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Interna DC: 48 alcaldes suscriben carta respaldando a Carolina Goic

Un grupo de 48 alcaldes de la Democracia Cristiana o afines al partido suscribió esta semana una carta en la que entregan su apoyo a la actual presidenta de la colectividad, Carolina Goic, para mantener el timón en la elección interna del próximo 8 de enero.

“Valoramos el impulso que la gestión de la presidenta Goic le ha dado a nuestro partido. Cuando asumió, en las circunstancias que todos conocemos, la Democracia Cristiana estaba con el ánimo decaído y con poca confianza en su futuro”, dice el primero de los seis puntos de la misiva -que representa a casi el 80% de los ediles del partido-, apuntando a la compleja posición en que se encontraba el ex presidente, Jorge Pizarro cuando abdicó del cargo, en abril pasado, producto de la investigación que implicaba a sus hijos en el caso SQM.

“Creemos que esa situación se ha revertido, y hoy nuestra colectividad enfrenta los desafíos con un espíritu renovado y con fe en su gente y sus capacidades, todo ello desde la perspectiva del humanismo cristiano”, se agrega en el texto.

El grupo hace un reconocimiento también al despliegue territorial que encabezó la senadora durante la campaña municipal, y remarca “la defensa que hizo la presidenta Goic del aporte y valor real de la DC en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, reafirmando que somos el partido más grande de la Nueva Mayoría y que nuestra voz debe ser considerada”.

Con esto, valoran uno de los emblemas que defiende la lista de Goic para la próxima contienda interna, que es reivindicar la identidad democratacristiana con miras a una futura coalición de gobierno. Además, hacen frente a las críticas que sus adversarios han realizado a su gestión, planteando a la DC como el partido “de los matices” dentro de la Nueva Mayoría.
Al respecto, los alcaldes señalan en la carta que “la lealtad muchas veces exige valor para plantear ciertos puntos, y eso fue lo que se hizo”.

Luego, ante el debate acerca de si la DC mantendrá o no su sociedad con el actual bloque oficialista -en el que la senadora ha hablado de una “Nueva Mayoría 2.0”-, destacan su “claridad para señalar, sin lugar a dudas, que la DC es un partido que se ubica en la centroizquierda”. Finalmente, valoran el carácter transversal de la lista de Goic, asegurando que “ha fortalecido la unidad de nuestro partido, acercando posiciones entre sectores que tienen legítimas diferencias y puntos de vista”. (La Tercera)

G. Eguiguren (Kimberly): «CMPC hizo acusación sin fundamento alguno»

«Accedí a dar esta entrevista porque me siento víctima de una tremenda injusticia, de un brutal atropello. Considero que la colusión es un delito gravísimo, una traición a los consumidores, y no voy a resignarme a ser condenado en la plaza pública por acusaciones falsas».

Así resume a El Mercurio Gonzalo Eguiguren Correa, ex ejecutivo de Kimberly Clark (KC), el trance por el que pasa en estos días, luego de que su nombre saltara a la palestra pública al filtrarse que en su delación CMPC lo involucró en el caso Pañales.

«Siento como si me hubiera pasado un aplanadora por arriba. Imagínese lo que es para alguien bastante desconocido, como yo, hacerse famoso por esta infamia y recibir una condena implacable, siendo que ni siquiera hubo una acusación en mi contra, porque yo nunca participé en ninguna colusión», agrega Eguiguren, quien -afirma- seguiría acciones legales civiles y penales por estos hechos.

Luego de que la FNE archivara la causa este viernes. el ex ejecutivo destacó que se «queda con la frase de la Fiscalía, que dice ‘no existiendo antecedentes que permitan entablar un eventual requerimiento ante TDLC’. Todo el resto me parece indignante, especialmente que se diga que se cierra la investigación por la prescripción, porque queda la sensación de que esto no se investigó, porque ha pasado el tiempo, cuando la verdad es que nunca hubo un caso».

«Y me indigna que la CMPC, con el propósito de zafar de una millonaria multa por el tema tissue , haya hecho una acusación sin fundamento alguno respecto de otro tema, generándome un enorme daño a mi familia y a mi honra».

Eguiguren recalca que la Fiscalía Nacional Económica nunca lo llamó para investigar el caso, «ni siquiera por teléfono»y que «no tenía idea de que había una investigación en curso o archivada y mucho menos que me involucraba. La CMPC hizo esta declaración hace casi dos años y a mí ni siquiera me pidieron un solo antecedente».

En cuanto a las declaraciones de CMPC, el ex gerente afirmó que «me llamó poderosamente la atención que todo lo señalado por CMPC sea en potencial, sin ningún antecedente cierto.

