“El gobierno fue notificado que con la DC no se juega”. Esta frase revela la dureza de la postura asumida ayer por un grupo de senadores demócratacristianos, en el marco de las negociaciones que ha llevado adelante el Ejecutivo, en la búsqueda de un acuerdo al interior de la Nueva Mayoría que permita la aprobación del proyecto de reforma laboral.
Ayer los ministros de Hacienda, Rodrigo Valdés; del Trabajo, Ximena Rincón, y de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, se reunieron en el Congreso de Valparaíso con los ocho senadores de la bancada DC. Según asistentes a la cita, las propuestas del gobierno en materias como el reemplazo en huelga, la extensión de beneficios y la negociación interempresa no dejaron conformes a un grupo de legisladores compuesto por Andrés Zaldívar, Patricio Walker, Manuel Antonio Matta e Ignacio Walker.
Por esta razón, los cuatro parlamentarios habrían asegurado al Ejecutivo que, de no ser escuchados sus planteamientos, votarían en contra de las propuestas del gobierno poniendo en riesgo la aprobación del proyecto en materias consideradas como el “corazón” de la reforma.
Las diferencias no son menores a estas alturas, y amenazan el despacho de uno de los proyectos estrella de la administración Bachelet, el que según las expectativas del Ejecutivo debiera ser despachado en su totalidad a fines de este mes.
Por ello, es clave la presentación de indicaciones que permitan soslayar el paso por una comisión mixta. Con miras a ese objetivo, se esperaba que tales cambios ingresaran cuanto antes, y ayer, tras intensas reuniones, el Ejecutivo logró, luego de un acuerdo de los comités parlamentarios de todas las bancadas, que la reforma laboral vuelva a la Comisión de Trabajo para que sea en esa instancia donde se ingresen las enmiendas hasta las 19 horas de hoy.
Los votos cuentan
La Nueva Mayoría cuenta con 21 votos afines en el Senado versus 16 de los representantes de oposición y resta la definición del senador Carlos Bianchi, quien se acaba de reintegrar a sus funciones. En el caso que los senadores DC se abstengan en la votación en la Sala, la votación todavía quedaría 17 a 16 a favor del gobierno. Sin embargo, bastaría que uno de los legisladores falangistas vote en contra para que dicho artículo sea rechazado.
En caso contrario, este grupo de cuatro senadores habría asegurado en la misma reunión que si el Ejecutivo accedía a sus peticiones, se contaría con votos de diputados de la DC y el PPD en el tercer trámite legislativo para aprobar dichas indicaciones y de esta forma evitar la comisión mixta.
Con todo, recién la próxima semana la Comisión de Trabajo revisaría los cambios que introduzca el gobierno, luego de lo cual estaría en condiciones de ser discutida en particular en la Sala del Senado.
Propuestas
Respecto del reemplazo en huelga, el punto más conflictivo de las diferencias entre el Ejecutivo y los senadores DC, el gobierno habría planteado en la reunión la posibilidad de una redacción distinta de la indicación que permitía inicialmente al empleador realizar las “adecuaciones necesarias” de sus trabajadores en caso de huelga. Esto, para restringir tales adecuaciones a los horarios y jornadas de los trabajadores que no forman parte de una paralización.
Sin embargo, este grupo de senadores DC planteó su rechazo a dicha fórmula por considerar que se alejaba del espíritu de la indicación original ingresada en el Senado por el Ejecutivo y que fue rechazada en la Comisión de Trabajo por el PS Juan Pablo Letelier, la PPD Adriana Muñoz y la DC Carolina Goic, al considerar que abría el espacio para el reemplazo en huelga con trabajadores internos.
En esta línea, el grupo de cuatro senadores exigió al gobierno el ingreso de una indicación que respete el espíritu de la enmienda que permitía las “adecuaciones necesarias”, acercándose a la que había sido la propuesta del gobierno en esta materia antes de su rechazo en la comisión.
En materia de extensión de beneficios, el Ejecutivo insistió en su postura de dejar en manos de los empleadores y los sindicatos la decisión de ampliar los beneficios de la negociación colectiva a los trabajadores que no forman parte del sindicato. No obstante, los cuatro senadores DC insisten en que esa debe ser una decisión exclusiva del empleador, y que tampoco se debe exigir la afiliación del trabajador al sindicato para acceder a dichos beneficios.
Con todo, advierten que de no ser escuchados, este punto sería de todas maneras cuestionado ante el Tribunal Constitucional por parlamentarios de la derecha y correría un serio riesgo de ser impugnado por ir contra la libertad del trabajador de afiliarse o no a un sindicato.
En el caso de la negociación interempresa, los parlamentarios insisten en que ésta debe seguir siendo voluntaria para los empleadores y no obligatoria como fue despachada en la Cámara Baja en el primer trámite legislativo.
Por último, los senadores falangistas insistirán en la posibilidad de reingresar una indicación que obligue a los trabajadores en huelga a realizar una movilización pacífica, punto que fue rechazado en la Cámara luego que este punto formará parte del proyecto original ingresado por el gobierno.
PPD
Los ministros Valdés y Rincón se reunieron más tarde con senadores del PS y el PPD, encuentro en el cual ratificaron el apoyo de los parlamentarios de ambos partidos a las indicaciones que ingrese el Ejecutivo al proyecto, aunque eso considere apoyar una enmienda similar a las “adecuaciones necesarias”.
De hecho, desde el PPD reconocen que están abiertos a aprobar este punto con la condicionantes que no se realicen otras modificaciones en aspectos considerados como pilares del proyecto. Esta decisión despejaría además las dudas respecto de la actitud que asumirían senadores del partido como Felipe Harboe y Eugenio Tuma, respecto de un eventual rechazo en materias que involucran a pequeñas y medianas empresas.