados Unidos sigue teniendo once portaaviones frente a los tres de la armada china. Sin embargo, un estudio reciente concluye que las flotas más grandes de la historia ganaron 25 de las 28 guerras. Análisis de simulación de juegos de guerra en el mar revelan que Pekín China perdería 52 buques de guerra de superficie en comparación con 20 barcos equivalentes estadounidenses. Incluso después de sufrir tales pérdidas, China todavía tuvo más buques de guerra de superficie que Estados Unidos y pudo continuar la batalla naval.
A día de hoy, Estados Unidos sigue teniendo ventaja en lo que respecta a cruceros y destructores con misiles guiados. Los destructores, en particular, constituyen la columna vertebral de cualquier flota moderna debido a su capacidad para múltiples misiones, su velocidad y su alcance de crucero. Los 73 destructores de Estados Unidos le permiten ejercer control sobre el mar y proyectar poder en mayor medida que los 42 destructores de la PLAN. Pero China está cerrando la brecha, ya que ha duplicado su flota de destructores pasando de 20 en 2003 a 42 en 2023. La PLAN opera 23 destructores botados en los últimos 10 años en comparación con 11 destructores estadounidenses operativos. China también ha botado ocho cruceros desde 2017, mientras que Estados Unidos no ha botado un nuevo crucero desde 2016.
El estudio del Center for Strategic and International Studies sugiere EEUU podría contar con sus socios regionales. En este caso, la Fuerza Marítima de Autodefensa japonesa dispone de 4 cruceros, 34 destructores, 10 fragatas y 4 portahelicópteros, dos de los cuales pronto serán capaces de lanzar aviones furtivos F-35. La marina surcoreana opera 3 cruceros, 6 destructores, 16 fragatas y 5 corbetas. Si cualquiera de las dos armadas lucha junto a los Estados Unidos, la PLAN perderá su ventaja numérica,
La evaluación de la Oficina de Inteligencia Naval de EEUU asegura que China tiene «docenas» de astilleros comerciales más grandes y más productivos que los astilleros estadounidenses. Otro dato inquietante para el Pentágono: China tiene 230 veces la capacidad de construcción naval de Estados Unidos.
El gigante asiático acumula más de una década de transformaciones de sus Fuerzas Armadas acompañado de un aumento del gasto militar casi 10 veces mayor que a mediados de los noventa, según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI). Pese a ello, el Ejército chino carece de experiencia y su capacidad nuclear es menor que la EEUU. El objetivo declarado del presidente Xi Jinping es convertir a los ejércitos chinos en una «fuerza de clase mundial» para 2049.
Alberto Tejedor, La Razón
WHY CHINESE NAVAL POWER WILL BE ABLE TO DEFEAT THE US NAVY IN A NEAR WAR SCENARIO
The Asian giant has 230 times the shipbuilding capacity of the United States.
The Chinese Navy, known as the People’s Marine Liberation Army (PLAN), is engaged in the largest naval exercises since 1996, according to Taiwan. Defense Ministry spokesman in Taipei Sun Li-fang has revealed that the Chinese deployment stretches from Japan’s southern islands to the South China Sea and covers the largest area since China held war exercises around Taiwan. According to data from the island, some 90 ships from the Asian giant participate in the drills. The United States looks with concern at its rival’s display of military muscle at a time of great doubts within the Pentagon about what the best strategy should be to prevent Beijing from surpassing American naval power in the coming decades.
A recent study by the Center for Strategic and International Studies concludes that if China continues to expand its fleet at the current rate and the United States does not revitalize its shipping industry, in the future Beijing could emerge victorious in a naval war scenario.
- TRANSPACIFIC
¿QUÉ BUSCA CHINA EN LAS AGUAS DE AMÉRICA LATINA?
El año pasado, el analista de la marina estadounidense Daniel J. Kostecka escribió un artículo para el Center for International Maritime Security en el que daba cuenta de la ampliación de las operaciones navales chinas en las aguas del Pacífico, específicamente su guardia costera, y lo que él ve como la pronta introducción de esta en las aguas cercanas a América Latina en pos de realizar patrullajes antidroga.