Por ejemplo, habló de acuerdos de precio que se ‘habrían’ producido. Todo es hipotético». «Otra cosa increíble que se señala es que se habría llegado a un acuerdo de precios para el segmento premium de pañales, en circunstancias de que en ese mercado la CMPC no era un actor. Entonces, la verdad es que esto me parece inverosímil, simplemente no puedo creer la liviandad de la declaración. Es simplemente insostenible». (Emol)

Bachelet: «Tengo totalmente descartado seguir en política chilena»

El sábado 24, Michelle Bachelet cocinó un chupe de centolla. En su casa, recibió a su familia para pasar la Navidad. Vino su hija Francisca desde Argentina; Sofía, la menor, y su madre, Angela. Pero Sebastián Dávalos no fue. Menos su esposa, Natalia Compagnon. Tampoco los dos hijos de ambos, los únicos nietos de la Presidenta. A ellos, la Mandataria les tenía regalos. Legos y un set de paneles solares para armar distintos objetos. Se nota que la Presidenta tiene una pena. Una tristeza ya madura, decantada, de esas con las que una aprende a lidiar. Se nota cuando se da pequeñas licencias para hablar de su futuro -irse a la playa o plantar tomates-, pero la guarda de inmediato para volver a su realidad de mujer fuerte al mando de un país. De un Chile en el cual ve avances, pero aún muchos pendientes. Entre ellos, que la mujer tenga un nuevo trato en esta sociedad. Bachelet dice que hay mucho machismo aquí. Y en la política, sobre todo. Y que lo ha vivido en carne propia.

El tema del género ha estado presente a lo largo del año en diversas discusiones. Estuvo en las marchas de Ni Una Menos o en las condenas por los actos de violencia del cual fueron víctimas, por ejemplo, Nabila Rifo. También en el Congreso, por el aborto; en el debate por el acceso de mujeres a liceos emblemáticos. ¿A qué atribuye que el tema haya entrado con tanta fuerza?

El tema de la igualdad de derechos y de oportunidades de las mujeres es antiguo. Ha habido movimientos muy importantes que han estado detrás de buscar que las mujeres puedan ser ciudadanas de primera categoría y no de segunda categoría. Es evidente que cuando esto se une con hechos que destacan en un contexto de medios y redes muy activas, toma más altitud en el debate, en términos de masificación. Sin embargo, a mí no me parece que esto sea todavía suficientemente analizado, debatido, discutido en la mesa de comedor o al desayuno en las familias.

¿Falta todavía para hablar entonces de un nuevo trato?

Creo que esa es una bonita consigna, pero no hemos logrado un nuevo trato todavía. Se ha avanzado en algunos elementos, pero falta muchísimo para avanzar.

Ud. fue la primera Presidenta mujer y ha gobernado dos veces este país. Entremedio fue directora de ONU Mujer y ha dicho que la política todavía es muy machista. ¿En qué lo percibe?

Es un espacio aún muy masculino, primero. O sea, uno ve mucho más corbatas, ternos, o más hippies, pero muchos más hombres que mujeres. A los partidos, cuando se solicitan nombres de mujeres de excelencia para distintas posiciones de trabajo, o también para candidatas, la verdad que no abundan. Por ejemplo, hablan de los varones, con B larga y con V corta… Ha habido mujeres presidentas de partidos: Soledad Alvear, Carolina Goic, Isabel Allende, pero es un fenómeno relativamente nuevo. Y cuando usted tiene más mujeres en un Parlamento o de concejales, es un buen ejemplo, porque empodera a las mujeres. Yo me puse una meta: 40% de directoras de empresas, y lo cumplimos hace un mes, pero como nombré a Alejandra Krauss como ministra del Trabajo, me disminuyó el porcentaje.

Va a tener que reemplazarla.

La vamos a reemplazar. Ahora, Chile es un país curioso. Cuando llegué el 2014, teníamos una presidenta del Senado, Isabel Allende; una presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa; las presidentas de la Feuc y de la Fech eran mujeres. Entonces, yo siempre cuando salgo afuera digo, en broma: ustedes dirán que Chile es el paraíso para las mujeres. Y no, lo que demuestra que los cambios culturales demoran más. Está bien tener mujeres en lugares importantes, pero eso no significa que de manera automática se generen los cambios culturales que permitan que mucho de esta estructura sexista y machista que existe en la sociedad chilena pueda cambiar. Hemos avanzado, pero todavía falta más. Yo veía un estudio del PNUD: decía que hace una década, el 38% de los chilenos manifestaba que solo los hombres podían ser mejores líderes que las mujeres. Y este año se hizo la misma pregunta, y el 80% estuvo en desacuerdo con esa afirmación. ¡A lo mejor dicen que ninguno es bueno! Jajajá. Es lo más probable -continúa riendo-. Por este grado de desafección de la política que hay…

¿Y qué tipo de machismo le toca a usted vivir? ¿Siente que las críticas son más duras por el hecho de ser mujer?

