Pese a que el proyecto de reforma tributaria minera del Gobierno de octubre 2022 que se discute en el Senado acercó posiciones y métodos con la industria, el debate sigue abierto sobre si el nivel de tributación propuesto es alto o no lo es.
Una tributación alta en Chile implica que las mineras invertirán menos en el futuro, ya que es más rentable realizar inversiones en minas en otros países, y que ello redundará en menor producción en el país. Demostrar que la tributación es alta es una hipótesis difícil, sino imposible de probar en forma inmediata, ya que la forma segura de comprobarla es esperar años a que la inversión se concrete.
Los hechos hablan por sí solos, no obstante, por cuanto los numerosos proyectos que se postergaron debido a la propuesta tributaria minera del Gobierno de julio de este año continúan en este status. De paso, el cambio tributario también afecta negativamente a Codelco, pues compromete el desarrollo de El Abra, de los Bronces y de El Soldado, donde Codelco es accionista, y también porque reduce aún más la reinversión del fisco acordada en junio 2022, la que, con la tributación actual, alcanza para financiar una pequeña fracción de los proyectos estructurales y una fracción aún menor con el nuevo proyecto.
La clave del desarrollo minero es, entonces, la inversión minera futura. ¿Cómo se comportará esta? Lo que sabemos del pasado es que la inversión minera que hubo en Chile entre 2004 y 2020 (56,5 mil millones de dólares de Codelco y 93,4 mil millones de dólares de la minería privada, expresada en moneda 2020) se tradujo en un crecimiento de solo 0,2% anual de la producción de cobre, a pesar de que se construyeron ocho nuevas grandes minas: Esperanza, Antucoya, Andacollo, Spence, Sierra Gorda, Gabriela Mistral, Ministro Hales y Caserones. Es esperable que esta baja conversión de inversión a producción continúe en el futuro, ya que la reposición de la capacidad productiva de minas que envejecen es muy costosa.
Y si bien el crecimiento futuro de la producción podría ser algo mayor que el de los últimos 18 años, el mejor escenario a la vista es poco alentador, por cuanto indica que la minería privada podría aumentar su producción solo hasta 1% anual. Codelco planifica no reducir la producción, pero sí mantenerla constante hasta 2045, como lo indicó su presidente ejecutivo el 8 de marzo pasado.
Ello significa que la contribución de la minería chilena al desarrollo y al crecimiento del Producto Interno Bruto provendrá, fundamentalmente, de la inversión, de mayores impuestos y de vinculaciones con empresas en el resto de la economía, y muy poco será debido a la mayor producción. Invertir menos en minería, sin embargo, tiene un impacto desastroso en el crecimiento económico del país.
Volviendo a las estimaciones, hay tres mediciones clave. Primero, el nivel de tributación actual; segundo, el nivel propuesto, y tercero, el nivel de tributación que no hay que superar, y que es el del principal competidor de Chile en inversión y producción de cobre, Perú.
Las estimaciones del Gobierno y de los gremios mineros difieren en método y, por ello, en los valores absolutos, pero no siempre en las diferencias. Efectivamente, para el nivel promedio de precio futuro (374 c/lb), la propuesta del Gobierno, las cifras presentadas por el Consejo Minero y las del modelo UC indican que en tributación efectiva la propuesta de octubre significa 8,5 puntos, 10 puntos y 7,8 puntos por sobre la situación actual, respectivamente. Es decir, hay bastante acuerdo, pero al mismo tiempo, deja a la vista que subir la tributación efectiva en 8 a 10 puntos es muchísimo.
No hay acuerdo, sin embargo, para la diferencia entre el nivel de la tributación de Perú y Chile con reforma, que sitúa a Chile tres puntos bajo Perú según el Gobierno, mientras que el Consejo Minero y el modelo UC ubican a Chile con reforma 7,7 y 2,4 puntos por sobre Perú. Este último valor, obtenido con la participación de académicos de varias universidades, es coherente con mediciones anteriores de Jorratt, Peters y Lagos de agosto 2021.
De ello se concluye que una reducción de tres puntos porcentuales de la tributación efectiva de la actual propuesta del Gobierno ubicaría la tributación futura en el mismo nivel de Perú, daría pie a una mirada más optimista y, al mismo tiempo, podría, presumiblemente, reiniciar varios proyectos de inversión cuya ejecución está suspendida. (El Mercurio)
Gustavo Lagos
Profesor UC