El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, sobrevivió este martes a una revuelta interna para arrebatarle el liderazgo del Partido Liberal y por ende del gobierno, aunque no tiene asegurada su estabilidad a menos de un año de las próximas elecciones.
Turnbull se impuso con 48 votos a los 35 que obtuvo Peter Dutton, que hasta ese momento era ministro del Interior, en una votación en el seno de la formación que tuvo como detonante las discrepancias sobre el plan energético y que supone un episodio más del periodo de inestabilidad política que vive Australia desde la última década.
A esto se sumó la victoria laborista en todos los escaños que se disputaban en los últimos comicios complementarios y los malos resultados del gobierno de Turnbull en los sondeos.
Detrás de la revuelta estaba el ex primer ministro Tony Abbott, la figura más destacada del ala conservadora del partido, a quien Turnbull arrebató el cargo en 2015 por sus impopulares medidas económicas y el rechazo generado en las encuestas.
Turnbull convocó por sorpresa la votación que se celebró a puerta cerrada en la que puso a disposición del partido su cargo y el de la ministra de Asuntos Exteriores, Julie Bishop, que fue ratificada como número dos de la formación.
Dutton dimitió poco después del puesto ministerial para ejercer como legislador sin cartera.
A la espera de posibles renuncias y una recomposición del Gabinete, el jefe de la oficina del Tesoro, Scott Morrison, asumirá el portafolio de Interior.
El primer ministro compareció horas después de la votación e hizo una llamada a la unidad del partido para hacer frente al Partido Laborista que con Bill Shorten a la cabeza, es el mejor situado en las encuestas.
«Nuestros problemas socavan nuestro trabajo y crean un nuevo riesgo, uno real: que Bill Shorten se convierta en primer ministro», dijo Turnbull, cuya victoria por un estrecho margen no ha puesto fin a los rumores sobre otro posible desafío a su liderazgo.
«La unión no se crea y la lealtad debe ganarse, estos no se demanda», dijo Abbott, según los medios locales, en la reunión a puerta cerrada en la que Dutton se presentó como la mejor opción de liderazgo para que los liberales ganen las próximas elecciones.
A meses de los comicios generales, que deben celebrarse antes del 18 de mayo próximo, Turnbull acumula casi 40 sondeos adversos.
La veterana periodista y académica Michelle Grattan aseguró que en los desafíos al liderazgo de los partidos «es frecuente que uno salga herido la primera vez y muerto la segunda». Otros analistas coinciden que Turnbull es «un hombre muerto andando», (Coopertiva EFE)