La crítica, cuando es en función de las ideas, de un proyecto, bienvenida sea.

Ese tipo de crítica no tiene necesariamente un sesgo determinado. Lo que sí creo es que si hay un Presidente hombre que está pasando por alguna situación difícil, nadie habla de debilidad, de falta de liderazgo. Son otro tipo de expresiones que se utilizan, ¿no? Más allá de eso, las personas tienen lo que se llama un sesgo inconsciente o invisible y valoran de distinta manera a las mujeres y a los hombres. Y hay miles de estudios que lo demuestran. Por ejemplo, el de una pareja de estupendos funcionarios, en que los dos dan una entrevista regular no más. Y la respuesta del panel ante la mujer es: “Es insegura”. Y ante el hombre: “Tiene potencial”.

¿Y usted lo siente?.

Lo siento, pero no me refiero solo a mí. Lo siento cuando veo la actitud de gente estupenda, incluso. Por ejemplo, lo he visto en discusiones de ministros. De repente, una ministra empieza a discutir, y a lo mejor está equivocada, pero los colegas se desesperan y le dicen “espérate” y empiezan ellos a hablar. Cuando hay un hombre que se equivoca o que no lo hace bien, puede haber crítica. Pero cuando es la mujer, hay una crítica distinta. No me atrevo a ponerle calificativo, sino que distinta. Hay sesgo.

Pero, por ejemplo, con todo lo que ha pasado con el caso Caval, ¿cree que la crítica hubiera sido diferente si usted hubiese sido el padre o el suegro y no la madre?

No lo sé, no me atrevería a decir algo. Pero sí lo que quiero decir es que de ahí aparecieron todos los rumores de que yo era débil, que estaba deprimida, que estaba tomando medicamentos, que estaba enferma. Todo eso era mentira. O sea, por supuesto pude haber estado triste, pero no estaba en la categoría que se me estaba describiendo. Y curiosamente, y por eso digo que el sesgo es interesante, porque yo después tenía reuniones con alguna gente que me decía “oiga, pero usted está bien. ¿Pero usted sabe de todos estos temas?…”.

Como sorprendidos porque no estaba deprimida.

Incluso, cuando fui a esa reunión en el CEP, el comentario fue “ohhh”, porque yo hablé, pero parece que ellos creían que los ministros iban a contestar todo y yo no. Entonces, es muy sorprendente para mí. Porque como he sido siempre autónoma, trabajadora, estudiosa y me conozco los temas, que alguien pueda imaginar que uno está como en otra, es muy curioso. Entonces uno dice: ¿Será porque soy mujer que pueden permitirse creer de que uno no está en condiciones de gobernar? Entonces, ahí yo identifico, por los comentarios que ellos me hacían a mí.

Durante su primer gobierno se acuñó el término del femicidio político.

Lo mencionó usted en una entrevista.Y no lo repetí nunca más, porque me sacaron la mugre por eso, jajajá. No lo voy a volver a repetir tampoco.

¿Cree que aplica para las dificultades que le ha tocado vivir en este segundo gobierno?

Mire, yo creo que dificultades ha habido de todo. Entre otras cosas, que aquí hay un proyecto de gobierno que no todos comparten. Y cuando alguien no quiere una reforma tributaria, naturalmente la critica, o si alguien cree que el lucro es legítimo, por supuesto que una ley de inclusión no corresponde con sus intereses y, por tanto, hay una pelea política o económica. Por eso, yo no digo que todo es porque yo soy mujer, no, pero sí creo que hay algún tipo de comentarios que sí tienen que ver con ese componente.

¿Usted se ha sentido juzgada públicamente en su maternidad?

A ver, he sido juzgada en todos los ámbitos, en realidad. Pero uno es una figura pública. Sin embargo, alguna gente dice que la política es sin llorar. En el discurso de la noche en que gané la primera vez dije que yo creo que uno es razón, pero también es emoción. Y yo entré a la política por las dos razones. Primero, por una convicción muy profunda de que la injusticia no tiene por qué ser, no hay que naturalizar ni la injusticia ni la desigualdad. A mí me duelen las cosas. Y si hay alguien que está en la política y no le importa la gente, no debiera estar en la política. Porque si uno está en esto es para mejorar la vida de la gente. Entonces, yo no separo razón de emoción. O sea, no quiere decir que ande todo el día emocionada, no. Lo que estoy diciendo es que a mí me importan las cosas, me importa la gente. Y creo que eso es positivo, no es malo. Mientras no le nuble la razón. Y yo no me nublo. No me mareo con la altura, ni me nublo.

Uno de los temas recurrentes cuando se habla de cómo la mujer participa en política es cómo compatibiliza funciones con sus roles familiares, que es curioso, porque los hombres también tienen roles familiares. ¿No le incomoda a usted que eso sea una constante?

