El senador y precandidato presidencial de Renovación Nacional (RN), Manuel José Ossandón, aborda la actualidad con DF en su ya reconocido estilo directo. Advierte que si Chile Vamos no condena con firmeza el financiamiento irregular de las campañas y lo ocurrido con el ex senador Jovino Novoa no tiene futuro. Y ante la posibilidad de competir con el ex presidente Sebastián Piñera, pide mirar las encuestas en las que él está alcanzando al ex mandatario: “Caballo pillado es caballo ganado”, dice con una amplia sonrisa.
– ¿Qué piensa del nuevo referente que creó su sector?
– Tengo mucha esperanza en esto, pero soy pragmático y creo que para que exista una nueva coalición con fuerza debe tener las reglas claras. En el contexto actual, si Chile Vamos no critica lo que hizo la UDI con Jovino Novoa le está demostrando a Chile que es la misma derecha, que cambió de nombre no más. En el tema de la corrupción o del financiamiento irregular de las campañas políticas o de la política, Chile Vamos debe tener una posición firme, no puede ser ambigua, condenar lo que ha pasado.
– También está el caso del senador Orpis.
– Yo diferencio el caso de Orpis, porque él no ha mentido, reconoció que tuvo financiamiento irregular en su campaña, lo que ha afirmado es que no se lo compraron, que pidió ayuda. Y reconoce el error.
– ¿Se puede superar esta etapa tan mala para la política?
– Hoy día no vamos a superar nada si no somos transparentes y decimos la verdad. Hay una sensación inmensa de impunidad, porque cuando hacen zumbar a una persona como Orpis, pero no tocan a la presidenta Bachelet ni a los ex presidentes Piñera y Frei, claramente hay una cortina de impunidad. Dan versiones que nadie cree.
– ¿Le preocupa que el tema del financiamiento irregular de las campañas llegara hasta el ex presidente Piñera? Las señales de la derecha es que lo cuidan como el más probable candidato presidencial.
– No, quién dijo eso. Mire las encuestas. Caballo pillado, es caballo ganado (ríe). No me preocupa. El tema de Piñera, Frei y la Presidenta, cada uno lo tiene que enfrentar y van a tener que enfrentar en algún minuto a Chile y dar explicaciones. Si realmente no tienen nada que ver, la prueba de la blancura será si ellos se querellan o no contra las personas que los metieron en el forro; porque si no hay querellas, es porque sabían.
Es como cuando el señor Matte dijo que no sabía nada, pero el gerente que lo hacía se fue con premio y con aplausos, pues. Y no se querella en su contra, después quiere que le crean.
– ¿Sería la fórmula para dejar atrás el desprestigio?
– Chile tiene una crisis muy profunda de autoridad y honestidad. La de honestidad nos involucra a todos como sociedad. Y de autoridad, porque vemos que las personas que tienen que tomar las medidas no lo hacen.
LA GENTE VOTARÁ POR PERSONAS
– ¿Los casos de colusión provocaron un remezón en la clase empresarial?
– La crisis es tan grande que cuando tú conversas con la gente, no cree en los empresarios, los políticos, no cree en la Presidenta, no cree en los periodistas, no cree en los medios, no cree en los gremios. Lo que ha pasado ha sido un remezón inmenso para Chile, pero es una tremenda oportunidad. Porque el sistema económico le gusta al 99% de los chilenos. Lo que no queremos es entrar por la ventana, recibir las migajas en el chorreo. No queremos abusos. Por lo tanto, es la oportunidad de parar la máquina y ese es el gran error que está cometiendo el gobierno, que en vez de construir sobre lo logrado, están destruyéndolo para refundar todo.
– La derecha siente que con su discurso representa a la gente.
– Ni la derecha ni la izquierda representan a la gente. Una de las grandes oportunidades es que están muriendo las izquierdas y las derechas y la gente va a empezar a votar por las personas.
– ¿Cómo en las municipales?
– La votación de la presidenta Bachelet fue por una persona, lo que pasa es que cometió errores graves. La elección presidencial está muy abierta porque la gente va a decir ‘en este grupo a quién le creo’. Porque muchas de las cosas que van a contar, y de ahí la crisis de autoridad, es que hay que decirle a la gente la verdad de lo que se puede hacer y lo que no. Por ejemplo, todos hablan de las AFP, pero nadie -ni siquiera la comisión especial que hizo la Presidenta- dice que hay que desarmar las AFP, porque sabe que Chile no tiene plata para eso y si las desarman la crisis será mucho más grave. No se atreven a decirlo. Entonces, hablan de un sistema de reparto. ¡Pero si se acabó la plata para la gratuidad, de dónde van a sacar plata para las pensiones! Nadie se atreve a decirle la verdad a la gente y la gente está ansiosa de que le digan la firme.
