Presidente de CPC insta por expulsión de socios sancionados por la Justicia

Presidente de CPC insta por expulsión de socios sancionados por la Justicia

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Antes del 26  de marzo llamará a la Presidenta de la República, Miche-lle Bachelet, para despedirse. Ese día, Andrés Santa Cruz dejará de ser el máximo líder de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), porque en esa jornada los empresarios elegirán a su nuevo timonel.

Obvio, dice, que votará por Alberto Salas -actual presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami)-, porque tiene todas las condiciones para ser un excelente presidente, y ese es el acuerdo alcanzado por todos los empresarios que tienen derecho a voto en estas elecciones. Aunque de todas maneras aconseja “no cantar victoria” -como hombre de campo que es, los refranes son recurrentes en él- y esperar hasta el 12 de marzo, cuando se inscriban las candidaturas. Pero en esta entrevista con La Tercera su preocupación no es, precisamente, esta contienda.

“He manifestado y reiterado que lamentablemente hay una serie de incertidumbres en la economía que han provocado caída en la inversión y que no nos están permitiendo crecer a los potenciales que Chile tiene”, advierte, y poco a poco va endureciendo su juicio.

Desde el año pasado, en plena tramitación de la reforma tributaria, se viene hablando de factores de incertidumbre que no permiten crecer…

Es que las incertidumbres no se han despejado y  sigue habiendo un desafío muy importante que tiene que ver con la productividad del país. En eso hay mucho por hacer y, prácticamente, no se está haciendo nada.

Esta semana, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, dejó entrever a los parlamentarios que la situación económica este año sería mejor a la de 2014, ¿comparte este diagnóstico? 

Sin duda que será mejor, porque el año pasado crecimos un 1,8% y nuestra proyección para este ejercicio está entre 2,5% y 3%, pero no por arriba de este 3% como esperan las autoridades. Pero seamos claros, este es un crecimiento pobre para el potencial de Chile.

Eugenio Tironi dijo que en esta baja de crecimiento los empresarios afirman que los inversionistas no confían en el gobierno, pero en su diagnóstico los ciudadanos no confían en los empresarios…

Sin ninguna duda que los casos que hemos visto, verdaderos escándalos, han resentido la confianza en las empresas. Es que hoy estamos viviendo un problema no menor, que involucra un desprestigio muy importante del sector político, empresarial y de muchas instituciones. Por eso, creo que todos debemos preocuparnos de mirar el país a futuro y de cómo cooperar para superar este problema. Esto es urgente.

¿Quiénes específicamente se deben preocupar? 

Hay que tomar conciencia que este es un problema que puede tornarse grave si es que no tenemos una mirada país. Aquí se hace urgente deponer los interés particulares o partidistas de corto plazo y buscar una solución definitiva a los problemas que está viviendo la sociedad chilena. Es necesario revertir el cuestionamiento que ha traído a nuestra institucionalidad el desprestigio del sector político, empresarial y de la propia Iglesia con medidas concretas y rápidas. Es que todas las instituciones, incluso las que siempre han estado en los primeros lugares de credibilidad, como las policías, vienen mostrando una caída en su credibilidad y prestigio. Entonces, a mi juicio, hay un problema grave no menor que debemos enfrentar unidos; es un desafío de todos.

¿Cuáles son los casos que se han transformado en “verdaderos escándalos”?

Cualquiera de los casos, de ser efectivo que se ha actuado sistemáticamente en forma ilegal y antiética, sería escandaloso.

¿Cree que estas prácticas son generalizadas?

No, como en todo orden de cosas, lamentablemente hay malas prácticas en algunas empresas, como también en algunos consumidores y en actividades de todo tipo.  Pero eso no le quita gravedad a lo que hemos visto. Lo que hay es un deterioro valórico en la sociedad, que se refleja a veces en lo más cotidiano, por ejemplo, cuando vemos el gran número de licencias “ideológicamente falsas”, para ponerlo en términos de hoy, inventadas; cuando la gente evade el pago del Transantiago, o como cuando la gente pide que no le den boletas para que le bajen el precio de los productos.