Eso les pasa a todas las mujeres trabajadoras también. Las mujeres que trabajan y hacen turno. De alguna manera, la sociedad las castiga moralmente. Que abandona la casa, que deja a los niños. Para la mujer, en general, insertarse en el mundo laboral y, por ejemplo, aspirar a ser gerente, si no se dedican todo el tiempo del mundo, no tienen alternativa de subir, porque se les exige sin tomar en consideración (lo demás). En Chile tenemos muchos más avances en algunos de estos temas que en Estados Unidos, donde no hay prenatal y posnatal. Pero igualmente en la cultura de las empresas el que la mujer se embarace es como un detrimento para la empresa. En la política pasa lo mismo. Cuando participaba en los temas de defensa, participé con un grupo muy interesante de mujeres en Estados Unidos que tenían un boletín cuyo titular era: “Sí, las mujeres podemos hacerlo todo. Pero no todo al mismo tiempo”. Eso debiera ser con los hombres también, en el sentido de que los hombres debieran compartir la responsabilidad familiar. Esto es un asunto cultural. En Europa, las familias se distribuyen las tareas; yo conocí a un diplomático danés que era el encargado de planchar en su casa. Imagínese en Chile cuántos hombres planchan. La mayoría no, para qué estamos con cosas. Ni lavan, ni cocinan, ni nada.

Salvo un asadito, las cosas como entretenidas ¿no?

A propósito de cambios culturales, ¿cómo hubiera reaccionado usted si le hubiera tocado estar en la ceremonia de Asexma donde se le regaló la muñeca inflable al ministro de Economía?

O sea, lo primero que yo habría hecho es averiguar cuál es el regalo que pensaban hacerme. Y negociar. Ahora, lo que pasa es que, en este caso, efectivamente a él le dijeron que había otro regalo.

¿Qué le iban a regalar?

Una almohada, me dijeron. No entiendo muy bien cuál era el símbolo. Si la economía estaba durmiendo o no sé… Pero más allá de eso, cuando a uno la pillan de improviso hay gente que reacciona muy rápido y hay otra gente que no. A mí me hubiera gustado decir: mire, no, la economía se resuelve incorporando más mujeres al mercado laboral.

¿Qué hubiera esperado usted de una reacción de un ministro?, porque usted fue crítica de lo que ocurrió y también de la reacción del ministro.

Bueno, yo creo que él no reaccionó como debía. Como digo, él me explicó que realmente lo pilló tan de sorpresa, que no pudo reaccionar adecuadamente. El habló largo conmigo al respecto. Pero ¿sabe qué? La foto del ministro me impresionó, pero más me impresionó cuando ampliaron la foto.

Estaban todos felices.

Salvo uno u otro que estaba como mirando para abajo, estaban todos muertos de la risa. Y es bien lamentable, porque hay un uso cosista de la mujer. Además, con una tapa en la boca, muestra que existe en Chile sexismo y machismo. Y mucho inconsciente también, porque sí hay gente que lo encontró divertido (…). Lo positivo es que generó un amplio repudio, pero duró ¿dos días? Un debate de fondo, serio, que ayude a hacerse cargo del tema contra la violencia como mujer todavía no hemos dado como sociedad.

Cuando pasó este episodio, lo primero que se le vino a la cabeza fue ¿qué vulgar o qué machista?

Más bien qué sexista, qué machista y, además, vulgar.

Ud. fue impulsora de un gabinete paritario. Hoy es mucho mayor la representación masculina que femenina. ¿Cambió de parecer sobre ese tema o ha habido más dificultades de las que se esperaba?

Uno pide nombres a distintas personas y también a los partidos políticos, pero muchas veces no cumplen con los perfiles o la experiencia que se requiere para ciertos cargos. Además, porque yo había dicho que no me iba a repetir los ministros anteriores. Hay gente estupenda, pero no iba a repetirme el plato con ninguno de ellos. Hubo ciertos obstáculos, pero yo creo que aquí hay dificultades en los partidos políticos para destacar a sus mujeres.

Ahora no pueden llenar la plantilla parlamentaria con la ley que dice que no puede haber más del 60% del mismo sexo.

Están súper complicados con el 40%. Tienen que resolverlo, el problema es que es por subpacto, entiendo. Y creo que por un lado, en los nuevos cupos, incorporando mujeres (se puede resolver). Yo sé que todo el mundo quiere continuar y se entiende.

Pero también es hora de que abramos espacios para otros liderazgos.

Otro de los proyectos que tienen que ver con la mujer es la interrupción del embarazo en tres causales. ¿Ha sido más difícil de lo que usted esperaba?