– ¿Cree que su carácter directo le da una ventaja sobre los precandidatos de su sector para las presidenciales?
– No soy yo el que tiene que decir eso. Yo me he destacado por decir la firme y tener una buena gestión.
– Se lo acusa de populista.
– Y yo digo sí, soy populista porque denuncio a los que se coluden. Saqué un 70% de los votos y le diría que de las mejores municipalidades en el tema financiero y de desarrollo era lejos Puente Alto. Así que tengo experiencia social, de calle y de gestión. Pero aprendí que la gente tiene mucho más sentido común que lo que uno cree. Cuando a una persona le dices la verdad, te lo agradece. Nosotros nos llenamos de mentiras, cuando ves los programas presidenciales, los temas de las AFP, las pensiones, la salud, se habrían acabado hace muchos años si cumplieran con los programas. ¡Si todos arreglan todo!
– ¿Cree que eso le da una ventaja por sobre los demás?
– Creo que he logrado un nivel de credibilidad súper importante en la política chilena y eso es una tremenda ventaja. Con un costo inmenso, porque siempre apareces como el traidor. Tengo un ejemplo clarísimo, cuando fui candidato a senador dije que la derecha estaba secuestrada por los poderes económicos. Penta fue clarísimo, fue la demostración del secuestro más salvaje. Pero no sabía que la Nueva Mayoría también estaba secuestrada por SQM y por otros señores. Ahora te digo que la política chilena estaba secuestrada por los poderes económicos y de eso tenemos que librarnos.
– ¿Cómo se entiende la necesidad de los políticos de salir del desprestigio con, por ejemplo, la polémica que se suscitó por los adelantos de dieta a los parlamentarios?
– No corresponden. Como buen campesino, aquí se está cosechando lo que se sembró. Yo hago un llamado a que en Chile, partiendo por nosotros, recuperemos la dignidad y la ética. Hay cosas que son legales, la martingala de los préstamos es legal, pero no es ética. Y si nosotros no trabajamos éticamente, vamos a terminar todos mal, por eso me da mucha rabia que nos metan a todos en el mismo saco.
– ¿Cómo afectaría a la institucionalidad que la nuera de la Presidenta fuera formalizada?
– Lo que más me preocupa es que algunos fiscales están muy preocupados de dar grandes declaraciones a la prensa y no hacen la pega. Yo creo que un proceso judicial, sea la nuera de la Presidenta, mi nuera o la nuera de la señora del kiosco de la esquina, necesita el mismo trato.
– ¿Cómo cree que será la campaña presidencial en el contexto de SQM y Penta en que va a ser más difícil conseguir recursos?
– Mejor, pues, más ingenio. Porque yo viví y fui víctima de eso, competir con millones y millones de dólares que, además, se dedican a destruirte. Si no tienen plata vamos a competir más parejamente y entre más ingenioso y trabajador seas, mejor te va a ir.
«SIEMPRE HE SIDO PRO EMPRESA»
– ¿Cuánto afecta al país la mala imagen de los empresarios por los casos de colusión?
– Es gravísimo, porque en un sistema que se basa en la libertad, los grandes defensores de la libertad eran los que la mataban a escondidas.
– ¿Los empresarios?
– Algunos empresarios, porque siempre en Chile cuando hablamos de los empresarios pensamos en los grandes empresarios y el 80% son mucho más chicos.
– ¿Los que han dado las señales negativas son los grandes empresarios y eso afecta a todos?
– Y le hacen un daño inmenso al sistema. Eso demuestra que tenemos que trabajar por un Chile mucho más humano y solidario. Está bien ganar plata, pero no matando a nadie, no estafando a nadie y haciendo que la meritocracia sea colectiva; o sea, que tengamos responsabilidad social. Una empresa no sólo es para ganar plata, la empresa tiene un deber social esencial que es desarrollarse, que se desarrollen todos los que trabajan en la empresa.
– ¿Cree que los grandes empresarios tienen conciencia de eso?
– No sé, es hacer un juicio personal. Pero los que se coluden no. Cuando te coludes es porque no la tienes, si tú estás reventando el sistema, estás haciendo trampa.
– ¿Y cómo se relaciona usted con los empresarios?
– Siempre he sido pro empresa, no pro empresarios. Y cuando fui alcalde trabajamos extraordinariamente bien, pero no era con las personas era con el desarrollo de las personas. Inversión, trabajo, desarrollar buenos proyectos. Hacer bien las cosas no más.
– Pero usted ha dicho que no lo quieren mucho.
– Lo que pasa es que lo que hice en el gobierno de Piñera fue gritar que iba a pasar lo que está pasando. Entonces, el grupo empresarial se está dando cuenta de que tenía razón y lo que dije fue que el país, con las diferencias que tiene, es inviable. El crecimiento económico es importante, pero de qué nos sirve si no hay paz social.