El presidente de Carozzi, Gonzalo Bofill, hizo un duro análisis de la situación que vive el país. En carta a los accionistas, incluida en la última memoria de la compañía, el ejecutivo fue crítico con las reformas impulsadas durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet y con el desempeño que ha tenido la política en los últimos años.
Así, el ejecutivo recalcó en la misiva que «hoy somos más pobres que hace 10 años con un crecimiento inferior al 2% promedio anual en la última década, descontando el efecto de la pandemia, que dejó huellas profundas en nuestro quehacer. La economía redujo su capacidad de crear empleos. Según la Universidad de Chile, entre 2004 y 2013 se generaron 206 mil empleos promedio por año, pero entre 2014 y 2023 esta cifra bajó abruptamente a 93 mil«.
Subrayó que «nada de esto es casual, fue advertido en todos los tonos y formas, se fue hasta majadero respecto de las nefastas consecuencias que traerían las reformas que se implementaron durante el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet«.
«No echaron pie atrás en una reforma educacional que hoy nos tiene sumidos en una crisis nunca antes vista en esa sensible materia», destacó. Y agregó, en relación al mismo periodo, que tampoco se frenó una reforma tributaria «que detendría la inversión y provocaría una caída sostenida en el crecimiento».
Para el empresario, lo mismo ocurrió con una reforma política que «nos llevaría a una atomización de partidos que hace cada día más difícil gobernar». ¿Quién se hace responsable?
En su análisis, Bofill se preguntó: «¿Quién se hace verdaderamente responsable de la pobreza material y cultural que todo esto implicó? ¿Quién se hace cargo del dolor implícito y de la falta de oportunidades para miles de jóvenes que ya no serán lo que pudieron ser? ¿Quién les explica la situación a los que ya no pueden acceder a un crédito hipotecario y cumplir el sueño de la casa propia?».
«Una década desperdiciada -continuó Bofill en la misiva- es un lujo que ningún país del mundo se puede dar, porque significa perder oportunidades, vivir con más incertidumbre y aceptar el magro desempeño económico y los bajos niveles de inversión como algo dado. Para revertir este estancamiento, necesitamos algo más que anuncios o buenas intenciones. Necesitamos autoridades con mirada de futuro y capacidad de llegar a acuerdos de largo plazo».
INSEGURIDAD Y CRIMEN ORGANIZADO
Los dardos de Bofill apuntaron también a quienes actualmente están en el poder, sobre todo por la situación que atraviesa la seguridad del país. Así, el ejecutivo recalcó que «lamentablemente no se ve en el oficialismo un plan acorde a la magnitud del problema, ni la convicción necesaria para superarlo».
Aafirmó que el Gobierno ha sido «inconsistente» y recordó cuando se indultó a personas condenadas por graves delitos, como un homicidio frustrado a un policía. «¿Qué señal es esa? Si el Ejecutivo no logra que cambiemos el rumbo, va a ser cada día más difícil recuperar el clima de seguridad ciudadana que la gran mayoría de los chilenos anhelamos», añadió.
Por último, Bofill criticó que la propuesta constitucional opositora no llegase a buen puerto y los escándalos que han afectado distintas instituciones. «No nos merecemos el Chile de hoy y debemos trabajar para que volvamos a ser la promesa de la nación pujante y respetada que fuimos hasta no hace muchos años«, concluyó. (Emol)