No, porque yo sé que este es un tema que tiene distintas posturas. Nosotros, lo que estamos haciendo es despenalizar la interrupción del embarazo por tres causales. Y al interior de la propia coalición hay opiniones diversas. Lo primero que yo quiero decir es que este proyecto de ley no pretende que las mujeres aborten. Lo que dice es que si por cualquiera de las tres consideraciones las mujeres consideran que no pueden vivir con ello, que las sobrepasa, puedan tener la opción y que no vayan por la cárcel por ello. Pero, por supuesto, van a ser acompañadas, apoyadas si desean mantener la situación.

Completamente. Ahora, también es bueno que haya un Parlamento con más mujeres, para que sean ellas quienes discutan de temas que viven las mujeres. Hasta ahora, por lo menos, los hombres no van a vivir jamás ni el embarazo ni la posibilidad de interrumpirlo.

¿Cree que va a terminar su gobierno con este proyecto despachado ya?

Yo espero que sí. Voy a hacer todos mis esfuerzos por eso.

Presidenta, ¿dónde se imagina que va a estar o dónde quiere estar el 25 de marzo del 2018?

Ojalá como en una playa, diría yo. Jejejeje. En una playa, tal vez. En un lugar dándose un tiempo de descanso, un respiro, porque la verdad que cuesta desenchufarse, no en el sentido del trabajo diario, sino que me pasó la vez pasada. Un día hubo un apagón, cuando estaba el gobierno del Presidente Piñera, y mi actitud fue pararme a llamar por teléfono, decir qué está pasando, qué puedo hacer. Es el sentido de responsabilidad. No sé si me entiende, pero uno ha estado cuatro años teniendo que lidiar con mil temas.

¿Cómo un síndrome de privación?

No, para nada. Tengo la impresión de que eso les pasa más a los hombres que a las mujeres. Porque las mujeres tenemos tantas cosas distintas que hemos dejado de lado… Pero es la sensación de responsabilidad. “Podré hacer algo yo para ayudar”. No sé, una cosa curiosa. Pero no creo que me pase esta vez, jajajajá.

¿Y quiere volver después? ¿Seguir en la política? ¿Volver a un cargo internacional?

La verdad es que no me he dedicado a pensar en nada. Obviamente, está absoluta y totalmente descartado continuar en la política chilena, desde el punto de vista de cargos de representación. Ya es suficiente. Yo, en broma, siempre digo que quiero dedicarme a cultivar tomates. En el sentido de poder meter las manos en la tierra, algo que uno conoce, y que uno puede tener el producto que uno busca. Pero no es tan simbólico tan solo, ¿ah? Tengo ganas de hacer cosas como más manuales. Sí, sí. A mí me encanta cocinar, además, y todo eso.

¿Acá en Chile?

Yo creo. Pero no he pensado en nada la verdad. Además, para ser franca, no me atrevo a decir nada. Porque la otra vez yo dije que me iba a dedicar a ser abuela y me fui a Nueva York. Así que yo prefiero no decir algo que no estoy segura, pero la verdad es que no he tenido tiempo. Estamos con demasiadas cosas en Chile, entre otras, seguir avanzando para que las mujeres tengan más oportunidades. Tenemos desafíos; gap salarial, brechas importantes. De los puntajes nacionales, 43 mujeres no más. Bueno, tuvimos mejores notas en lenguaje. Aunque yo siempre he dicho que las niñitas partimos hablando antes y no terminamos nunca de hablar…

Y son mejores alumnas en el colegio, pero entran menos a la universidad.

Claro, y eligen distintos tipos de carrera. Por eso impulsamos un proyecto internacional de ciencias, matemáticas e ingeniería, que estimula a que las mujeres también se abran a esos otros espacios y que no sea la niña débil, la princesa, la bonita, y el hombre el valiente, el bravo, el fuerte. También que hombres y mujeres puedan meterse en distintos ámbitos y que no sean solamente como los estereotipos.

Usted tiene nietos hombres, ¿pero es de las abuelas que creen que a las niñas no hay que regalarles muñecas ni princesas?Mire, a mí nunca me regalaron esos jueguitos para hacer aseo o cocinas, yo jugaba con tacitas y muñeca, pero también me subía a los árboles y jugaba con mi hermano a la guerra en bases militares.

¿Qué les regaló a sus nietos para la Navidad?

Es que son más fáciles, porque son hombres. Cosas como legos, o encontré una cosa superentretenida, que se arman distintos aparatos con paneles solares, como lámparas, autopropulsados… Mi nieto mayor es muy bueno para todo eso. Y también les regalé otras cosas.

Y a usted, ¿cuál fue el regalo que más le gustó?

Todos me gustaron. Hay un regalo que siempre me llama la atención: el BancoEstado regala las películas chilenas del año, y eso es súper interesante. Pero no es que sea el que más me gustó. No sé. (La Tercera)

Matthei declarará en fiscalía por uso de sede UDI como domicilio electoral

En octubre pasado el movimiento Providencia Participa, que adhería la repostulación de la entonces alcaldesa Josefa Errázuriz, interpuso una denuncia contra su contendora Evelyn Matthei, acusándola de haber registrado la dirección de la sede nacional de la UDI en calle Suecia como su propio domicilio electoral al inscribir su candidatura ante el Servel.

