Apenas unas horas después de que la Comisión Europea informara este miércoles (20.12.2017) de la activación de un proceso que podría quitar a Polonia el derecho a voto en la Unión Europea por sus reformas judiciales, que para Bruselas ponen en riesgo el Estado de derecho, el presidente de ese país, Andrzej Duda, pronunció un desafiante discurso donde informó que decidió firmar las dos leyes que causan controversia con la UE.
Duda aseguró que las reformas judiciales aprobadas por el Parlamento, y cuyo objetivo es reformar el Tribunal Supremo y el Consejo Nacional de la Judicatura, son normas que aportan «muy buenas soluciones” para «democratizar y mejorar el sistema judicial» y que devolverá a los ciudadanos «la fe en la justicia, la fe en los tribunales polacos y la fe en la administración de justicia».
Ante las multitudinarias manifestaciones en el país y las advertencias desde el extranjero, el pasado verano Duda se negó a ratificar ambos proyectos y los reformuló, pero las nuevas versiones también han sido duramente criticadas. Sin embargo, el mandatario aseguró que los nuevos proyectos contienen «importantes diferencias» respecto a los primeros que vetó y sostuvo que escucha con desagrado las voces que dicen, especialmente desde la judicial, que esto politiza el sistema judicial.
NUMEROSAS CRÍTICAS
Las leyes permiten al Parlamento, dominado por el gobernante partido de derecha Ley y Justicia, determinar quiénes pueden formar parte del Consejo Nacional de la Judicatura y al presidente decidir qué jueces pueden seguir formando parte de la Corte Suprema tras cumplir 65 años. Para la UE, esto subordina a un poder del Estado a otro, lo que «mina la separación de los poderes y el imperio de la ley”.
Poniendo como ejemplo a Estados Unidos, Duda aseguró que «allí el presidente elige a los jueces de la Corte Suprema”. Los críticos aseguran que esta propuesta es ilegal, pues supone la salida del jefe de la corte, Malgorzata Gersdorf, quien recién va en la mitad de su mandato. Otros aseguran que lo que busca la derecha es sacar del Poder Judicial a jueces cercanos al ex primer ministro Donald Tusk, archirrival del actual gobierno y presidente del Consejo Europeo.
UE ABRE PROCESO DE SANCIONES A POLONIA
La Comisión Europea aprobó hoy (20.12.0217) la apertura de un proceso de sanciones contra Polonia por poner en peligro los valores fundamentales de la Unión Europea (UE) con su reforma de la Justicia, confirmó un portavoz en Bruselas. Es la primera vez que se activa un procedimiento de este tipo en base al Artículo 7 de los Tratados de la Unión.
«La Comisión ha concluido hoy que hay un claro riesgo de una ruptura seria del Estado de derecho en Polonia (…). La Comisión propone al Consejo que adopte una decisión en el marco el artículo 7 del Tratado de la Unión Europea», indicó la CE en un comunicado.
En rueda de prensa, el vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, recordó las invitaciones al diálogo que Bruselas ha emitido durante los últimos dos años y señaló que las decisiones adoptadas por el gobierno polaco «ponen en tela de juicio la separación de poderes y la independencia judicial» en el país.
VALORES DE LA UE
El caso pasa ahora al Parlamento Europeo y después los miembros de la UE tienen que decidir por una mayoría de dos tercios si Polonia constituye «un claro riesgo de grave violación» de los valores fundamentales del bloque.
La decisión se tomó muy a pesar de la Comisión, pero no hay otra opción, dijo el vicepresidente de la institución, Frans Timmermans. «No se trata aquí solo de Polonia, sino de toda la Unión Europea».
Pese a ello, subrayó que la Comisión está abierta al diálogo y aconsejó a Varsovia sobre cómo resolver la disputa. Si actúa en los próximos tres meses, la Comisión volverá a analizar el caso, añadió Timmermans.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, escribió en Twitter que ha invitado a reunirse con él el 9 de enero al primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki. La activación del Artículo 7 de los Tratados de la Unión puede llevar en el peor de los casos a la suspensión de los derechos de voto de un país del bloque. Hungría ha adelantado ya que vetará esta opción en caso de presentarse.
POLONIA PERJUDICADA: OPINIÓN
Este es un día triste para la Unión Europea. El artículo 7, el arma más poderosa del Tratado de la UE, se concibió para no tener que emplearse nunca. El Gobierno conservador en Polonia empuja a la UE, con su comportamiento irresponsable, hacia la próxima crisis que toca de lleno la cohesión europea. El gobierno polaco y su postura inflexible con respecto a la obvia vulneración del Estado de derecho por la modificación del sistema judicial, obliga a la Comisión a adoptar esta medida drástica.
Esto es, desde luego, algo nuevo. Las relaciones entre Polonia y el resto de la UE han tocado fondo. Si después del artículo 7 y al final del largo procedimiento se aplicase la peor de las condenas, entonces se privaría al país de su derecho al voto en la UE. Supondría la salida de Polonia de la UE a plazos, un Polexit, que realmente nadie quiere.
La Comisión de la UE ha advertido claramente que también está en peligro la pertenencia del país al mercado único europeo, porque este solo funciona en el marco de un Estado de derecho. Esto podría afectar a todos los polacos, a sus bolsillos y a su libertad de establecerse donde deseen.
El gobierno polaco, que despotrica contra la UE en Bruselas pero se embolsa subvenciones a gran escala, puede evitar, en todo momento, que se active el artículo 7 si cede en su postura. Pero no parece que vaya a ser así. El líder del partido gubernamental PiS, Jaroslaw Kaczynski, quiere dar un escarmiento y llevar al límite su resistencia nacionalista contra lo que supuestamente dicta Bruselas.
Este grave procedimiento contra Polonia tendrá también consecuencias para el resto de la UE. Si Hungría se pusiese de parte de los testarudos, como anunció, entonces la brecha entre el este y el oeste sería aún mayor. Aunque de hecho ya es profunda, porque Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia como «nuevo bloque del este” dentro de la UE, se niegan a aplicar resoluciones mayoritarias sobre la reubicación de los refugiados.
Evidentemente se trata de la violación de una norma, un hecho constatado por la Corte Europea de Justicia. Con este comportamiento, los Estados mencionados invalidan los fundamentos de la Unión Europea, basados en la conducta legal y ética. Polonia, que sigue obstinada en desmontar el Estado de derecho en su propio país, le pone encima un broche de oro a esta situación miserable.
¿Qué diría Polonia si contribuyentes netos, como Alemania o Italia, se negaran a cumplir con sus obligaciones y entonces la UE no tuviese presupuesto para la infraestructura y los campesinos polacos?
Polonia se pronunció una vez más a favor de la responsabilidad común para Europa y los pilares de la UE en el 60 cumpleaños de la UE en Roma, en marzo de 2017. Ahora, todo eso ya no tiene valor. Polonia cuenta con un plazo perentorio de tres meses. La cuestión es si Kaczynski lo aceptará. Al final de 2017, la Comisión de la UE tiene que actuar para salvar los fundamentos de la UE. Un mal día que no hace presagiar nada bueno para 2018. (Bernd Riegert de DW, EFE, AFP)