Como un elefante en una librería. Así ve Carlos Huneeus la performance del ministro Eyzaguirre en la cartera de Educación, a quien usa como ejemplo de mala implementación de las reformas estructurales impulsadas en el actual Gobierno. “En un período precioso de tiempo, se hizo mucho daño. Ese señor no sabía nada de nada y la política la entendía solo a través de sus costos, de cómo financiarlas”, comenta.
Huneeus estuvo a cargo de la edición del libro Eduardo Frei Montalva: un gobierno reformista, que nació a partir de un seminario donde treinta autores, de diversas especialidades, universidades y tendencias ideológicas, analizaron las principales políticas públicas impulsadas entre 1964 y 1970.
Fernando Atria, Calos Massad y Sergio Molina son algunos de los nombres que se encontrarán en los estudios que avanzan por el programa de reformas que –y esto se destaca a lo largo de toda la obra– “para ser exitoso tenía que estar bien preparado, con tiempo, con profesionales destacados (con o sin militancia) y en eso Eduardo Frei fue muy amplio y abierto, teniendo ministros del más alto nivel en cada una de sus carteras”, puntualiza Huneeus.
“Siempre se aprende de la historia, pues esta se repite, y hay que leer para aprender cómo se hacen las reformas –para que queden bien y no ocurran olas reaccionarias–. Después todos andan llorando y hablando de fracasos democráticos (…). Es bueno saber qué errores se cometieron cuando se buscó impulsar reformas tan profundas como las que inicio Frei Montalva”, dice.
El abogado y ex embajador del Gobierno de Aylwin recuerda que, cuando convocaron al seminario a fines de 2013, ad portas del nuevo mandato de Bachelet, “la publicación tenía una actualidad impresionante, porque la Presidenta había anunciado reformas estructurales”.
Sin embargo, asegura que ambos procesos son completamente distintos. “Frei estaba encima de las cosas y mantenía una relación estrecha con la directiva del partido, reuniéndose con los parlamentarios, mostrando un esfuerzo notable por lograr una coordinación entre el Gobierno y los partidos –que es la única forma de tener éxito en este tipo de gestiones–. Hoy, es casi imposible un liderazgo de ese nivel”, señala, agregando que Bachelet no ha sido capaz de “movilizar adhesión a las reformas” y que, en general, “algunos políticos del Gobierno creen que la historia de Chile comienza en los 90 y que no hay nada que aprender de antes. Eso es un grave error”.
Si bien prefiere no responder qué queda de los liderazgos de Eduardo Frei Montalva y Bernardo Leighton en la actual Democracia Cristiana, dice que «cuando se hizo el seminario, nadie del partido se hizo presente. Eso dice algo. También recuerdo que cuando fue la presentación del libro El otro modelo, Ignacio Walker, quien era presidente de la DC, simplemente desconocía la obra del principal líder de su coalición».
“Líderes como Frei Montalva se dan a cada 50 años, tal como la izquierda no tiene un Allende: son figuras que formaron dos colectividades cuando el país se estaba desarrollando democráticamente. Le tocó la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, los problemas del subdesarrollo. Entonces, el contexto es único, no se repite, y Frei tenia condiciones personales de ser muy estudioso, gran orador, que simplificaba las cosas, no era doctoral. Ricardo Lagos, que es el que más se aproxima, no es como Frei Montalva, Lagos es un profesor, Frei no era un profesor”, critica.
El Mostrador/Agencias