A raíz de esa denuncia, Matthei deberá comparecer ante la fiscalía Centro Norte el próximo 5 de enero, para entregar las razones por las cuales utilizó la dirección del partido, pese a estar prohibido en el artículo 10 de la ley electoral.

“Doña Evelyn Matthei Fornet registró, como su domicilio electoral, Avenida Suecia N° 286, comuna de Providencia. Es de público conocimiento que aquél es el domicilio del partido Unión Demócrata Independiente”, dice la denuncia realizada el 20 de octubre pasado por Eliana Pizarro, representante del movimiento que apoyaba a Errázurriz.

En su denuncia, el movimiento pide que se sancione a la recién elegida alcaldesa. (La Tercera)

Se disparan peticiones de asilo político de venezolanos en EE.UU.

Las peticiones de asilo en EE.UU. de venezolanos que huyen de la crisis aumentaron significativamente al pasar de 7.226 en 2015 a 11.928 en los primeros nueve meses del presente año, según divulgó hoy Venezuela Awareness.

Patricia Andrade, directora de Derechos Humanos del grupo, alertó que en 2017 esa cifras se pueden incrementar aún más, lo mismo que el empeoramiento de las condiciones de unos cien «presos políticos» en el país.

«Por la grave crisis que vive Venezuela, miles de venezolanos han tomado el camino del exilio», señaló la organización en un comunicado. Grupos del exilio venezolano han denunciado durante el año que la situación migratoria es «alarmante» porque llegan familias completas a pedir el asilo.

Actualmente hay una espera de tres a cinco años entre la aprobación del primer trámite de asilo y el llamado a la entrevista.

En su informé anual Venezuela Awareness denunció además que durante 2016 arreciaron las «precarias» condiciones de los «presos políticos» venezolanos.

La organización humanitaria lamentó la «arbitrariedad» con la que a su juicio actúa el Gobierno de Nicolás Maduro, «quien gira órdenes para que los presos políticos sigan presos». Denunció que Maduro «endureció aún más su posición contra los presos políticos, lo que aleja una pronta liberación de este grupo», incluso de aquellos que tienen orden de excarcelación.

De igual forma cuestionó que estos detenidos carecen de atención médica y de medidas sustitutivas que les permitan regresar a sus hogares y tratarse sus problemas de salud. Por otro lado manifestó que el Gobierno utiliza «tácticas dilatorias» como la suspensión de audiencias en los tribunales «como forma de prolongar más su encarcelamiento». (Emol EFE)

Marinos y mujeres

Al menos 28 muertos y 53 heridos por dos explosiones en Bagdad

Al menos 28 personas murieron este sábado y otras 53 resultaron heridas por dos explosiones registradas en el centro de Bagdad.

Según una fuente de seguridad, el doble atentado fue perpetrado por dos suicidas que detonaron los cinturones de explosivos que portaban, en medio de la gente, en el barrio de Al Sinak.

La fuente agregó que los estallidos causaron daños en varios edificios y vehículos. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado.

Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) han perpetrado numerosos atentados en todo el país, incluida la capital desde el comienzo de la gran ofensiva de las fuerzas gubernamentales para expulsar a los extremistas de Mosul, su principal bastión en el país.

Hace dos días, las tropas antiterroristas anunciaron el comienzo de una nueva fase militar para arrebatar todos los barrios orientales de Mosul al EI.

La campaña militar en la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital, dio comienzo el 17 de octubre, con la participación del Ejército, las tropas kurdas «peshmergas», las milicias chiíes Multitud Popular y otros grupos paramilitares suníes.

En este tiempo, las fuerzas conjuntas han conseguido avanzar en todos los frentes hacia la ciudad de Mosul y han irrumpido en su parte oriental, donde de momento sólo han podido hacerse con el control de algunos barrios. (Cooperativa-Iraqui Day)

El año en que murió la Nueva Mayoría-Andrés Allamand

El tercer año del gobierno de la Nueva Mayoría batió un récord: fue aún peor que los dos anteriores. Desde el punto de vista de la aprobación ciudadana se confirmó la tendencia: es el gobierno más impopular desde el retorno a la democracia; desde la economía, el resultado fue idéntico: el peor desempeño desde los 90’.

En cuanto a sus cacareadas reformas, el resultado no es mejor: todas reprueban en aprobación e implementación. De hecho, algunas de las más relevantes (como la Ley de Inclusión), muestran sus graves falencias, reflejadas emblemáticamente en el declive del Instituto Nacional, antes el mejor colegio de Chile y orgullo de nuestra educación pública. La ley de educación superior está en medio de un pantano.