Este desarrollo es algo nuevo. Hasta ahora, no se había visto a China emprender esta clase de incursiones, ciertamente no con miras tan al interior del Océano Pacífico y haciendo uso de su guardia costera. Sin embargo, sí va muy acorde a su comportamiento de los últimos años. Como muchos han notado, desde el 2010, China ha estado extendiendo crecientemente su influencia en el resto del mundo. El Pacífico no es una excepción. Aquí estamos ante otro caso más de la expansión de las actividades chinas fuera de su entorno inmediato, ahora proyectando su presencia hacia el interior del Océano Pacífico.
Pero la pregunta es “Por qué”. ¿por qué China está haciendo esto? ¿por qué razón está ampliando sus operaciones en el mundo en general y en las aguas del pacífico en particular? ¿cuál es su objetivo en introducirse a las aguas interiores del pacífico y las cercanías de América Latina? ¿por qué con su guardia costera? ¿por qué estos patrullajes anti-droga? ¿cuál es su propósito detrás de estas acciones? ¿y cómo se inscriben dentro de su estrategia mayor? pero también, ¿qué deberíamos esperar de todo esto?
Este artículo busca responder a estas preguntas dando una visión de conjunto, que toma la expansión de la guardia costera china en el Océano Pacífico que describe Kostecka y la sitúa en el contexto mayor de lo que busca China y el rol que juega el Pacífico en su estrategia.
Para esto hemos de empezar tomando en cuenta elementos fundamentales de lo que China es y ha sido a lo largo de los tiempos y su devenir en el último par de siglos, para después abordar de lleno sus crecientes actividades en las aguas pacíficas. Una vez que hayamos entendido esto y cómo se conectan la una con la otra, sus acciones y comportamiento recientes quedarán mucho más claros.
El imperio del centro
Lo primero que hay que entender es que China no es solo un país, es su propia civilización. China ha existido como realidad cultural cuando menos por los últimos 3000 años, y como estado unificado por los últimos 2200, desde la unificación de los reinos chinos combatientes por el primer emperador 221 años antes del nacimiento de Cristo.
Lo segundo que hay que entender es que desde entonces la regla histórica ha sido que el imperio chino, en la forma de sus distintas dinastías, ha sido la entidad política más poderosa del mundo en términos totales en casi cualquier momento dado de la historia. Su peso dentro de la economía mundial es el indicador más claro y directo para ilustrar esto. Nótese en el siguiente gráfico a China como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) mundial en los últimos 2000 años:
Como se puede ver, entre el 1 D.C., cuando el emperador Augusto regía en Roma, y el año 1820 cuando los británicos pujaban la primera revolución industrial, China en cualquier momento dado de esos 18 siglos estuvo produciendo entre el 22% y el 33% del PIB total del mundo. Como punto de referencia, Estados Unidos, la mayor economía del planeta, en 2019 generó el 24% del PIB mundial.
En suma, la normalidad de las cosas en los últimos 2000 o 2200 años ha sido que China sea la entidad política más poderosa en el escenario mundial.
Como civilización tienen muy asumida esta condición de superioridad y centralidad en el mundo. En la cosmovisión antigua, China era “el imperio del centro”, situado al centro del Cosmos, y el Emperador el único soberano legítimo elegido por el Cielo para gobernarlo y brindar orden, paz y harmonía al mundo. En teoría, los demás reyes y naciones de la Tierra eran todos tributarios y súbditos del Emperador.
