NO+AFP-José Ramón Valente

NO+AFP-José Ramón Valente

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Durante años, las AFP fueron el niño símbolo del milagro chileno. No había país que nuestros gobernantes visitaran en el cual no se les felicitara por la creativa y exitosa transformación de nuestro sistema de pensiones. En el plano local, académicos de distintas tendencias políticas daban cuenta de los beneficios de las AFP, en cuanto promotoras del crecimiento económico y principales responsables del acelerado desarrollo de nuestro mercado de capitales. Lamentablemente, durante todos esos años nos olvidamos de destacar entre los propios trabajadores chilenos el principal atributo del sistema de AFP, que no es su aporte al crecimiento, no es su aporte al desarrollo del mercado de capitales y no es su contribución a fomentar el ahorro nacional. El principal beneficio del sistema de AFP es haber entregado cuentas de ahorro individuales a millones de trabajadores chilenos, que ningún político, o grupo de interés organizado puede arrebatarles, como si lo hicieron durante décadas en el sistema de reparto que existía previo a las AFP.

Como consecuencia de lo anterior, muchas personas bien intencionadas pueden haber esperado que, así como el sistema de AFP había obrado milagros para la economía chilena, obraría también milagros para su propia pensión. Obviamente, la desilusión es grande al constatar que no hay nada milagroso en las AFP. Estas instituciones son simplemente administradoras de los ahorros de los trabajadores. Las AFP han hecho una muy buena labor multiplicando el esfuerzo de ahorro de los trabajadores a través de acertadas decisiones de inversión. La razón de quienes aparecemos defendiendo a las AFP es precisamente esa. Pero lamentablemente, si no hay ahorro tampoco habrá buenas pensiones.

Quienes no son tan bien intencionados se han aprovechado de la baja importancia que los trabajadores le confieren al hecho de contar con sus propias cuentas de ahorro individual, del olvido de cómo era realmente el sistema antiguo de reparto en Chile y de la ignorancia de la gente respecto de rol que les compete a las AFP en la determinación del monto de la pensión que ellos van a obtener. Todo esto con el objetivo de retrotraer el sistema de pensiones chileno a la situación previa a la existencia de las cuentas de ahorro individual.

¿Pero qué ganan los detractores mal intencionados del sistema de AFP? Retomar una fuente de recursos que permite comprar votos, conseguir empleos para sus correligionarios y otorgar pensiones como las de la ex señora del diputado Andrade para sus familiares y amigos. Si sumamos los dineros que hay en las más de 9 millones de cuentas individuales que tienen hoy a su nombre los trabajadores chilenos, la cifra llegaría cerca de US$ 150 mil millones. Esto es diez veces el tamaño del fondo soberano que Chile tiene para hacer frente a los embates de las crisis internacionales. Con un botín de esa magnitud solo podemos esperar que el embate contra las AFP este recién comenzando.

Lo que los trabajadores chilenos deben saber es que quienes hoy hacen flamear la bandera que dice NO+AFP son los mismos que, de ser exitosos, le arrebataran sus ahorros de toda una vida. A cambio le ofrecerán una mejor pensión, promesa que obviamente no serán capaces de cumplir.

 

La Tercera/Agencias

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