La confusión mental del gobierno, dilató en más de dos años y medio su redacción. Al presentarse, generó rechazo unánime. El gobierno anunció – algo nunca visto – que enviaría un proyecto sustitutivo -¡De su propio proyecto!- Inédito. ¿Y la promesa de gratuidad universal al 2020? Postergada al infinito o, como dijo la ministra de Educación, dependerá de “que los chinos nos compren cobre”.

¿Y la nueva Constitución? En medio de la nada, sumida en un engorroso procesamiento de los cabildos. Es un secreto a voces entre los propios partidarios del gobierno que no habrá nueva Constitución. En el mejor de los casos habrá un proyecto presentado a fines del 2017 solo para la galería.
Sin embargo, a la hora del balance del 2016 no basta con detenerse en los múltiples problemas de gestión – ni siquiera hemos mencionado el drama de los niños del Sename, atrapados entre la indiferencia y la incapacidad del gobierno – sino en ir al fondo de los problemas de la Nueva Mayoría.

El año 2016 será recordado como el año en que murió el proyecto político de la Nueva Mayoría. Tal proyecto, demostró ser profundamente equivocado.

Su premisa fundamental – que el progreso de Chile desde los 90’ no valía nada y que había que empezar de cero – resultó palmariamente falsa. Su lectura del malestar fue igualmente errónea: los chilenos han expresado con razón su rechazo a los abusos empresariales, a la porfiada desigualdad, a la falta de oportunidades, a ingresos que no reflejan el esfuerzo de los trabajadores y a prestaciones sociales que están “al debe” como ocurre con la previsión y la salud, pero nunca creyeron que la solución fuera despreciar el crecimiento como motor fundamental del desarrollo, reemplazar la iniciativa individual por la pesada burocracia estatal y enterrar el mérito para “igualar para abajo”.

Tampoco se tragaron que había que demonizar los acuerdos políticos que garantizan la estabilidad necesaria para progresar y que había que rendirle pleitesía a los gritos de “la calle” y a sus profetas iluminados: los mismos que alientan tomas eternas de los colegios, con la tolerancia pasiva de las autoridades, y luego se preguntan ¿por qué los resultados de los mismos son tan malos?

La Nueva Mayoría murió no solo por el peso de su fracaso – mezcla de inspiración equivocada y gestión deplorable – sino porque no tiene heredero.

¿Acaso Lagos, Guillier o Insulza se presentan ante el país para “proyectar” la Nueva Mayoría? ¿Son los “continuadores” de Bachelet? Nada de eso: ya escapan de la Nueva Mayoría como de la peste.

La Nueva Mayoría es como un atleta corriendo una posta, que con angustia, no encuentra a nadie que quiera recibirle el bastón.

La razón es simple: los líderes de la Concertación sentían orgullo de ella; los dirigentes serios de la Nueva Mayoría sienten vergüenza.
Y la conclusión es evidente: la Nueva Mayoría ha muerto, aunque por algunos meses siga deambulando como alma en pena. (La Tercera)

Andrés Allamand

Consolidaciones-Max Colodro

Concluye un año donde la desconfianza y la incertidumbre estuvieron permanentemente a la orden del día; un tiempo en el que se esfumaron las últimas expectativas de un ‘cambio de rumbo’ o eventuales rectificaciones por parte del Ejecutivo. En rigor, durante el largo y sinuoso periplo de 2016 la conexión entre ambos estados de ánimo devino, al final, en su antítesis: una extraña aporía donde gran parte de la desconfianza colectiva terminó asociada no a la incertidumbre, sino más bien a las preocupantes certezas que fue dejando instaladas el inexorable rumbo de los acontecimientos.

En el que fue con seguridad uno de sus rasgos más visibles, durante el último año se consolidó el desplome de la cercanía y la credibilidad de la Presidenta Bachelet; un fenómeno inédito por sus alcances y velocidad, y en el que la Mandataria más popular de la historia reciente pasó en menos de dos años a tener un 15% de aprobación. Así, la curva de descenso que se inició con los primeros cuestionamientos al proceso de reformas fue precipitada después por los demoledores efectos del caso Caval, dejando a la autoridad presidencial en un cuadro de anemia no visto desde el retorno a la democracia.

En paralelo, las expectativas generadas por las transformaciones en curso también dieron lugar a una indesmentible certeza: las políticas públicas que buscaron materializar los cambios fueron técnicamente mal diseñas, lo que abrió un abismo que terminó socavando su respaldo, incluso en sectores importantes del propio oficialismo. Esa generalizada convicción afectó, a su vez, las expectativas de consumidores e inversionistas, convirtiéndose en un factor incidente en la consolidación de un cuadro de débil crecimiento económico.

