La reforma tributaria del Gobierno, que tan vehementemente ha defendido la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, terminó por sepultarle un millonario préstamo que quería pedir para financiar una serie de obras sociales para los vecinos.
Tohá echó pie atrás en la operación financiera de leaseback (arrendamiento con opción de compra) por $7.993 millones que quería hacer con el edificio municipal de la calle Santo Domingo 916, dineros con los que pretendía financiar proyectos de inversión y de mejoras de infraestructura en salud, vivienda y educación durante 2016, año en que se presentará a la reelección.
El préstamo se cayó porque la reforma tributaria, uno de los pilares del Gobierno deMichelle Bachelet y que fue aprobada por el Congreso en septiembre de 2014, exige el cobro del 19% del IVA en dichas operaciones de leaseback, lo que obligaba al municipio a pagar $1.163 millones sólo en impuestos, lo que terminó por hacerlo inviable.
“Las operaciones de leaseback que están previstas en la legislación vigente para las municipalidades se encuentran exentas del pago del impuesto al valor agregado (IVA), sin embargo, por efecto de la reforma tributaria, a partir del 1 de enero de 2016 el leasing que forma parte del leaseback estará afecta a dicho impuesto para toda institución que efectúe estas operaciones financieras”, señala la minuta de Secplan de Santiago del martes 27 de octubre, en que informa a los concejales la decisión de la alcaldía.
El pago del IVA subía el pago mensual de las 60 cuotas (cinco años) de $143 millones a $162 millones, a lo que se sumaban $818 millones en intereses del préstamo. Por lo que Santiago debería pagar $9.774 millones por un crédito de $7.993 millones.
NUEVO LEASEBACK
Ante la fallida operación, ahora la alcaldesa Tohá quiere intentar utilizar el mismo mecanismo de leaseback pero en otro edificio municipal de la calle Santa Rosa 1689, donde funciona el centro cultural Carol Urzúa, por $3 mil 216 millones, menos de la mitad de su plan inicial. El pago del IVA ascenderá a $146 millones y los intereses a $323 millones, por lo que el municipio pagará en total $3 mil 540 millones.
Este menor monto significará, por tanto, dejar sin financiamiento una serie de obras sociales, como mejoramiento de cités, programas de salud, educación y platabandas, fondos concursables, iluminación e infraestructura deportiva, seguridad vial, ciclovías y equipamientos por más de $4 mil 318 millones.
En cambio, los recursos que espera obtener ($3 mil millones), de conseguir la aprobación del concejo municipal, son para el proyecto “Quiero mi barrio”, la recuperación del consultorio Ñuble y el palacio Álamos, presupuestos participativos y urbanos.
“La operación que se propone permitirá a la municipalidad traer al presente (2016) flujos monetarios futuros obteniendo liquidez que no posee por efecto de diversas restricciones presupuestarios”, sostiene la minuta del municipio.
Para conseguir el crédito, la alcaldesa de Santiago debe contar con siete de los 11 votos de los concejales, pero los cuatro de la oposición han mostrado su rechazo. Se desconoce si Esperanza Alcaíno (hija del ex alcalde Raúl Alcaíno) aprobará esta nueva iniciativa, ya que en la anterior mostró su rechazo.