Pero todo esto se invirtió en el siglo XIX, cuando ocurrió la hecatombe. Como puede verse en la gráfica, China como porcentaje del PIB mundial colapsa dramáticamente y continúa descendiendo hasta la década de 1970, casi tocando el suelo mientras las potencias occidentales de Europa primero y Estados Unidos después, se disparan y toman el manto de hegemones mundiales. Fue todo demasiado rápido. Este fue un proceso traumático para China. Partiendo con la Primera guerra del opio de 1839 contra los británicos empoderados por la energía de la revolución industrial, continuando con cien años de resultante inestabilidad, rebelión, crisis, intervenciones extranjeras, desintegración política y guerra con Japón, y terminando con la reunificación del país por los comunistas de Mao en 1949, en China a este periodo le llaman “el siglo de humillación”, y es crucial para entender la actitud actual de China.
Desde Mao China ha estado tratando de superar el siglo de humillación y recuperar su posición histórica como el “imperio del centro” y el mayor poder humano bajo el cielo. Puede que haya perdido el poder y el orgullo que antes tenía, pero no ha perdido la mentalidad. La intención china es retomar lo que en su ADN cultural ve como su derecho divino. Los intentos de Mao fracasaron, pero las reformas de mercado de Deng a partir de fines de la década de 1970 dieron en el clavo, y desde entonces, pero especialmente en los últimos 30 y 20 años, China ha estado efectivamente recuperando su viejo poder y estatus. En 40 años China pasó de ser uno de los países más pobres del mundo a ser la 2da economía global y estar cerca de adquirir el rango de superpotencia. Los pronósticos arrojan que China podría superar a Estados Unidos como la economía más grande del mundo tan pronto como en 2028.
Sin embargo, no todo anda tan bien bajo el cielo. Las élites chinas están asustadas. Su tasa de crecimiento lleva años decreciendo (en 2010 era de 10,6%. En 2019 había caído a 5,95%.
Dragón de agua
Desde este trasfondo es que debemos entender el caso particular de la expansión de la guardia costera china en el Pacífico. La cúpula china está jugando una carrera contra el tiempo para expandir su proyección de poder mientras su ventana de oportunidad aún está abierta, antes de que los tumores internos que está desarrollando puedan coartarla.
Y el Pacífico es central en esta carrera. Dominarlo, o al menos las partes más cercanas a China, se muestra como una necesidad para su estrategia a largo plazo.
China se convirtió en la segunda economía mundial exportando bienes manufacturados desde sus puertos a través de las líneas mercantiles del Pacífico. Estas eran y siguen siendo resguardadas por la marina estadounidense. No son noticias alentadoras para los chinos. Que la superpotencia que trata de frenar tu ascenso domine los mares por donde pasan tus mercancías (y tus suministros) de las que depende tu economía es una muy frágil situación en la que estar. Por otro lado, el control marítimo estadounidense frena la capacidad de China de impulsar sus intereses en los países del Asia Pacífico, así como formar y mantener las nuevas relaciones económicas de dependencia con países del este de África que requiere China para alimentar su mercado doméstico en el futuro. En adición a lo anterior, el siglo de humillación vio seis ataques extranjeros a China que llegaron desde el mar, cosa que los chinos no han olvidado. Así que, para China, extender su control sobre los mares del Océano Pacífico es imperativo para su propia estrategia a largo plazo, prosperidad y seguridad, y está bajo presión para hacerlo rápido.
Por el momento, Estados Unidos y sus aliados en el Pacífico tienen encerrada a China dentro del primer cinturón de islas frente a la costa china, pero la capacidad naval china está creciendo rápido, con miras a romper el encierro. Un reporte liberado por el Departamento de Defensa estadounidense en 2020 afirma que la marina del Ejército de Liberación Nacional ha superado a la marina estadounidense en número total de naves de guerra, con un ratio de 360 a 297 lo que efectivamente la convierte en la fuerza naval más grande del mundo, si bien en tonelaje y calidad la US Navy aún está a la cabeza por lejos. Mientras tanto, China está construyendo dos portaaviones y se espera que tenga 5 a 6 para 2030.
China se está transformando de una potencia de tierra a una potencia naval. No obstante, dejando de lado la marina de guerra formal de China, tal como expresó Daniel J. Kostecka en el artículo del año pasado, la guardia costera china es una excelente punta de lanza para ir introduciéndose en las aguas azules lejos de la costa china. Su carácter no militar y participación en misiones internacionales permite poner informalmente en práctica el patrullaje por mares lejanos con un bajo o nulo coste político.
