El subsecretario de Justicia, Nicolás Mena, salió en defensa del gobierno de Bachelet y se refirió a la crisis de su partido: la Democracia Cristiana.
«Un partido con 60 años y tres ex Presidentes no puede terminarse de la noche a la mañana por un mal resultado. Hay una crisis compleja tras la peor elección desde su fundación. El llamado es a la unidad y bajar la confrontación. En enero analizaremos el rol de la DC y sus alianzas, pero el partido tiene un claro perfil de centroizquierda, no podemos soslayar una historia de partido de vanguardia», comentó en entrevista con El Mercurio.
En ese sentido, dijo que no ve a la DC como partido de centro porque el resultado electoral lo corrobora: «El centro como espacio equidistante entre izquierda y derecha no existe en este minuto. Lo que se entiende por centro es la moderación, que existe en la derecha y la izquierda. La gente está votando por otras consideraciones, y la DC tiene que reflexionar profundamente su viabilidad en este siglo, y hacer un buen diagnóstico para que la sociedad enganche. Tengo gran admiración por Carolina Goic, pero apelar a divorciarse de lo que la DC había desarrollado con Bachelet fue un error, este Gobierno va a terminar muy bien».
Consultado por qué le parece entonces que el grupo «Progresistas con Progreso», liderado por Mariana Aylwin, acuerde decir que no apoyará a Alejandro Guillier, el subsecretario declaró: «Cuando un órgano del partido como el Consejo determina algo, hay que acatarlo. Si un grupo tiene tanta diferencia con eso, con apoyar a Guillier, lo razonable es que se planteen si quieren seguir siendo parte, y renunciar sería un acto de honestidad. Se generaría impacto, pero ellos no tienen incidencia en la DC. Eduardo Aninat entendió que su espacio era otro. El 80%-90% de la DC está trabajando por Guillier, y quiere estar en la centroizquierda. Guillier es serio, no propugna una Venezuela, sino seguir en un modelo capitalista con énfasis en derechos». (El Mostrador-El Mercurio)