Plan del PC chino para enviar jóvenes al campo revive fantasmas de...

Plan del PC chino para enviar jóvenes al campo revive fantasmas de la era Mao

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Bastó el solo anuncio para que los usuarios chinos de las redes sociales reaccionaran. Algunos con cautela, otros derechamente con temor. Y es que la decisión de La Liga de la Juventud Comunista (LJC) de enviar a millones de jóvenes “voluntarios” a las zonas rurales de China en 2022 trajo a la memoria los métodos de la Revolución Cultural, la campaña de reafirmación ideológica impulsada por Mao Zedong, el “líder eterno” del gigante asiático, hace más de 50 años.

En un reciente documento, publicado por el diario oficialista chino Global Times, perteneciente al Partido Comunista (PCCh), la LJC promete movilizar a más de 10 millones de jóvenes “para ayudar a promover el desarrollo cultural, tecnológico y médico en las áreas rurales”. Se les pedirá a los estudiantes que vivan en el campo durante sus vacaciones de verano, aunque la LJC no dijo cómo se persuadiría a los jóvenes a ser voluntarios, destacó France Presse. Las antiguas bases revolucionarias, las zonas que sufren de pobreza extrema y las áreas de minorías étnicas recibirán la máxima prioridad. Sobre este último punto, la agencia francesa recordó que las relaciones a menudo son complicadas entre la mayoría Han, que constituye más del 90% de la población, y las minorías étnicas como los tibetanos y los uigures musulmanes.

Según se lee en el documento de la Liga de la Juventud Comunista, los “voluntarios” ayudarán a promover el desarrollo local y mejorar las habilidades personales. El objetivo es llevar a las áreas rurales los talentos de quienes, de lo contrario, se sentirían atraídos por la vida en las grandes ciudades. El creciente nivel de urbanización en China ha hecho que más jóvenes emigren de áreas rurales o regiones menos desarrolladas a áreas desarrolladas que tienen mejores recursos y mejores ingresos. Esto drena de su fuerza laboral a las zonas rurales.

“Necesitamos que los jóvenes usen la ciencia y la tecnología para ayudar al campo a innovar sus modelos tradicionales de desarrollo”, dijo Zhang Linbin, subjefe de un municipio en la provincia de Hunan, centro de China, al Global Times.

Tomando su trabajo diario como ejemplo, Zhang destacó que tenían una necesidad urgente de personas que conozcan computación porque estaban impulsando un trabajo más estandarizado y digitalizado en el pueblo.

El anuncio de la LJC desató variadas reacciones entre los usuarios de la plataforma social de Weibo, el Twitter chino. Muchos evocaron el caos de la Revolución Cultural de 1966-76, cuando Mao envió a millones de “jóvenes intelectuales” a menudo en condiciones rudimentarias al campo, mientras que las universidades estuvieron cerradas durante una década. “¿Ha comenzado de nuevo?”, se preguntó un usuario llamado WangTingYu. “Hicimos eso hace 40 años”, escribió Miruirong. “A veces la historia avanza, a veces retrocede”, señaló Kalsang WangduTB.

Pero la decisión de la LJC no sorprende a todos, considerando que el actual Presidente Xi Jinping, conocido por su nostalgia por la era de Mao, fue enviado durante la Revolución Cultural a reeducarse a una aldea del norte de China. Pasó siete años en Liangjiahe, en la empobrecida provincia de Shaanxi, desde la edad de 15 años.

“La verdad es que estos procesos no son nuevos. Se hacen todos los años como un mecanismo para el alivio de la presión sobre el empleo en las zonas urbanas y también para promover la experiencia política de los jóvenes universitarios con ganas de hacer carrera política”, explicó a La Tercera el sinólogo español Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, con sede en Beijing, y autor del libro “La China de Xi Jinping”.

“Sí, hay un sabor de Revolución Cultural, pero China hoy es muy diferente; así que este plan plantea muchas preguntas y pocas respuestas por el momento”, comenta a este medio Jean-Pierre Cabestan, experto en China de la Universidad Bautista de Hong Kong.

“Quizá en este caso lo relevante sea el número y su incorporación en una campaña política de mayor amplitud probablemente ligada al centenario del PCCh (2021). No tiene nada que ver con las escuelas de 7 de Mayo, por ejemplo, del maoísmo”, concluyó Ríos. (La Tercera)

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