China también podría cobijarse bajo las provisiones y reglas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para desplegar su fuerza naval costera por el Pacífico afirmando estar llevando a cabo operaciones anti-drogas y anti-actividad criminal mientras que en realidad estaría poniendo en práctica su proyección de poder naval. Pero también podrían ser intentos genuinos por detener el influjo de narcóticos y otras sustancias y mercancías ilegales a China y a su posible futura zona de influencia. No obstante, de todas formas, esto puede ser un apalancamiento diplomático con los países de la cuenca Pacífica incluyendo los de América Latina, que, ante la falta de capacidades para controlar el narcotráfico, recibirían los esfuerzos chinos con buena disposición y a cambio China podría obtener presencia semi-permanente en los mares implicados, además de una buena posición diplomática para negociar.
Estados Unidos no aceptará fácilmente una injerencia de esta naturaleza en las zonas que considera su área de operaciones en el Pacífico Norte y Sur. Cabe esperar que a medida que China extienda las operaciones de su guardia costera, la marina y la guardia costera estadounidenses respondan ampliando sus propias operaciones en las aguas cercanas a la costa oeste de Estados Unidos y la costa pacífica de Sudamérica. Kostecka indica que en su puerto de Honolulu en Hawaii la guardia costera estadounidense está incrementando su número de naves, e incluso con planes para colocar tres naves de respuesta rápida en Guam. Kostecka lo dice muy bien: “la lógica (o justificación) del aumento en la Presencia de la USCG en el Pacífico Occidental es clara: apoyar la oposición de una gran potencia contra la República Popular China».
Aquellos países que se encuentren en zonas marítimas cuyo control e influencia esté disputado entre las guardias costeras china y estadounidense han de ser estratégicos en equilibrar sus relaciones entre las dos potencias y no dar pasos en falso antes de tiempo en su potencial acercamiento con cualquiera de los dos.
La pregunta crucial a hacerse entonces sería no si China logrará proyectar mayor poder naval en el Pacífico, sino cuánto, en qué grado y en qué plazos.
José Tomás Sepúlveda Zuleta
Fuente: https://revistamarina.cl/es/articulo/que-busca-china-en-las-aguas-de-america-latina
WHAT IS CHINA LOOKING FOR IN THE WATERS OF LATIN AMERICA?
Last year, US naval analyst Daniel J. Kostecka wrote an article for the Center for International Maritime Security in which he reported on the expansion of Chinese naval operations in Pacific waters, specifically its coast guard, and what which he sees as the early introduction of this in the waters near Latin America in order to carry out anti-drug patrols1.
This development is something new. Until now, China had not been seen undertaking this kind of incursions, certainly not with a view so far into the Pacific Ocean and making use of its coast guard. However, it is very consistent with his behavior in recent years. As many have noted, since 2010 China has been increasingly extending its influence to the rest of the world. The Pacific is no exception. Here we are faced with yet another case of the expansion of Chinese activities outside its immediate environment, now projecting its presence into the interior of the Pacific Ocean.
But the question is “Why”. Why is China doing this? Why are you expanding your operations in the world in general and in the waters of the Pacific in particular? What is your objective in entering the internal waters of the Pacific and the surroundings of Latin America? Why with your coast guard? Why these anti-drug patrols? What is your purpose behind these actions? And how do they fit into your larger strategy? but also, what should we expect from all this?
- TECHNO
EL GOBIERNO TAIWANÉS PROHÍBE A TSMC FABRICAR CHIPS DE 2 NM FUERA DE LA ISLA. EL GOBIERNO ESTÁ DECIDIDO A PROTEGER SU TECNOLOGÍA
Actualmente TSMC está produciendo a gran escala chips de 3 nm empleando su litografía de segunda generación. Después de la litografía de 2 nm llegará la tecnología de integración A14 (1,4 nm). Estará lista en 2028.
