El mediodía del viernes 23 de septiembre último, tres empresarios llegaron hasta las oficinas de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). Se trató de los presidentes de Colbún, Bernardo Larraín Matte, y de Lipigas, Juan Manuel Santa Cruz, junto al director de Embotelladora Andina, Gonzalo Said. Los hombres de negocios, que representan a una nueva generación del empresariado nacional, llegaron hasta el Edificio de la Industria con un objetivo claro: reunirse con el presidente del gremio, Hermann von Mühlenbrock.
La cita es hoy comentario obligado entre los consejeros de la entidad -de reconocida influencia- y vino a calentar aún más los preparativos en torno al proceso eleccionario en el gremio que en abril próximo definirá al reemplazante de Von Mühlenbrock y respecto del cual ya hay un candidato oficialmente en carrera, el presidente de AB Alimentos y ex ministro, Rodrigo Álvarez.
Los temas tratados en la reunión con el timonel de la Sofofa surgieron fruto del análisis que los tres empresarios, más el presidente de Ultramar, Richard von Appen, y el director ejecutivo de Forus, Alfonso Swett, vienen trabajando desde hace ya algunos meses y que los ha llevado a reunirse regularmente.
El grupo, que en general está en torno a los 50 años, considera que la Sofofa está en un minuto clave: en abril próximo, Von Mühlenbrock entregará el mando a una nueva directiva, proceso que se enmarca en el contexto que combina la entrada en vigencia de una serie de reformas estructurales -tributaria, educacional, laboral-, posibles nuevas caras tras los comicios municipales de este mes y una compleja carrera por la presidencial en 2017. Un contexto propicio, dicen en el grupo, para debatir sobre cuáles son las características que requiere la Sofofa del futuro y luego explorar quién es la persona mejor preparada para asumir ese desafío.
Conocedores de la reunión comentan que los empresarios dijeron estar dispuestos a asumir un liderazgo futuro…, pero a su modo de ver, primero hay que definir cuál es el rol que deberá jugar la Sofofa y luego pensar en un nombre. Por lo mismo, también plantearon que el gremio debía recuperar la figura de un secretario general empoderado, profesional, técnica y remunerada, porque eso permitiría que la presidencia sea asumida por un empresario que no necesariamente pueda dedicar el 100% de su tiempo al gremio.
Un rol parecido al que ejercía el fallecido ex secretario general y luego presidente de la entidad Andrés Concha, en los años en que la presidencia de la Sofofa estuvo a cargo de Felipe Lamarca, Juan Claro y Bruno Philippi.
Otro punto clave de la cita se relacionó con el consenso que requiere el proceso: los tres empresarios calificaron como esencial que la próxima mesa surja de un consenso y que se evite el nivel de confrontación de la elección pasada, cuando Von Mühlenbrock enfrentó al empresario Andrés Navarro.
Testigos del encuentro indican que Larraín Matte lideró la conversación. De hecho, ha expuesto la misma idea a otros empresarios con quienes se ha reunido en las últimas semanas. Para muchos en el consejo de la Sofofa, Larraín Matte está en carrera para asumir la presidencia del gremio. Pero cuando le preguntan directamente, ha respondido que primero se debe debatir sobre el programa y luego pensar nombres.
LA IRRUPCIÓN DE ÁLVAREZ
El pasado sábado 1, varios consejeros de la Sofofa se llamaron entre sí sorprendidos de leer en El Mercurio que el presidente de la Asociación de Alimentos y Bebidas de Chile (AB Chile), Rodrigo Álvarez, admitía “interés” por presidir la Sofofa. El ex diputado UDI es cercano a la actual mesa y, por tanto, considerado un candidato de continuidad.
Su nombre genera apoyos, pero también críticas. Entre los primeros, valoran su capacidad profesional, buen manejo en temas de políticas públicas y estiman que se trataría de un presidente profesional, que podría dedicarse 100% a una actividad que, dada la coyuntura, se ha vuelto totalmente demandante.
Sus críticos, en tanto, apuntan a los vínculos de Álvarez con la UDI -es militante, pero ha dicho que no se refichará-, señalando que un gremio no puede estar ligado a un partido político que, además, ha sido fuertemente sacudido por los casos de financiamiento irregular de la política, con procesos contra empresarios y políticos históricos de la colectividad, explica un consejero. Otros fustigan que Álvarez no sea empresario o que tampoco venga del mundo de los negocios.