¿Suena a la famosa teoría del empate?

No, para nada, estoy diciendo que todos estos casos son condenables, todos. Lo peor que podemos hacer es mirar cómo empatamos y quedarnos sin hacer nada. Aquí no hay teoría del empate, tenemos que ver cómo solucionamos este problema que afecta a la sociedad chilena, independientemente de quiénes son los involucrados o los culpables. Tenemos que condenar las cosas que están mal hechas y, al mismo tiempo, preocuparnos de buscarles una solución para que el país no siga desaprovechando su potencial de crecimiento.

¿Cómo se llegó a este estado de desconfianza?

Lo que pasa es que hay una tendencia a generalizar que está prevaleciendo y, como dije antes, hay que entender que aquí ha habido algunos casos que afectan a empresarios, pero eso no significa que los empresarios no sean serios, probos y responsables. Lo mismo ocurre con la clase política, porque hay políticos que han cometido faltas, han violado la legalidad y no han actuado conforme a la ética, lo que no significa que la clase política chilena sea una clase política no proba o corrupta. Es más, creo que la clase política chilena es de las mejores de Latinoamérica, por lejos.

Frente a estos temas y el rol de los empresarios, el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, sostuvo que el comportarse bien no es un problema de leyes, es un problema de valores. 

Efectivamente, creo que hay un problema valórico de la sociedad.  El tener la condición de empresario o de profesor o cualquier condición dentro de la sociedad  no significa que la persona pueda ser peor o mejor. No hay nada peor que pensar que la educación, el origen o la condición económica, social u otra hacen a una persona mejor que la otra. Pero, además, se debe regular de mucho mejor forma la relación entre el dinero y la política, porque la legislación que hay a la fecha no da el ancho.

¿Y hacia dónde va la solución?

Primero, la política debe tener financiamiento estatal y privado, éste debe ser de las personas naturales que puedan contar con beneficio tributario y también con la posibilidad de que existan aportes reservados en una primera etapa.

¿Por qué mantiene la figura de aportes reservados?

Si bien debemos ir hacia una transparencia total, debe existir una primera etapa, porque tal como está hoy el ambiente, si se termina con el aporte reservado de los particulares nadie dará un peso a la actividad política. Hoy no me cabe ninguna duda de que van a estigmatizar a cualquiera que aporte a la política.

Una segunda propuesta es preocuparnos de todo lo que dice relación con la Alta Dirección Pública. No sacamos nada si los cargos importantes de la administración pública se siguen nombrando por criterios políticos y muchas veces responden a los intereses electorales de los parlamentarios.

¿A qué se refiere?

Hablemos en castellano: muchos equipos de campaña de parlamentarios son los funcionarios públicos de sus zonas que trabajan para ellos con recursos públicos. Y una tercera propuesta que va ligada a la anterior es el perfeccionamiento de los gobiernos corporativos de las empresas públicas, porque también se han convertido en cajas pagadoras de algunos políticos.

¿Es una propuesta de la CPC?

No, esta es mi propuesta que plantearé a los demás miembros de la CPC, la que tendrá que debatir sobre este tema y hacer una propuesta global. De hecho, al subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, le planteé nuestra disposición de avanzar en este tema comprometiéndome a que haremos un análisis a fondo, porque como empresarios aún no hemos tocado el tema.

ROLES

Si analizamos cada uno de los casos que se están debatiendo, como es el caso Caval, ¿cómo califica usted el rol que tuvo el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic?

Que Andrónico Luksic haya recibido al hijo de la Presidenta, Sebastián Dávalos, y a su esposa, Natalia Compagnon, no me parece condenable.

¿Usted lo hubiera hecho?

Quiero decir claramente que yo en su caso hubiera hecho exactamente lo mismo y cualquier chileno que se entere de que el hijo y la nuera de la Presidenta van a ir a su banco, a su casa, adonde sea,  estará ahí para recibirlos sí o sí. El que diga lo contrario está faltando a la verdad. Ahora, lo deseable a futuro es que este tipo de cosas no sean de común ocurrencia, o sea, que la condición de la persona no sea lo que determine el trato que recibe.

