MOP advierte déficit de caudales en todos los ríos entre Atacama y...

MOP advierte déficit de caudales en todos los ríos entre Atacama y Ñuble

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Otra consecuencia de la grave escasez de precipitaciones registrada durante este invierno se refleja en el nivel de los caudales de los ríos de la zona centro y centro sur del país.

Según informó el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, el volumen de los caudales está por debajo de los promedios históricos en todos los ríos entre las regiones de Atacama y Ñuble.

«Entre Atacama y Valparaíso tenemos déficit que va entre el 57%, en el río Aconcagua, y un 93%, en el río Huasco. En tanto, en la zona central, desde la cuenca del Maipo hasta la Región de Ñuble, también estimamos una condición de déficit importante. En la Región Metropolitana, en los ríos Mapocho y Maipo, se proyecta un déficit de 57% y 77%; eso es algo superior a los caudales que tuvimos en el año 2019, que fueron los mínimos históricos», señaló.

La autoridad explicó que como ya terminó la parte del año en que se registra la mayor cantidad de precipitaciones, ya se pueden dar las proyecciones de la situación hídrica para los próximos meses. Indicó que entre septiembre y marzo, que es la temporada de riego, «los caudales de la zona centro norte y centro sur del país van a ser muy inferiores a un año normal, incluso, en algunos casos, cercanos a los mínimos históricos».

Ante este panorama, la ministra de Agricultura, María Emilia Undurraga, llamó a los agricultores «a informarse, en la página de la DGA, porque muchos de ellos dependen de estas aguas superficiales que hoy conocemos sus cifras; así podrán tomar decisiones con estos valores, ya sea para ajustar sus producciones o tomar medidas y labores que permitan enfrentar esta realidad, incluidos los recursos que ha dispuesto el Gobierno para continuar en la tecnificación del riego».

Respecto de la acumulación de nieve, Moreno señaló que la situación es igualmente compleja: «Entre Atacama y Maule, el déficit de nieve es superior al 50%. Tenemos incluso algunos lugares en la Región de Coquimbo, donde tenemos un déficit del 100%. La nieve que tenemos es bastante menor a la del 2020 e incluso es similar, o en algunos lugares inferior, al año 2019». Y sobre el almacenamiento de agua en los embalses, dijo que «la situación es muy similar al año pasado; los embalses en promedio están al 38% de su capacidad y un 59% de su promedio histórico».

CUARTO AÑO MÁS SECO DE LA HISTORIA

En cuanto al balance de las precipitaciones –hasta el 20 de septiembre–, el ministro Moreno señaló que «si bien han superado lo que tuvimos en 2019 –que fue el más seco que hemos tenido en la historia–, todas las regiones presentan déficits del orden del 50% y más».

«En el caso de Santiago tenemos 108 milímetros; el año pasado teníamos 188 milímetros; y en un año normal son 321 milímetros. Si no lloviera más este año sería el cuarto año más seco en la historia», sostuvo.

Al respecto, la encargada de la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, Catalina Cortés, dijo que este invierno (junio, julio y agosto) fue uno de los más secos en el nivel país, considerando los datos desde las regiones de Coquimbo a Magallanes, con un déficit acumulado de 50%.

En Santiago llovió solo 41,4 mm en todo el invierno, cuando lo normal es que precipite unos 210 mm. Eso se traduce aproximadamente en un 80% de déficit. Considerando desde 1950 en adelante, éste es el tercer peor año en cuanto a precipitaciones, superado solo por 1968 (22,3 mm) y 1998 (23,4 mm). Si se amplía la mirada hasta 1914, éste es el cuarto peor año ya que en 1924 cayeron apenas 37,5 mm.

La ciudad de Valdivia fue la que tuvo el invierno más seco de los registros desde 1962. Solo acumuló 439 mm, a diferencia de los 823 mm que registra durante un invierno normal. Con respecto a las temperaturas dijo que «este invierno fue el que tuvo la mayor amplitud térmica media en el registro desde 1950, con casi 4ºC de amplitud».

Respecto a la proyección para la primavera, en Santiago se esperan precipitaciones por debajo de lo normal y también una amplitud térmica grande, es decir, mínimas por debajo del promedio y máximas por sobre el promedio. (Emol)

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