Los ingenieros de TSMC, el mayor fabricante de circuitos integrados del planeta, trabajan desde hace tiempo en su próxima fotolitografía de 2 nm. Actualmente esta compañía está produciendo a gran escala semiconductores de 3 nm empleando su litografía de segunda generación, y con toda probabilidad sus próximos nodos de 2 nm serán los últimos que utilizarán los equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) que fabrica ASML. Presumiblemente sus siguientes tecnologías de integración recurrirán a las nuevas máquinas UVE de alta apertura de esta empresa neerlandesa.
El plan de TSMC para extender su red de fabricación más allá de Taiwán cuenta con el beneplácito de EEUU, Alemania y Japón. A estos países les interesa mucho que el mayor fabricante de semiconductores del planeta tenga plantas dentro de sus fronteras porque les ayuda a reforzar su tejido industrial en un sector crítico. De hecho, los tres han concedido a TSMC subvenciones muy jugosas para hacer frente a la inversión que conlleva la puesta a punto de una fábrica de chips de vanguardia, que puede costar hasta 30.000 millones de euros.
Hasta ahora la voz cantante la han llevado los ejecutivos de TSMC y los Gobiernos de los países en los que ya se está instalando, pero la Administración de Taiwán se pronunció a finales del pasado mes de mayo acerca de la política expansionista de su mayor empresa. Wu Cheng-wen, el nuevo ministro de Ciencia y Tecnología de la isla, ha apoyado las decisiones que está tomando la cúpula directiva de TSMC. No obstante, también ha expresado que esta compañía puede proteger su tecnología puntera en Taiwán y seguir construyendo plantas de vanguardia en suelo taiwanés.
Desde entonces, el discurso del Gobierno de Taiwán se ha endurecido notablemente. Y es que J.W. Kuo, ministro de Asuntos Económicos de Taiwán, ha declarado que aunque TSMC puede construir fábricas en EEUU, Europa y Japón, como está haciendo, no puede transferir sus tecnologías de integración más avanzadas a instalaciones de producción en el extranjero debido a que están protegidas por la ley taiwanesa. En la práctica esta regulación implica que TSMC no podrá fabricar chips de 2 nm fuera de Taiwán mientras esta sea su mejor litografía.
«Dado que Taiwán tiene regulaciones que persiguen proteger sus propias tecnologías, TSMC no puede producir chips de 2 nm en el extranjero actualmente», afirmó Kuo en una reunión reciente del Comité de Economía de Taipei. «Aunque TSMC planea fabricar chips de 2 nm en el extranjero en el futuro, su tecnología central permanecerá en Taiwán».
Esta última declaración es muy importante porque refleja que la Administración taiwanesa prohibirá a TSMC producir circuitos integrados de 2 nm en EEUU o Europa hasta que tenga una litografía aún más avanzada. En ese momento esta siguiente litografía, posiblemente la A14(1,4 nm), permanecerá en Taiwán. Esta última estará lista presumiblemente en 2028.
Juan Carlos López
THE TAIWAN GOVERNMENT PROHIBITS TSMC FROM MANUFACTURING 2 NM CHIPS OUTSIDE TAIWAN. THE GOVERNMENT IS DETERMINED TO PROTECT ITS TECHNOLOGY
J.W. Kuo, Taiwan’s Minister of Economic Affairs, has stated that although TSMC can build factories in the US, Europe and Japan, as it is doing, it cannot transfer its most advanced integration technologies to overseas production facilities because they are protected by Taiwanese law. In practice, this regulation means that TSMC will not be able to manufacture 2nm chips outside of Taiwan as long as this is its best lithography
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Monitor 2049®
Editor: IW, senior fellow of REDCAEM (Red China – América Latina) and CESCOS (Center for the Study of Open Contemporary Societies)
Contact: iw@2049.cl
Bilingual weekly media outlet focusing on geopolitical topics around China and Taiwan.