El presidente del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, ha intentado calmar a los mercados sobre la estabilidad del yuan al asegurar, en una entrevista, que no hay razones para la depreciación de la divisa china y que no piensa implantar un control de capitales. La entrevista con la revista financiera china Caixin se divulga poco antes de la reapertura, este lunes, de los mercados financieros chinos tras las vacaciones de una semana por las festividades del Año Nuevo lunar, y en un aparente intento de evitar nuevas caídas.
Las reservas chinas de divisas bajaron en China durante enero por cuarto mes consecutivo, pero Zhou aseguró que no tiene intención de imponer controles de capital, ya que sería muy complicado dado el volumen del comercio y de las inversiones internacionales que realiza este país. «La salida de capitales y la fuga de capitales son dos conceptos diferentes», precisó, y afirmó que la reforma del sistema de fijación de cambio del yuan (que todavía tiene controles de las autoridades) ayudará al mercado a afrontar con más flexibilidad a los especuladores.
En este sentido, subrayó que los especuladores tienen a China en el punto de mira, pero que este país «no va a permitir que el sentimiento del mercado esté dominado por estas fuerzas especuladoras». Las declaraciones de Zhou son las primeras desde la devaluación del yuan en agosto. El responsable del banco central chino considera que el actual sistema de fijación del cambio de la divisa china, frente a una cesta de monedas internacionales, ayudará a reducir la volatilidad y a evitar otra devaluación. «El yuan es básicamente estable frente a una cesta de divisas. No hay base para otra devaluación», aseguró.