El Ejército de Israel informó que al menos siete de sus soldados han muerto desde que ordenó a las tropas israelíes invadir vía terrestre el sur del Líbano, operación iniciada la madrugada del martes para llevar a cabo una ofensiva terrestre contra el grupo chií Hezbolá.
Poco después de anunciar su primer muerto en territorio libanés desde la guerra de 2006, identificado como el soldado Eitan Itzhak Oster, un nuevo comunicado castrense recogió los nombres de otros siete fallecidos en combate.
Los fallecidos son los capitanes Harel Etinger e Itai Ariel Giat, ambos de 23 años; los sargentos de primera clase Noam Barzilay, de 22 años, y Or Mantzur y Nazar Itkin, de 21; y los sargentos Ido Broyer y Almken Terefe, también de 21.
Según el diario The Times of Israel, Ettinger, Giat, Barzilai, Mantzur, Itkin y Oster murieron en combates de corta distancia contra los milicianos de Hezbolá en una localidad del sur del Líbano, mientras que otros cuatro soldados resultaron heridos.
El otro incidente, sobre el que las fuerzas armadas no dieron más detalles, acabó con la vida de Terefe y Broyer, e hirió a un soldado de la brigada Golani, de élite de infantería, de la cual otro uniformado resultó herido en un cuarto incidente.
El Ejército se refirió por primera vez este miércoles al desarrollo de combates de corta distancia en el sur del Líbano, donde hasta ahora sólo hablaba de bombardeos.
Hezbolá, por su parte, anunció en un comunicado por la mañana, también por primera vez, que mantenía enfrentamientos contra un grupo de soldados israelíes “infiltrados” en la localidad sureña de Maron al Ras, pegada a la línea divisoria común, e insinuaba haber causado muertos.
“Hasta ahora, más de 150 infraestructuras” han sido destruidas en ataques aéreos, según un comunicado castrense emitido con anterioridad, incluidos cuarteles generales de Hezbolá, instalaciones de almacenamiento de armas y lanzacohetes.
FRONTERA CON EL LÍBANO
Israel moviliza cada vez más soldados junto a la divisoria con el Líbano, donde el martes creó una nueva “zona militar cerrada” en tres localidades a apenas un kilómetro de la frontera, como la que ya creó en la noche del lunes, poco antes de lanzar su operación de invasión terrestre.
Esta tarde, las fuerzas armadas anunciaron en este sentido la entrada de la división 36, que incluye brigadas acorazadas y de infantería en el Líbano para unirse a la ofensiva hebrea contra Hezbolá, que deja en la últimas dos semanas cerca de 2.000 muertos.
HEZBOLÁ ASEGURA HABER DESTRUIDO TRES TANQUES ISRAELIES
El grupo chií libanés Hezbolá afirmó este miércoles que está contraatacando a las tropas de Israel que avanzan a través de la frontera hacia el sur del Líbano, mientras que aseguró que ha infligido bajas en las filas israelíes mediante el lanzamiento de proyectiles contra tanques y helicópteros, además de soldados.
La formación armada indicó que sobre las 17:00 hora local (14:00 GMT) lanzó “misiles guiados” contra tres tanques Merkava -que supuestamente fueron destruidos- que avanzaban hacia la ciudad de Maron al Ras, donde esta mañana se produjeron los primeros choques directos entre los israelíes y Hezbolá en territorio libanés.
Asimismo, el grupo dijo que detonó dispositivos explosivos en las localidades de Kfar Kila y de Salis, fronterizas con Israel, al paso de las tropas de infantería que, posteriormente, fueron atacadas con armas medianas y cohetes.
Hezbolá aseguró que esas acciones provocaron bajas entre las filas de los soldados israelíes. Sin embargo, el Ejército de Israel tan solo ha reconocido la muerte de ocho de sus soldados desde el inicio de la invasión terrestre al Líbano.
Por otra parte, el grupo indicó que lanzó un misil tierra-aire contra un “helicóptero enemigo” que sobrevolaba la localidad de Beit Hillel, lo que le obligó a retirarse.
“Desde entonces, ningún helicóptero ha aparecido en los cielos a lo largo de la frontera libanesa con la Palestina ocupada”, dijo Hezbolá en otro comunicado en referencia a la divisoria con Israel. (Bio Bio EFE)