“Para alcanzar el promedio metropolitano (de áreas verdes), la zona norte requiere cerca de 800 hectáreas, así que el aporte del humedal de Batuco es clave”, señala Iván Poduje, socio de la consultora Atisba y asesor urbanista de la Fundación San Carlos de Maipo, organismo que este año materializó la compra de 300 hectáreas de este humedal para ejecutar su restauración y conservación.
Santiago tiene hoy 4,5 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cifra que en el sector oriente sube a 11 y cae a tres en la zona norte, que es donde su ubica el humedal. De ahí la importancia de su recuperación para luego sumarlo al proyecto Anillo Verde Metropolitano que promueve la fundación.
Poduje explica que la meta de esta iniciativa urbana es recuperar entornos de ríos y canales abandonados, que hoy son focos de deterioro e inseguridad y transformarlos en áreas verdes, ciclovías y espacios públicos.
En el proyecto de anillo se contemplan, además, obras hidráulicas para reducir el riesgo de inundaciones sobre los barrios cercanos. Poduje asegura que al sumar estas intervenciones, “se consolidará un sistema de parques que rodeará Santiago, dando valor a su periferia. Ese es el Anillo Verde”. Este anillo, agrega, conecta de oriente a poniente con los parques y circuitos de paseos del río Mapocho y el eje La Aguada-Quebrada de Macul.
AMENAZAS LATENTES
La recuperación del humedal de Batuco es urgente debido a las amenazas que hace años enfrenta por la acción del hombre y por los beneficios que reportará a los habitantes de la zona.
“Lampa y Colina concentran casi la mitad de las reservas de suelo para que Santiago crezca en extensión. Por lo mismo, el proyecto de humedal cumple dos objetivos: la preservación ambiental y crear un parque para los miles de habitantes que vivirán a futuro en la zona norte”, adelanta Poduje.
Marcelo Sánchez, gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo, señala que en la periferia de Santiago viven cerca de 2 millones y medio de personas, de las cuales un millón residen en verdaderos guetos. “Eso significa que no tienen espacios para recreación, entonces qué nivel de socialización le puedes pedir a niños y jóvenes cuando no tienen un verdadero entorno. Por eso que es tan importante desarrollar este anillo metropolitano”, explica.
Las 300 hectáreas que compró la fundación, le permitirán convocar a expertos nacionales e internacionales para generar realizar un diagnóstico ambiental del humedal, antes de lanzar el plan de restauración. En lo inmediato, Sánchez señala que hay que fortalecer la infraestructura básica para contener el nivel de agua, de 44 centímetros, y aumentar la fiscalización de las extracciones ilegales de agua en los entornos. “Especialmente aquellos donde están los afluentes que llegan directamente al humedal”, advierte.
En total, esta reserva posee una extensión de 14.788 hectáreas, de las cuales 900 son catalogadas como zona de “protección ecológica laguna de Batuco” en el Plan Regulador Metropolitano. Jorge Canals de la Puente, seremi de Medio Ambiente de la RM, detalla que “esta figura restringe pero no es una figura de protección efectiva, lo que se busca es que el territorio del humedal se constituya en figura de protección oficial como lo sería santuario de la naturaleza”. (La Tercera)
