El 11 de noviembre, como cada lunes, se realizó un comité político ampliado en La Moneda. Hubo una particularidad: solo llegaron dos representantes de los ocho partidos de la alianza que sustenta el gobierno del Presidente Gabriel Boric: Efren Osorio, de Acción Humanista, y el diputado Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social.
Los dos dirigentes hicieron una solicitud a los ministros Carolina Tohá (Interior, PPD) y Álvaro Elizalde (Segpres, PS): que desde ese momento en adelante comiencen a asistir los presidentes de todas las colectividades a cada comité político, como se hacía en el comienzo de la administración de Boric. Especialmente en momentos en que ocurra algo relevante. Algo que se concretó la semana pasada y nuevamente esta mañana, poselecciones.
Los partidos de la alianza habían acordado hacer esa propuesta en la reunión telemática que tuvieron horas antes. El argumento que pusieron sobre la mesa para tomar esa decisión fue que hoy en día no son diez colectividades como lo eran en un principio, en consideración de que Convergencia Social y Revolución Democrática se fusionaron en el Frente Amplio, y Comunes fue disuelto, por lo que, creen, es factible que todos estén sentados a la mesa del salón Democracia y Memoria nuevamente.
El diseño de cuatro partidos por reunión se estrenó el 15 de mayo del año pasado por iniciativa de La Moneda. Y se hizo con la intención de dinamizar una instancia que, según algunos de sus protagonistas, resultaba tediosa por el alto número de representantes en ella.
En todo caso, particularmente entre los timoneles del Socialismo Democrático existe un mal diagnóstico sobre los comité políticos. Según sinceran algunos de ellos, se han convertido en instancias para hacer repasos de los temas de contingencia más que en espacios de discusión y reflexión política.
De hecho, varios de los timoneles esperaban hasta el viernes para hacer ver sus preocupaciones y emitir sus descargos ante el gobierno en las reuniones semanales que cita Miguel Crispi (Frente Amplio), el jefe de asesores de Presidencia y uno de los más íntimos colaboradores del Presidente Boric. O también en los encuentros uno a uno que comparten con Carlos Durán (Frente Amplio), el jefe de gabinete del Mandatario.
Así las cosas, hoy entre los partidos del oficialismo hay expectativa sobre que el nuevo diseño contribuya a que el gobierno pueda, por medio de la alianza, retomar su agenda y algunos de los proyectos más importantes que esta incluye, como la reforma de pensiones, y así asegurarle un legado al Presidente Boric antes de que su administración concluya.
Esto, en particular, luego del respiro que implicó para el Ejecutivo la segunda vuelta de la elección de gobernadores regionales concluida anoche, que dejó a la izquierda y a la centroizquierda con diez de los 16 escaños en sus manos. En La Moneda temían un efecto electoral de la denuncia por violación contra el exsubsecretario Manuel Monsalve, pero, con resultados en mano, hoy reconocen estar aliviados. (La Tercera)