Esto es, sin duda, una buena noticia para quienes padecen cáncer cervicouterino y es por la senda en que hay que ir. Y pareciera de las pocas prestaciones que disminuyeron, porque si en diciembre de 2022 teníamos más de 61 mil retrasos GES, en el último trimestre de 2023 aumentaron a casi 73 mil, un 19% más.
Se debe trabajar en disminuir los retrasos, pero también los tiempos de espera. En cáncer cervicouterino ha aumentado en 40 días más en dar respuesta si se compara 2022 con 2023. Estamos hablando de mujeres que están esperando ser diagnosticadas o tratadas por una enfermedad que puede ser crucial.
La política de género del gobierno actual debiera preocuparse de poder disminuir los retrasos de estos dos tipos de cáncer que atañen a las mujeres. Y somos nosotras, también, quienes debemos exigir políticas públicas que den respuesta a una atención de salud oportuna y de calidad. (El Mercurio Cartas)
Paula Daza
Directora ejecutiva de CIPS-UDD