La afirmación del Presidente de que una parte de él quería derrocar el capitalismo, pero que no era fácil sin tener una alternativa, ha generado un interesante debate que enfrenta dificultades.
De partida, ¿Qué cabe entender por capitalismo?
La respuesta a esa pregunta va a variar según el punto de vista ideológico. Para Marx, el capitalismo se caracteriza por la apropiación por parte de los propietarios de los medios de producción de una parte del trabajo generado por los trabajadores “que no tenían nada que perder, sino sus cadenas”. Por ello y por su posición en el sistema productivo tenían la “misión histórica” de construir el socialismo.
Con el desarrollo de la democracia y el surgimiento del Estado de bienestar, no solo en los países desarrollados, el proletariado ha logrado incrementar significativamente su remuneración y tiene acceso a una serie de servicios (salud, educación, vivienda, etcétera) que le garantiza un bienestar independiente de su salario, por lo que en su gran mayoría ha dejado de ser revolucionario.
Son otros los grupos sociales que se encuentran en situación más precaria. Por ello Piketty, al referirse a sociedades como la sueca, no habla de capitalismo, sino de sociedades socialdemócratas.
Regímenes totalitarios como China y Cuba nada tienen que ver con la noción de “dictadura del proletariado” de Marx (imaginado como un breve período que daría luego paso a la extinción del Estado) y no solo representan un retroceso civilizatorio respecto del liberalismo (más allá de sus déficits), sino que además Marx no los llamaría socialistas, pues la propiedad estatal no es lo mismo que el control de la producción por los trabajadores.
La Revolución Rusa dejó en evidencia que la superación del capitalismo no pasaba solo por su “derrocamiento”. Por ello, la alusión de Boric a ese término, con la inmediata referencia a la necesidad de pensar la alternativa es una manera retórica de plantear la exigencia de que la izquierda profundice en su noción de capitalismo; haga un balance de lo que fue el socialismo tipo soviético como intento de superarlo, y problematice y recupere la experiencia socialdemócrata incorporando los “nuevos problemas”. (El Mercurio Cartas)
Eugenio Rivera Urrutia
