El 2015 se inscribió como el peor año en las últimas dos décadas para la industria pesquera de la zona norte en materia de disponibilidad de recursos.
El fenómeno de “El Niño”, que en esta oportunidad se dejó sentir con mayor intensidad a partir de enero, según los reportes científicos del sector, afectó la distribución de la anchoveta entre las regiones de Arica-Parinacota y Antofagasta, lo que desde noviembre pasado mantiene paralizada la extracción tanto de artesanales como de industriales.
“La situación para la actividad pesquera del norte es bastante compleja. La baja disponibilidad de recursos por el efecto de El Niño es la más aguda en veinte años. En 2015 apenas se completaron cuatro meses de pesca efectiva”, explican en el sector, donde entre los mayores afectados en el segmento industrial figuran las pesqueras Camanchaca y Corpesca, esta última además involucrada en los escándalos de las platas políticas.
Las exploraciones oceanográficas evidenciaron que si bien en los últimos 17 meses se produjeron desoves importantes de anchoveta (que representa entre el 80% y 90% de la pesca en esa zona), por efecto del fenómeno climático, que provoca un alza en la temperatura del agua en las zonas de orilla de la costa, los peces están concentrados en una zona menor donde se mezclan, lo que produce una abundancia de especímenes de talla inferior a aquella que es ideal para la extracción (por sobre los 12 centímetros), lo que por criterios de sustentabilidad mantiene suspendida la actividad.
“No obstante que la disponibilidad de los recursos ha sido baja en el norte como resultado del fenómeno de El Niño, las empresas pesqueras han preferido recoger, de forma precautoria, las recomendaciones científicas del CIAM, aun cuando ello ha significado largos periodos de paralización de sus operaciones”, explicó el presidente de Sonapesca, Francisco Orrego.
El dirigente agregó que las empresas han hecho esfuerzos para mantener los puestos de trabajo vinculados a sus operaciones, lo que se vio reflejado en parte en sus resultados al cierre del ejercicio (ver nota relacionada).
SIN CLARIDAD
Para determinar la persistencia de esta condición en el tiempo y su impacto sobre la anchoveta, recurso que se destina para la elaboración de harina, la semana pasada una tripulación científica, conformada por investigadores del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), el Centro de Investigación Aplicada del Mar (CIAM) y de la Universidad de Tarapacá, a bordo de diez pesqueros de alta mar, proporcionados por las empresas del sector, monitoreó durante 40 horas las costas afectadas. Los resultados fueron medianamente alentadores, aunque no concluyentes, pues aunque se observó “bastante presencia de cardúmenes de peces, estos aún están contraídos y mezclados en la zona de la orilla, que comprende las diez primeras millas”, explicaron,
Carlos Merino, del CIAM, comentó que si bien la temperatura del agua está empezando a bajar, aún no es concluyente respecto de la posibilidad de que los cardúmenes se separen por talla, lo que posibilitaría retomar las labores de pesca, lo que esperan en la industria pudiera suceder hacia fin de este mes. Para precisar la información, dijo Merino, la próxima semana realizarán una nueva exploración.
CAMANCHACA Y CORPESCA REDUJERON UTILIDADES
El impacto de la paralización de actividades pesqueras en la zona norte se vio reflejado en los números de dos de las empresas que operan en esa zona.
La división Pesca Norte de Camancahaca reportó utilidades por US$ 3,7 millones al cierre de 2015, pero influidas, según informó la propia compañía, por el efecto favorable de las indemnizaciones por US$ 6,3 millones pagadas el año pasado por los seguros activados por el terremoto de Iquique.
«Las capturas de la anchoveta en el norte han sido 32,8% inferiores a 2014, con inicios tardíos por alta presencia de peces de bajo tamaño y fuertemente impactada por el fenómeno de El Niño, que permitió capturar dos tercios de la cuota anual, totalizando capturas de 87 mil toneladas en contraste con las 129 mil del año 2014, siendo el peor año de capturas desde 1998», dijo la firma de los Menéndez Lecaros en su análisis razonado al cierre de 2015, donde en términos globales indicó una pérdida de US$ 9 millones, que se compara negativamente con la ganancia de US$ 11,1 millones del ejercicio previo.
En el caso de Corpesca la situación no fue mejor, pues a diferencia de 2014, cuando tuvo números azules, el año pasado esta firma informó pérdidas por US$ 17 millones.
«El desembarque pesquero extractivo total en la XV, I y II Región del país alcanzó a 502 mil toneladas, representando un disminución de 253 mil toneladas respecto de igual período del año 2014, debido a la fuerte influencia negativa del fenómeno climático de El Niño. Así, la captura de 2015 registró el menor desembarque de los últimos quince años, cuando en 1998 ocurrió otro fenómeno de El Niño de alta intensidad», dijo la empresa controlada por el grupo Angelini.
Corpesca añadió que el volumen de negocios concretados durante el año 2015 fue inferior en casi un 50% a 2014, explicado principalmente por una menor producción de harina de pescado como consecuencia de la disminución en la captura de anchoveta registrada en la zona norte donde tiene su operación.
COMITÉ POR CAMBIO A LEY
Para mañana y está vez con la participación del Ministerio de Hacienda, está fijada la segunda reunión de la mesa de trabajo que el Ejecutivo instaló con parlamentarios de la Nueva Mayoría para evaluar modificaciones a la Ley de Pesca, en lo que el propio gobierno ha denominado como la «alternativa constitucional» a su anulación, planteada por parlamentarios del PC.
A partir de las propuestas de modificación a la normativa que presenten los parlamentarios en esta reunión se construirá la agenda de la instancia, la que hasta ahora no tiene una fecha para llegar a una conclusión.