Pero sus defensores refutan tales argumentos y aseguran que, contrario a lo expuesto por Larraín Matte, es necesario que el presidente se dedique 100% a la vida gremial, algo virtualmente imposible para quien dirija, además, sus empresas.
Hay consejeros a quienes no les gustó la entrevista de Álvarez. “Larraín, Said y Santa Cruz fueron a la Sofofa a ofrecer colaborar para la unidad y luego sale Álvarez poniendo la bandera de candidato. Eso no me gustó”, dice un histórico integrante del consejo.
Cercanos al ex ministro, sin embargo, relatan que hace unos dos meses fue consultado por un grupo de empresarios sobre su disposición para asumir el desafío. Lo pensó y aceptó, aseguran en su entorno, pero con tres condiciones: que fuera de unidad, impulsando un cambio generacional, y con foco en trabajar en políticas públicas.
Incluso, afirman que Álvarez ha buscado acercarse a este grupo de cinco empresarios y que le comentó a uno de ellos su intención de reunirse. Pero no ha recibido respuesta.
EL PERFIL DEL PRESIDENTE
El presidente de Enersis Chile y consejero de Sofofa, Herman Chadwick, no duda en describir el perfil del próximo timonel del gremio. “Debe ser más bien joven, de 45-50 años, empresario, flexible, abierto al cambio. Que tenga buenas relaciones no sólo con los empresarios, sino también con el mundo público. Que sea inteligente”.
Y añade: “Que se exprese bien y que señale las posiciones del empresariado no con voz de empresario, sino con voz de ideas que se lanzan, que se pueden debatir, que se pueden conversar. No imponer, sino que ganarse el favor de la gente y que el país entienda, que el gobierno entienda, que lo que está planteando el empresariado es por el bien de todos, no por el de los empresarios”.
Chadwick considera esencial que la próxima elección incorpore un recambio generacional. “Rodrigo Álvarez ha anunciado su disposición, pero también están Gonzalo Said, Richard von Appen, Bernardo Larraín Matte, Juan Manuel Santa Cruz… Hay varios de esa generación”, detalla cuando se le pregunta por nombres.
Un matiz distinto muestra el consejero, abogado socio de Barros & Errázuriz y presidente de Oxiquim, Fernando Barros. “El eslogan del recambio generacional parece una acción de marketing que evade el tema de fondo. Hoy, hay numerosos casos de altos directivos, jueces, parlamentarios, incluso postulantes a la Presidencia que están en los 60 y 70 y tienen mucha energía, capacidad y experiencia para ejercer bien sus cargos. Hoy, en Sofofa, hay muchas personas, de diversas edades, que podrían dirigirla tan bien como la actual directiva que encabeza Hermann von Mühlenbrock”, señala.
En su opinión, quien asuma el cargo debiera dedicarle 100% del tiempo y dejar sus otras actividades para evitar conflictos de interés. “La Sofofa requiere que se mantenga una tradición muy valiosa, cual es que quienes asuman su presidencia, como ha sido la constante, no tengan sombras o conflictos de interés que pudieren limitar su actuación ante las autoridades o la comunidad; que estén dispuestos a dedicarse a tiempo completo a la acción gremial y dejar de lado durante su mandato las actuaciones que pudieren interferir en el desempeño de su cargo”, enfatiza Barros.
Para el abogado, parece prematuro entrar en los candidatos, pero reconoce que “es indudable que Rodrigo (Álvarez) tiene las capacidades profesionales y humanas para liderar la Sofofa” y que cuenta con el tipo de experiencia en políticas públicas y representación de intereses gremiales, “junto a una trayectoria intachable, que le dan una ventaja indudable”.
Para el consejero Félix Bacigalupo, quien fue vicepresidente del gremio, “el perfil tiene que ser una persona con experiencia gremial, en el área de empresas y una persona que cree consensos”.
Consultado por Álvarez, destacó que “Rodrigo tiene una amplia experiencia gremial, ha sido presidente de Copsa, del gremio de los alimentos, fue diputado, presidente de la Cámara. También fue ministro de Energía y subsecretario de Hacienda. Ha tenido un recorrido muy amplio, y eso creo que le entrega a la Sofofa una diversidad que es importante”.
Otro consejero histórico, como Fernando Agüero, opina que debe ser “un empresario, joven, con la mayor experiencia posible en el mundo empresarial gremial”. (La Tercera)