Del mismo modo, la carrera por la sucesión presidencial empezó en los últimos meses del año a mostrar una evidente consolidación de tendencias. La primera de ellas es que, a pesar de sus potenciales riesgos, la oposición no tiene hoy más alternativa para intentar ganar la próxima contienda electoral que la candidatura de Sebastián Piñera. La segunda, que el senador Guillier no ha dejado de consolidarse como la principal -sino la única- opción de la Nueva Mayoría, si lo que pretende es mantenerse en el poder. Es cierto: el escenario es aún fluido y queda tiempo por delante, pero es innegable también que dichas consolidaciones están a la vista, lo que las vuelve cada vez más relevantes en la toma de decisiones que ahora afrontan los actores políticos.

En síntesis, se va un año en el que aspectos clave del proceso político quedaron definitivamente instalados, convirtiéndose en elementos que incidirán con fuerza en los desafíos que se inician. En efecto, Michelle Bachelet ya no volverá a ser lo que fue, realidad que ha dejado un problemático vacío de conducción en un régimen presidencialista; el gobierno y sus reformas seguirán siendo motivo de una amplia desaprobación, lo que mantendrá tensionado el debate público, debilitando aún más las confianzas; a su vez, la caída en las expectativas no permitirá retomar la senda de un crecimiento económico sólido, factor que incidirá cada día más en el nivel de vida de la gente. Y, por último, gusten o no, las verdaderas alternativas presidenciales de oficialismo y oposición parecen estar ya a la vista, lo que en estos primeros meses del 2017 terminará de configurar el escenario en que se dará una batalla presidencial centrada, precisamente, en la voluntad de garantizar o impedir decisivas consolidaciones. (La Tercera)

Max Colodro

El año que sigue-Alfredo Joselyn-Holt

Sabemos como viene el año. Esto de que se cierra un ciclo y comienza otro es probablemente una superstición. Se podrá querer algo distinto y confiar en que la ansiedad ha de terminar algún día, es comprensible, pero no se deja de estar donde se estaba porque cambia el calendario. Fases o secuencias una vez iniciadas suelen persistir. Gobiernos ineptos sin remedio, desaceleraciones económicas difíciles de remontar, y efectos de sorpresas como las de este último año, lo más seguro es que continúen.

Sin duda, el 2016 fue un año infausto que nos tendrá hablando y procesando sus repercusiones más allá de lo poco que llevamos digerido. El descrédito del progresismo convencido de sí mismo (el prurito aquél de que solo gente de avanzada puede hacerlo bien), su reemplazo por el populismo antielite (la nueva soberbia en ascenso), la inviabilidad de las mayorías soberanas, y el chantaje terrorista (civiles, sus víctimas), parecen haberse instalado para un buen rato.

En escenarios así se corre el riesgo de que nadie esté por tratar de hacerlo como es debido, salvo contentar a una ciudadanía enrabiada (o solo un sector de ella, votos mediante) ofreciéndole chivos expiatorios. No habiendo mayorías indiscutibles (podrán haber muchas, pero ninguna se impone), tampoco está del todo claro cómo se resolverán conflictos que se nos presentan como pendientes, siempre empantanados.

Agréguese a este cuadro esos otros ingredientes, dieta diaria con que se nos gobierna. Desde luego, la sensación de que, estando todavía en el poder, se está exento de tener que dar excusas aun cuando hay críticas fundadas. Bachelet, por ejemplo, diciendo que todo está “funcionando extremadamente bien”, “nos acusan de improvisaciones y errores que no son tales”, “Chile cambió”. Sus ministros, otro tanto, conscientes de que digan lo que digan, hagan o no hagan, no se les va a remover, incluso aquél que sostuvo que disponía de la anatomía de sus subalternos encima de su escritorio.

Nada de qué extrañar, a un diputado -notable su jactancia- le dio lo mismo que se le condenara por injurioso. Maduro, en Venezuela, podrá ser más brutal, pero no menos descarado.
No es lo único que puede que continúe. La Araucanía lleva años sin que importe la radicalización en espiral creciente. El descrédito de la educación pública tampoco ofrece respiro. La judicialización de la política, esto es, la politización de los tribunales y fiscales, pudiendo también mutar en justicialismo popular, no se ve que vaya a cesar.

La queja respecto a seguridad, no solo una preocupación de ricos, no parece figurar alto en las agendas, tampoco el que se mejore a la clase media. Al contrario, importa más aprovechar las coyunturas para avanzar en esos otros asuntos que marcan “tendencia”: cuestiones de género, una nueva Constitución desde cero, reformas dudosas que pueden quedar en la nada, introducir cuánta normativa se les ocurre a activistas y ONG ciudadanas, la otra cara del lobby chileno… Así las cosas, les deseo mucho aguante y paciencia. (La Tercera)

 Alfredo Joselyn-Holt