Allamand, al igual que las principales figuras del bloque de oposición, han seguido con especial atención el escenario que se comenzó a configurar a partir del lunes 14 de noviembre, cuando estalló la polémica por las inversiones que realizó Bancard -family office del ex presidente- en la pesquera peruana Exalmar 2010, mientras Piñera ejercía la Presidencia y en pleno desarrollo del diferendo marítimo entre Chile y Perú ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Aunque el propio gobierno de Bachelet, ex agentes ante La Haya y varios dirigentes de la Nueva Mayoría desestimaron que Piñera haya superpuesto su interés personal sobre el de Chile durante el proceso, el caso reactivó las críticas al ex mandatario por su vínculo con la política y los negocios, y le abrió nuevos focos de conflicto: diputados oficialistas impulsaron la creación de una comisión investigadora de la Cámara y, en paralelo, se abrió una causa judicial en su contra tras una querella interpuesta por el diputado comunista Hugo Gutiérrez.
En la oposición recalcan que la jugada del oficialismo no fue al azar: aunque la comisión investigadora y las indagatorias de la fiscalía no han dado cuenta de irregularidades -como lo han sostenido en reiteradas oportunidades el propio Piñera y los dirigentes de Chile Va- mos-, de todos modos ambas instancias mantendrán el tema en la agenda noticiosa durante algunos meses, lo que obligará a Piñera a dar explicaciones una y otra vez.
Los efectos ya se comenzaron a sentir a nivel de opinión pública. La semana pasada, Cadem publicó una encuesta que señalaba que un 59% de los encuestados creía que Piñera sí supo de las inversiones en Perú, en contraste con la versión del ex mandatario y de Bancard. Y, este lunes, otro estudio de Cadem arrojó una baja de cuatro puntos (de 26% a 22%) en la intención de voto espontáneo para Piñera. Todo esto, mientras se realiza el trabajo de campo de la encuesta CEP. Así, esta semana Piñera pasó a la ofensiva en dos temas fuertes: fideicomiso ciego -para lo cual encomendó a diputados de Chile Vamos que presentaran un proyecto para perfeccionar la actual normativa- y el debate sobre temáticas de migración, endureciendo el tono respecto de la inmigración ilegal.
Aunque la mayoría de los dirigentes de Chile Vamos estiman como “muy difícil, prácticamente imposible”, que Piñera decida finalmente no repostular a la Presidencia, algunos parlamentarios advierten que no se debe descartar por completo este escenario, y que sería positivo tener contemplado un “plan B” en caso de emergencia. Algo que, hasta el momento, no se ha analizado en instancias formales.
Las mismas fuentes mencionan dos factores: uno, la posibilidad de que las indagatorias de la fiscalía -que ya solicitó copias de los correos entre el gerente de Bancard, Nicolás Noguera, y el hijo del ex mandatario, Sebastián Piñera Morel, quien comparte sociedad en el holding- puedan, eventualmente, complicarse. Y, en segundo lugar, el factor familiar.
Esto último, ya que en la oposición señalan que la familia del ex mandatario se ha mostrado reacia a su eventual repostulación, principalmente por el desgaste personal que conlleva una campaña y los consiguientes cuatro años en La Moneda. El propio Piñera ha bromeado varias veces, al ser consultado si competirá, con que tiene una conversación pendiente con su familia y con su mujer, Cecilia Morel, y que “donde manda capitán, no manda marinero”. Otro elemento sobre la mesa es el tiempo que se está tomando Piñera para adoptar una decisión. No son pocos los que creen que el horizonte de marzo puede ser esperar demasiado.
Una eventual negativa de Piñera a competir significaría una reconfiguración completa del panorama en la centroderecha. En la UDI -donde el ex gobernante concita un alto nivel de apoyo- se da prácticamente por descartada la opción de respaldar al senador ex RN Manuel José Ossandón. El estilo del parlamentario causa un fuerte rechazo en las filas gremialistas, donde aún resienten sus críticas tras el estallido del caso Penta y sus duros cuestionamientos a Chile Vamos.
Así, en un hipotético escenario donde Piñera no compita, en la UDI optarían por levantar a todo evento un candidato propio para las primarias de la coalición, en las que también competirán Ossandón y el diputado Felipe Kast.
En RN, en tanto, estiman que un sector importante terminaría inclinándose por Ossandón, quien cuenta con el respaldo del ex timonel Carlos Larraín, que volverá a la directiva del partido como vicepresidente de la lista liderada por el timonel Carlos Monckeberg. A menos, que surja otra carta, como Allamand, con quien Larraín también mantiene una buena relación y cercanía.
Segun fuentes de RN, Allamand «ya ha transmitido a sus cercanos que si Piñera no confirma una repostulación a La Moneda, él está dispuesto a intentarlo por segunda vez«, como lo hizo en 2013, cuando representó a Renovación Nacional en las primarias de la derecha, donde fue derrotado por Pablo Longueira.
Como se sabe, el parlamentario ya comunicó en marzo de 2014 que no competiría con Sebastián Piñera si éste quería volver a la Presidencia en 2017, y que dicha postura la mantiene.
No obstante, por estos días mira con atención la polémica que involucra al ex Presidente a raíz de sus inversiones en una empresa pesquera peruana durante el juicio por el límite marítimo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
No fueron pocos en Chile Vamos los que leyeron con atención las declaraciones que dio Allamand el viernes de la semana pasada, y que reiteró este domingo en el programa Estado Nacional: “Si Sebastián Piñera quiere ser candidato presidencial debe constituir un fideicomiso ciego de todas las inversiones en el extranjero. (…) Con eso se despeja toda esta situación”. “La persona que está postulando a un cargo público tiene que estar completamente alejado de los negocios en Chile y en el extranjero”, remató.