Los presidentes de la Cámara y el Senado, Raúl Soto (PPD) y Álvaro Elizalde (PS), confirmaron que este viernes continuarán las negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo político que tenga como objetivo consensuar de qué manera seguir con el proceso constituyente.
Las conversaciones se van a retomar luego de que estuvieran una semana congeladas. Las tratativas quedaron en pausa cuando Chile Vamos se restó de la cita del jueves de la semana pasada por diferencias internas en el bloque y por las declaraciones del gobierno dando por hecho algunos consensos que, según la derecha, nunca se cerraron.
Lo que más molestó en las bases de Chile Vamos fue que La Moneda diera por cerrado que todas las fuerzas políticas estaban de acuerdo en tener un órgano 100% electo, lo que, en todo caso, en un inicio había sido confirmado por los presidentes de RN y la UDI, Francisco Chahuán y Javier Macaya, respectivamente. El asunto escaló al punto de que Chile Vamos pidió excluir de la mesa negociadora al Ejecutivo, que estaba siendo representado por la ministra Segpres, Ana Lya Uriarte.
Luego del traspié, tanto Soto como Elizalde intentaron dar señales de normalidad en la negociación. Incluso, marcaron el punto de que el Ejecutivo debe seguir presente en la negociación, ya que nadie debe ser excluido ni vetado. “El gobierno tiene que participar del diálogo como acompañante, el gobierno es un órgano colegislador y no es irrelevante en materia legislativa”, comentó Elizalde.
La presión por el asunto bajó. Tanto así que la oposición no tendría problemas mientras La Moneda se limite a asumir un “rol de acompañamiento y de apoyo” y se abstenga de “pautear y fijar plazos”. Pese a eso, el Ejecutivo optó por la cautela y descomprimir los ánimos y, en las últimas horas, Uriarte definió que no asistirá a la reunión del viernes y, por ahora, se mantendrá al margen de esa cita.
En la antesala de la cita con todos los partidos, este miércoles los dirigentes de Chile Vamos se reunieron al almuerzo para consensuar las ideas con las que llegarán al encuentro. Tras la reunión de trabajo, los presidentes de la UDI, RN y Evópoli comunicaron dos acuerdos. El primero apunta a reafirmar la voluntad de continuar con el proceso constituyente para tener una nueva Constitución. De esta forma, la coalición descartó un plebiscito de entrada para consultarle al país si quiere o no una nueva Carta Magna. Así, se desmarcaron con la postura de algunos militantes de base de las colectividades del bloque y del Partido Republicano que han empujado esa idea.
Despejado ese punto, el segundo gran acuerdo es que el viernes llegarán a la mesa negociadora con la idea de que, ojalá la próxima semana, se convoque a un comité de expertos que tenga como objetivo redactar un decálogo de principios -lo que antes la derecha denominaba “bordes”- que permitan acotar el trabajo de redacción del nuevo órgano que se forme para escribir una nueva propuesta constitucional. La presidenta de Evópoli, Luz Poblete, explicó que la misión de ese comité será “redactar principios que guíen y que puedan limitar el trabajo de la redacción de una nueva Constitución”.
La idea de Chile Vamos es que los expertos del comité sean designados por los partidos políticos en proporción a las fuerzas políticas que existen en el Congreso. Es decir, los cupos irán en directa relación a la cantidad de escaños que controla cada partido en el Parlamento.
¿Cuál es el trasfondo de esa propuesta? La lectura política que hace Chile Vamos es que el 62% que votó Rechazo lo hizo en contra de varias de las propuestas que venían incluidas en la propuesta de nueva Constitución que redactó la disuelta Convención Constitucional.
Por lo tanto, el sector quiere entregar “seguridad y certeza” de que no se repetirá lo ocurrido con la Convención. “No hay espacio para intentos refundacionales. Las hojas en blanco no tienen espacio en el trabajo que vamos a realizar. No hay espacio para imitar el mecanismo que originó una Convención fracasada que dividió a los chilenos”, afirmó tajantemente el senador y presidente de RN, Francisco Chahuán.
Algunos de los principios a los que hace referencia Chile Vamos, de forma preliminar, apuntan a que se deje zanjado de antes que el órgano redactor respetará, por ejemplo, que Chile es un Estado unitario, que el Poder Judicial es un poder del Estado, que el Banco Central es autónomo y que debe existir libertad para elegir en materias previsionales, de educación y salud.
“Para nosotros más importante que el órgano, cómo se defina, es tener claridad sobre estos principios ordenadores que eviten que se pueda poner en riesgo el derecho de propiedad de los chilenos sobre sus fondos de pensiones”, dijo el presidente de la UDI, Javier Macaya.
El timonel del gremialismo, además, marcó que esa será la condición que no transarán: “Si no existen estos principios en los que pueda trabajar el órgano para darle continuidad a este proceso y evitar que se trate de refundar Chile, esos principios para nosotros son garantía importante de que las conversaciones pueden continuar con mecanismos, con fórmulas. Nosotros creemos que es más relevante que quién redacte la Constitución, son estos principios ordenadores que deben estar acordados antes del funcionamiento del órgano”, manifestó.
Sus palabras reafirmaron lo que horas antes había declarado el secretario general de RN, Diego Schalper. El diputado dijo que “el que haya bordes que les den tranquilidad a los chilenos es una línea roja de conversación”.
La relevancia de los principios o bordes es tan alta, que si eso queda bien detallado, en Chile Vamos dicen que no les importaría el mecanismo que se escoja para redactar la nueva propuesta constitucional. Pese a que ya descartan volver a realizar un plebiscito de entrada para consultar si se quiere o no una nueva Carta Fundamental, dejan la puerta abierta a realizar un referéndum limitado a consultar sobre el mecanismo que se elija para escribir el nuevo borrador. Eso, comentan en el bloque, va amarrado a la definición del catálogo de principios.
En el oficialismo señalan que antes del viernes no existirá una instancia de todos los partidos -tanto de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático- para acordar “mínimos” previos a la reunión del viernes. Solo en el Frente Amplio (Revolución Democrática, Comunes y Convergencia Social) se citó para la tarde de este miércoles a una cita telemática.
En la coalición del Presidente hay cierto consenso en dos puntos: listas nacionales y la participación de independientes pero dentro de pacto, pero sin las facilidades que existieron en el ya finalizado proceso constituyente para agruparse en listas. Mientras que en el Socialismo Democrático, particularmente en el PPD, se ha visto una apertura a un plebiscito para definir el mecanismo.
Ya lo planteó hace algunos días el presidente de la Cámara, Raúl Soto, y lo reiteró este miércoles en Radio Agricultura la presidenta de la colectividad, Natalia Piergentili. “No descartamos ningún mecanismo”, dijo. Si bien en el partido admiten que no es una fórmula que les guste, sería la manera de habilitar un acuerdo si desde la derecha insisten en ese punto.
Así, en el sector prevén que la gran batalla política serán los principios que exigirá Chile Vamos. En Apruebo Dignidad ya definieron que la discusión del nuevo órgano debe ser sobre una hoja en blanco y están muy lejos de querer aceptar definiciones previas, ya que eso iría en contra de la deliberación democrática de las normas. (La Tercera)