¿Y cómo evalúa la actitud de Sebastián Dávalos?

Lamentablemente, este es un caso de abuso de una situación de privilegio.

¿Le cree a la Presidenta Michelle Bachelet cuando dice que se enteró por la prensa de la reunión que tuvieron su hijo y su nuera con Luksic?

Le creo a la Presidenta que se enteró por la prensa.

ACUERDOS

¿Qué tan importante es hoy que se logre un amplio acuerdo que regule el dinero y la política?

Sin ninguna duda, todos los actores de la vida nacional, políticos y sociales, donde están los empresarios, debemos buscar concurrir a un acuerdo que regule la relación dinero con la política.

¿Con borrón y cuenta nueva?

Un acuerdo de aquí para adelante, pero todo lo que se haya cometido de ilícito tiene que ser investigado a fondo y sancionado en forma ejemplar. No puede haber perdonazos, vistas gordas o arreglines. Aquí debemos ver cómo solucionamos el problema para adelante y todos los que han incurrido en faltas deben ser juzgados y sancionados en caso de ser culpables.

En un acuerdo siempre hay cosas que se ceden, como fue el pacto alcanzado en el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos con Pablo Longueira.

Cualquier arreglo pasa porque no existan consideraciones de ningún tipo, ni familiar, ni económica, ni social. Esto debe ser caiga quien caiga.

¿Cuál ha sido el rol de los empresarios en estos temas y qué harán hacia adelante?

Para la CPC, el actuar éticamente y cumplir la ley siempre ha sido un tema primordial, y así lo han hecho ver mis antecesores. En mi caso, desde que asumí me la he jugado por estos temas. Desde Enade de 2013 que vengo hablando de que hay que nombrar al pillo, pillo cuando lo es y al sinvergüenza, sinvergüenza; cuando partí el discurso de Enade del año pasado, en el primer párrafo me referí a los problemas y casos que afectaban al sector empresarial y sostuve que aquí no debía haber consideraciones ni familiares, ni políticas, ni de amistad, ni de ningún tipo y que debía aplicarse el rigor de la ley a todos.  También hemos trabajado en un marco ético, en manuales de buenas prácticas, en formación de personas. Por tanto, no es que esta dirigencia se esté preocupando sólo desde ahora de estos temas. No obstante, y sin perjuicio de lo anterior,  en el mundo empresarial tenemos que preocuparnos de avanzar en forma más rápida en sancionar este tipo de conductas.

¿Y cómo?

Esas sanciones deben partir por la suspensión de la membresía de los gremios, según lo amerite el caso. Es decir, no podemos sólo dejar que esto quede radicado en la justicia. Si a alguno de nosotros lo condenan por cometer fraude al Fisco, por evadir impuestos, por usar información privilegiada, etc., debe ser expulsado del gremio. Más claro aún: si a algún empresario lo sancionan por violar la legalidad debe ser expulsado del club y aquí estoy hablando como presidente de la CPC, esta es la opinión de los empresarios.

¿En algún momento se pensó en la CPC en crear un código de ética?

Bajo la gestión de Lorenzo Constans se elaboró el Marco Etico del Empresariado Chileno, pero los códigos de ética son propios de cada gremio y de las empresas en particular. También debemos preocuparnos de tomar medidas más rápidas y oportunas contra quienes sean declarados culpables por faltas a la ley, a la ética: deben dejar de pertenecer al gremio. Tiene que haber una sanción social impuesta por nosotros a nuestros pares cuando se prueben los hechos. Y no tengo ninguna duda de que ese es el sentimiento de los empresarios.

¿Esta es la posta que debe tomar el próximo presidente de la CPC?

Sin ninguna duda, hay que preocuparse de forma muy importante de la imagen empresarial, aunque de todas maneras creo que tenemos muy buenos empresarios, gente trabajadora, que se arriesga, que gana, que pierde y que hace una contribución muy importante al país. Pero también tenemos que ser claros, directos y duros con todos los nuestros que no cumplen las reglas, que no respetan la legalidad, que no actúan conforme a la ética y que privilegian los fraudes y la actividad ilícita.

 

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