Promover nuestro mercado a China-Sergio Diez

Promover nuestro mercado a China-Sergio Diez

Compartir

China —que hoy acapara titulares por la emergencia del coronavirus y que ya es nuestro principal socio comercial— es la única nación con una política de Estado, agresiva y masiva, para invertir y promover sus inversiones en ciertos países del mundo, entre ellos Chile.

Los mecanismos que el Gobierno chino emplea para lo anterior son básicamente tres: 1. Inversión directa a través de empresas públicas estatales o centralizadas; 2. Subsidios a las empresas privadas chinas y 3. Financiamiento a inversiones de empresas chinas en el extranjero a través de bancos estatales.

El monto de las inversiones chinas en el extranjero ha fluctuado, durante los últimos cuatro años, entre 150 y 200 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, Latinoamérica y particularmente Chile no se han visto tan beneficiados de este flujo de dinero. En efecto, somos la penúltima zona del mundo, después de África, donde los chinos invierten, y hasta 2018 nuestro país era la sexta jurisdicción en la región donde estos efectuaron inversiones. Si bien durante estos últimos años el escenario ha tendido a mejorar con inversiones como las realizadas en Australis, Transelec, Embalse Las Palmas y SQM, aún queda un largo camino por recorrer. Chile no termina de convencer/encantar a los inversionistas chinos y eso nos debe llevar a reflexionar.

¿Hay esperanzas de revertirlo? Sí. Como consecuencia del conflicto entre China y EEUU, así como de la sobreinversión china en jurisdicciones asiáticas como Singapur, Vietnam y Corea, América Latina aparece como un claro target donde invertir. Sectores como la agricultura, forestal y pesca, hoy entran al radar de las inversiones chinas en el exterior. La energía y la minería se potencian más que antes. Todas buenas noticias para Chile. Sin embargo, lo anterior no constituye per se un éxito asegurado de futuras inversiones en nuestro país.

En general, China ha experimentado de dulce y de agraz en sus inversiones en el exterior, ya que sus rentabilidades no son las esperadas. Tan así es, que ya prohibió inversiones en sectores como casinos, hotelería, deportes (equipos de fútbol) y actividades vinculadas con entretenimiento. Igualmente, se han visto afectadas por el desconocimiento del mercado local, la lejanía de la inversión (y la consecuente pérdida de control), la dificultad del acceso a la información en su propio idioma y las culturas sindicales y corporativas locales, todo lo cual ha llevado a las empresas chinas con inversiones en el exterior a enfrentar problemas vinculados con la propiedad intelectual, libre competencia, laboral, regulatorio y estafas comerciales.

Me parece que esta es una oportunidad única para Chile de promover el mercado local. ¿Cómo? Desde ya, generar documentos oficiales en idioma mandarín, como la Ley sobre Sociedades Anónimas, Código del Trabajo, Código Tributario, entre otros; fortalecer la inversión extranjera; hacer que los procesos de licitaciones, sin incurrir en discriminaciones, sean más amigables para inversionistas chinos (especialmente en plazos), y facilitarles los procesos de licitaciones y participación en inversiones locales, a través de una certificación consular que dé cuenta, en idioma español, de la autenticidad, fecha y contenido de documentos públicos chinos. (DF)

Sergio Diez

Dejar una respuesta