El dirigente Juan Andrés Lagos, integrante de la comisión política y del comité central del Partido Comunista, hizo hoy una férrea defensa a la decisión adoptada por la Presidenta Michelle Bachelet de querellarse contra cuatro periodistas de la revista Qué Pasa.
Esto, tras la publicación en la revista de las filtraciones de conversaciones telefónicas del operador Juan Díaz que vinculan a la mandataria con el caso Caval.
Esta mañana, en el programa «El Primer Café» de Radio Cooperativa, el dirigente comunista recordó, en primer lugar, que la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, también se querelló contra una cadena periodística: la cadena Globo.
«(La acción legal) fue interpuesta por acusaciones absolutamente falsas de la cadena que controla el espacio mediático brasileño, igual que como lo controla Copesa y otros consorcios de nuestro país. Es decir, estamos hablando de consorcios de mucho poder, no hay posibilidades de neutralizar el impacto que tiene socialmente», comenzó señalando Lagos.
A su juicio, la querella presentada por Bachelet «servirá a elevar los estándares de estos medios de comunicación, quienes ser preocuparán un poquito más al momento de lanzar una noticia (…) han lanzado tantas cuestiones que no tienen que ver con certezas».
«Una de las cosas básicas de la ética periodística es que lo que difundimos, para ello se evalúa el impacto que va tener y se pone como base ciertas certezas mínimas. En este caso, no hubo ninguna de las dos cosas», prosiguió el dirigente del PC.
«Creo que la ingenuidad es muy jodida en esta situación, en la misma semana que estaban entrando a formalización dos muy destacados líderes, Orpis y Longueira, esta revista -que hizo lo mismo respecto de Caval hace un tiempo atrás- hace este intento de «disparar y golpear» a la Presidenta con una cuestión absolutamente falsa», arremetió Juan Andrés Lagos.
En ese sentido, aseguró que lo que aquí se requiere es «un debate nacional mayor» ya que «se ha puesto en el centro también es si una sociedad democrática resiste tanta concentración de propiedad y de doctrina ideológica de medios sin un pluralismo que permita una controversia».
«Los estándares de libertad de expresión son los estándares de las grandes empresas, pero no del pluralismo democrático. Existe una intencionalidad del medio, no es la primera filtración», declaró.
«Yo pido que haya una investigación a fondo, resulta que las filtraciones ocurren y nos lavamos las manos. El presidente de la Corte Suprema dijo ‘cuidado con las filtraciones’ porque son reales. Lo que se filtra tiene una intencionalidad, yo no entrego casualmente filtraciones, tienen impacto, y son parte de situaciones que están siendo investigadas y, por lo tanto, no tienen una comprobación de certidumbre ni procesal ni periodística», concluyó. (El Mostrador-Cooperativa)
