Qué bien lo dijo la ministra del Interior: “¡Qué show más patético!”. Aunque no debió agregar, “hueona”, y tampoco espetárselo a una concejala, que era una dirigenta política de Renca, sin su poder político ni económico, quien sólo le pedía a la titular de Interior a cargo de la seguridad, mayores resguardos para su comuna. Nada raro.
En verdad, Tohá expresó el sentimiento de muchos frente a lo patético del show de otros: el Gobierno. Partamos por las mentiras de la campaña del En Contra, que no tienen parangón, creo, en materia de falsear la realidad para obtener votos. Algunos intentan netear ambas franjas televisivas, pero en una hay mentiras y en la otra, a lo más exageraciones, como llamar al nuevo texto “la Constitución de la seguridad”. Puede que la propuesta no garantice convertir a Chile en una taza de leche, pero efectivamente contiene inéditas medidas que apuntan a mejorar la persecución del delito y la corrupción, así como de la migración irregular que nos tiene tumbados con su nueva paleta de delitos.
Se quejan porque la franja del A Favor en su última fase busca convertir el voto en un plebiscito al gobierno de Boric (“Boric vota en contra, Chile vota a favor”). Eso es lo que logró la izquierda cuando en vez de criticar el texto, que el A Favor buscaba explicar en sus distintos temas, optó por la mentira antes que perder con la verdad. Incluso contó con una ex Presidenta Bachelet para escandalizar con falacias como que la propuesta es un “retroceso en los derechos de las mujeres”, cuando es todo lo contrario.
En suma, el oficialismo ha convertido la campaña “en un show patético”. Pero es uno más, porque no tiene parangón el teatro con los convenios irregulares en 15 de las 16 regiones, donde funcionarios de este Gobierno, ya sea de seremías o gobiernos regionales, transfieren platas a fundaciones truchas. Con pose de esfinge, hablaron inicialmente de “descriterio”, pero vamos en un abanico de delitos y corrupción de alto grado y generalizada. El mecanismo para desviar platas destinadas a los más pobres se repite en todos lados y las versiones desde el oficialismo cambian día a día. No denunciar un ilícito es un delito para los funcionarios públicos, pero parece que todavía creen que pueden ocultar que conocían la sangría de recursos públicos mucho antes que estallara el caso a mediados de junio. Pero los whatsapp y confesiones de algunos de los artistas alimentan la fiesta.
Y ¿no han sido “patéticas” las explicaciones del Gobierno respecto a que un indultado por Boric cometiera antes de un año el delito de secuestro? No saben cómo responder frente a una decisión injustificable ante la ciudadanía y se les vio atrincherados en defender que es una atribución del Presidente, o que se trata de un “presunto secuestro”, perdiendo de vista la responsabilidad que le cabe al Presidente con la víctima al darle impunidad a “los presos del estallido” que él benefició asegurando que “no son delincuentes”.
Y ¿cuánto vale el show con que “no vamos a darle un salvataje a las isapres”, pero tampoco vamos a poner en jaque el sistema privado de salud porque tendrá un impacto nacional. Pasan los meses, mendigan prórroga tras prórroga a la Corte Suprema para el cumplimiento de sus fallos, anuncian leyes para salir de la coyuntura crítica y leyes para reformar todo el sistema. Hacen perder el tiempo a comisiones con expertos y parlamentarios que acuerdan propuestas para cumplir el objetivo de salvar la crisis y reformar el sistema y ¿en qué estamos?.. Hay que esperar el resultado del plebiscito y procurar no “molestar” a los duros del Frente Amplio y el PC que quieren reventar el sistema, eliminando a las isapres, lo cual lleva a la ministra de Salud a indicaciones “patéticas”. Adelantar el reajuste del índice de costos de la salud en 2 meses es una gota de agua frente a la sequía de financiamiento que provocará a las entidades privadas de salud tener que rebajar la prima Auge a lo que determinaron los señores supremos de la Tercera Sala. Y sin contar que a las que sobrevivan a esta merma promedio del 12% de sus ingresos les caerá la guillotina con el otro fallo de los mismos supremos que ordenan devolver a los afiliados utilidades que no fueron tales, sino que pérdidas millonarias en los últimos dos años.
Pero nada más “patético” que el show con la reforma tributaria del gobierno. El ministro Marcel le ha puesto tres nombres, cada día más largos, procurando disfrazarla de crecimiento y modernización, pero el tema de fondo sigue intacto. No tiene sentido pretender recaudar más, asfixiando a los sectores productivos, en una economía que decrece y cuando en la última década (2012-2022), el Estado ha engordado hasta la obesidad, con el gobierno central aumentando su gasto en un 58% real, sin mejorar ninguno de sus resultados. Al contrario, la educación, la salud y la seguridad están mucho peores.
Mañana domingo el show va a continuar. Gane el gobierno con la Constitución de Pinochet, que ahora súbitamente ama la izquierda, o pierda por tercera vez consecutiva una elección, el resultado va a ser igual de “patético” para el oficialismo.
¿O no, ministra Tohá? (El Líbero)
Pilar Molina