Es un lugar común por parte de la derecha política, económica, social y cultural sostener que el actual gobierno de Michelle Bachelet ha sido nefasto para el país. Sobre ese diagnóstico levantan la candidatura presidencial de Sebastián Piñera para «vivir en tiempos mejores». Sin embargo, los porfiados hechos cada día más demuestran otra cosa. No obstante que el promedio de crecimiento económico durante el actual gobierno será 1,8% versus el 5,3% del gobierno de Sebastián Piñera, estos datos se dan en el siguiente contexto mundial. Deterioro del precio del cobre: promedio del actual gobierno 2,60 versus 3,59 con Piñera. Los ingresos del gobierno derivados del cobre como porcentaje del PIB en la actualidad son de 1,2 del PIB mientras que en el gobierno de Piñera fue 3,4 del PIB.
Los datos anteriores develan que el gobierno de Bachelet claramente enfrentó una situación externa mucho peor que el ciclo que le correspondió al gobierno de Piñera. En ese contexto, diversos informes e indicadores de nivel mundial revelan la verdad sobre esta comparación. Por ejemplo: World Happiness Report colocó a Chile durante el gobierno de Piñera en el lugar 27 a nivel mundial y 3º en Sudamérica. Ese mismo informe coloca a Chile durante la administración de Bachelet 2 en el puesto 20 a nivel mundial y 1º en Sudamérica. El Business Environment Ranking ubicó a Chile durante Piñera en el lugar 14 en el mundo, en el 2017 Chile se ubicó en el puesto 13 entre 82 países siendo líder en la región. El Global Entrepreneurship Index colocó a Chile en 2013 en el puesto 22. Este año, en el segundo gobierno de Bachelet, el país subió hasta el lugar 18 entre 132 naciones.
En el índice de competitividad global en el último año del gobierno de Piñera, Chile apareció en el lugar 33, y en segundo lugar a nivel latinoamericano detrás de Puerto Rico. En el período 2016-2017, actual gobierno, Chile se mantuvo en el lugar número 33 entre 138 naciones, pero quedó primero a nivel latinoamericano. En el índice mundial de desarrollo humano al año 2014 Chile estaba en lugar 41 en el mundo, en 2016 se sitúa en el 38.
La selección de los datos anteriores nos muestra que los organismos internacionales más reconocidos y sus indicadores hablan de que nuestro país «no se ha caído a pedazos». Pero en el tema más preocupante de la sociedad chilena, que es la desigualdad también, avanzamos. El indicador GINI -de respeto y consideración mundial- en el último año del gobierno de Piñera señaló 0.504; en el gobierno actual, la cifra mejoró a 0.495. Cabe recordar que este indicador señala que al acercarse a 0 hay menos desigualdad y al aproximarse a 1 hay más desigualdad.
Pero veamos cosas concretas que levanta la derecha en su campaña y contrastan con la realidad. Por ejemplo: el salario mínimo durante Piñera creció en un 27,3%. Con Bachelet ha crecido 31,4%. La tasa de desempleo promedio durante Piñera fue del 6,9%, durante Bachelet, 6,4%; durante el gobierno de Piñera se crearon 265.000 nuevas empresas, en el actual gobierno 325.000. La evasión del IVA fue del 27,78% con la derecha en La Moneda. Con Bachelet ha bajado a 21,37%. Durante el gobierno de derecha, la matriz energética con energías renovables y limpias fue del 6,3%, hoy esas energías representan el 16,7%. Durante el período de Piñera se entregaron 789.912 subsidios. Con Bachelet se han entregado 910.000 subsidios habitacionales. El porcentaje de hogares en situación de hacinamiento, de acuerdo a la Casen, fue del 9,3% durante Piñera, hoy día es del 7,1%. En materia de concesiones de obras públicas, el gobierno de Piñera licitó 10 proyectos por un valor de US$ 2.126 millones, durante el actual gobierno de Bachelet se han licitado y adjudicado 17 proyectos con un valor de US$ 4.543 millones.
En materia de hospitales, Piñera inauguró 27 recintos. Con Bachelet hay 20 hospitales construidos, 29 en etapa de construcción y 18 en estudio o licitación. En cuanto a salud primaria, Piñera levantó 102 centros de salud primaria, 67 de salud familiar y 35 servicios de atención primaria de urgencia. Con Bachelet, 185 centros de salud primaria en funcionamiento, 59 de salud familiar terminados y 51 servicios de atención primaria de urgencia en operación. La población bajo la línea de la pobreza el último año de Piñera fue de 14,4%, en el actual gobierno disminuyó a 11,7%. En materia de educación, en el gobierno de la derecha, cuyo discurso es «los niños están primero», aumentaron los cupos en preescolar en 24.000; con Bachelet, en 70.000. En educación superior, el total de beneficiarios con beca de arancel en el último año de Piñera fueron 282.212 estudiantes, el año pasado durante Bachelet esta cifra se incrementó a 345.321. Ni hablar de la gratuidad en la educación superior que no existió durante el gobierno anterior y este concluirá su período con 350.000 familias que tendrán su derecho a la educación superior garantizado sin costo para ellas.
Podría seguir enumerando ejemplos con datos oficiales, sin embargo creo que la evidencia demuestra que este ha sido un buen gobierno, y, por consiguiente, lo que está en juego el domingo 17 es la continuidad de estas políticas exitosas, sin duda que mejorándolas en muchos aspectos. La tarea de Guillier es demostrarle, con estos y muchos otros datos, a la mayoría del país, que no quiere que vuelva la derecha a La Moneda, que el camino iniciado por Bachelet en 2014 nos conduce, si perseveramos, a un país mucho más libre, próspero y sobre todo más justo. (El Mercurio)
Francisco Vidal