RN se alista para competitivas elecciones de directiva en abril

RN se alista para competitivas elecciones de directiva en abril

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«Nuestra propuesta política es más cortés que el siglo XVIII», afirmó el ex presidente de RN, Carlos Larraín, al término de la primera reunión del consejo político de Chile Vamos.

La afirmación de Larraín daba cuenta de un debate que se ha desarrollado durante las últimas semanas al interior de la colectividad cuyo mínimo común es la necesidad de reposicionar a RN como un claro partido de oposición para hacer frente a un gobierno que, aseguran en la colectividad, le está provocando «un grave daño al país».

«Ojalá tuviéramos la solidez del grupo de los 26 de la DC», ha argumentado Larraín durante los últimos días entre sus cercanos.

En el sector larrainista de RN no hay dos lecturas. El partido ha desaprovechado la oportunidad de liderar el trabajo en Chile Vamos. Situación que debe recuperar con urgencia en los próximos dos años, en medio de las elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. Y, según advierten desde el partido, la mesa no ha podido posicionarse con la fuerza que se requiere a la hora de hacer oposición.

Como camino para recobrar un rol protagónico las opciones también se reducen a dos: instalar una nueva directiva que entregue mayor consistencia, conducción, orientación política y un vigor opositor; o bien potenciar la actual mesa incorporando parlamentarios y caras nuevas que estén dispuestos a enfrentar al Gobierno en cada uno de los temas que resulten controversiales para la centroderecha.

LOS NOMBRES

La primera de estas alternativas surgió hace algunos meses entre los senadores de la colectividad. El jefe de comité, Francisco Chahuán, ha sido uno de los que ha encabezado la ofensiva para instalar un nuevo presidente de partido. Y entre las opciones que se han barajado, la que con el tiempo ha ido cobrando más fuerza es la del senador por Santiago Poniente Andrés Allamand, quien hoy cuenta con el respaldo de Chahuán, Baldo Prokurica, José García Ruminot, y de un número creciente de diputados y dirigentes regionales.

Respecto a los presidenciables del partido, Allamand ha conversado tanto con Manuel José Ossandón y Alberto Espina.

Precisamente, con Espina cenaron el martes en el Congreso, oportunidad en la que también compartieron la necesidad de imprimirle no solo a RN sino que a Chile Vamos el sello de una coalición con decisión política, en definitiva una oposición dura, pero que al mismo tiempo se muestre preocupada de los principales problemas de la ciudadanía: seguridad, empleo y descentralización.

Si bien Allamand ha advertido que no está entre sus planes asumir la dirigencia del partido, comparte el diagnóstico de que se requiere una actitud más proactiva de sus dirigentes a la hora de hacer frente al Ejecutivo. Esa carencia fue parte del análisis que el senador compartió con el ex presidente del partido, Carlos Larraín, en un encuentro que sostuvieron el jueves en la mañana, antes de que viajara hasta su estancia Cameron.

Cercanos a Allamand explican que una de las opciones que podría interesarlo es convocar en una mesa a diputados reconocidos por su capacidad fiscalizadora que puedan impulsar una estrategia del «desalojo 2.0», entre ellos, Nicolás Monckeberg, José Manuel Edwards, Diego Paulsen, Marcela Sabat y Gonzalo Fuenzalida, reconocido por su cercanía con el senador Ossandón.

CARGOS A DISPOSICIÓN

En paralelo, el presidente del partido, Cristián Monckeberg, también ha desplegado conversaciones con los principales dirigentes de RN para aumentar su base de apoyo de cara a las próximas elecciones internas de mayo, en el caso que se instale una lista en competencia.

Con Espina se reunió el miércoles en el Senado, al igual que con Ossandón, quien ha transmitido internamente que un eventual respaldo a Monckeberg iría en la línea de que pueda configurar una directiva potente, que ejerza una oposición inteligente.

A todos les ha reiterado los principales logros de su gestión en los últimos años: recuperar el orden interno luego de la derrota electoral de 2014, los cambios en la declaración de principios, el potenciamiento de las figuras presidenciales de la colectividad, el trabajo desplegado por todo el país para buscar postulantes para las municipales de este año, y la consolidación de Chile Vamos como coalición política.

Monckeberg también ha explicitado su interés de enfatizar el rol opositor del partido y de realizar cambios en su directiva. De hecho, todos los vicepresidentes pusieron sus cargos a disposición en un encuentro que sostuvieron en la casa del alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara, realizado la semana pasada. Esto, con el objetivo de incorporar nuevas figuras que apunten a cumplir con ese objetivo.

Los nombres que ha barajado Monckeberg no son distintos a los que se han mencionado en el sector de la colectividad que impulsa un cambio de directiva: los diputados Edwards, Fuenzalida, Paulsen y Sabat.

Todos ellos comparten el diagnóstico de potenciar la capacidad fiscalizadora y de contraponer posturas con el Gobierno, pero recalcan que se trata de un debate incipiente que cobrará fuerza a contar de marzo.

Con todo, Monckeberg ha asegurado que su interés es continuar al mando del partido por los próximos dos años y que en el caso que se levante una lista en competencia está decidido a competir en una lista renovada que encabezará con el actual secretario general, Mario Desbordes.

GARANTÍAS PRESIDENCIALES, Y EL FACTOR LARRAÍN

En la colectividad, en paralelo, indican que una nueva directiva encabezada por Allamand, sería una señala de que dejaría atrás sus anhelos presidenciales dada la baja popularidad que tienen los presidentes de partido. Así, su foco estaría en potenciar las carreras de Ossandón, Espina y Chahuán.

Sin embargo, esa tesis genera dudas en otros sectores de la colectividad. Pese a que reconocen que el cargo no es una buena plataforma para alguien que tenga por objetivo llegar a La Moneda, la presidencia del partido le daría una visibilidad que si Allamand sabe capitalizar podría ser una ventaja.

En RN comparten que es necesario esperar hasta marzo para ver cómo decanta el escenario interno, donde uno de los factores que podría generar ventaja entre las listas que aspiren a presidir la colectividad es la postura de Carlos Larraín, quien por ahora ha manifestado estar observando cómo se suscitan los acontecimientos y ha llamado a todos los dirigentes a desplegarse a fondo para potenciar el rol opositor de Chile Vamos.

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