Primaria aséptica

Primaria aséptica

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Hay quienes piensan en Chile Vamos (CHV) que no debiera haber debates en la primaria, o al menos, que es necesario limitar su número o formato, pues no habría garantía de “altura de miras”, ya que Manuel José Ossandón vive “atacando” a Piñera.

Es que dada la situación -se dice-, no corresponde que se lo ataque o que haya “fuego amigo”, e incluso más, que es peligroso exponerlo, pues al que está mejor posicionado hay que cuidarlo; y los demás candidatos ¡mucho cuidado! Este diario publicó hace unas semanas una noticia sorprendente, que nadie desmintió: en una reunión de CHV -cuando aún no se inscribía la primaria-, en la que Piñera estaba representado por la UDI, RN y el PRI, el secretario general de este último le dijo a los delegados de Felipe Kast y Ossandón que “si se portan bien, vamos a ver si hacemos otro debate, pero si no es así, hasta acá llega el juego”. Vale decir, pueden participar del juego si no molestan mucho a Piñera. Lo que sorprende no es que se dijo eso, que no es más que sincerar la verdad, sino que los delegados de Kast y Ossandón no se pusieron de pie y se retiraron (la noticia no consigna que lo hayan hecho), y que sus candidatos no se fueran derechamente a primera vuelta.

Esta semana, personeros de los mismos partidos más Evópoli, se reunieron con los canales de televisión para discutir sobre la transmisión de los debates. Es decir, que dejaron fuera a Ossandón. El secretario general de Evópoli nos ilustra: “no era necesario que en esta ‘primera vuelta’ estuvieran representados todos los candidatos”. Bastaba nada más que lo estuvieran dos de tres. Sin comentario.

La pregunta de fondo aquí es ¿quién dijo que Piñera tiene derecho a que no lo ataquen, a que le den garantías o a que la primaria sea aséptica? Desde luego, el concepto “atacar” es mañoso, porque tiene un alcance negativo. Se trata en realidad de cuestionar, emplazar y desafiar, que es lo propio de la contienda electoral. En las primarias norteamericanas se descueran y así lo exigen los votantes para tomar su decisión; cualquier otra cosa sería un escándalo. Si Ossandón se pasa de la raya en la crítica, lo evaluarán los votantes, no sus contendores -que podrán quejarse- ni las dirigencias partidarias, que son las que debieran dar garantías de igualdad en la organización de la contienda.

Pero además, hay que considerar un aspecto táctico: ¿No es mejor que Piñera llegue a primera vuelta habiendo derrotado los cuestionamientos de sus rivales en la primaria, que arribar a ella protegido y a enfrentar las mismas críticas de parte de sus más enconados contradictores, sin haberlas contestado antes y debidamente? Como dicen los expertos en finanzas, someterlo a un stress test para validarlo. Y por favor, no más el manido argumento que solo Piñera nos puede salvar.

Personalmente he decidido no concurrir a votar en la primaria de CHV, porque no hay garantía de real competencia. Votaré por José Antonio Kast, cuyos planteamientos me representan y porque no se deja amilanar. Y, como simple espectador, espero que Ossandón tampoco, porque “atacar”, o sea, que las cosas se digan, es lo que exige una contienda verdaderamente democrática y lo que Chile necesita. (La Tercera)

Axel Buchheister

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