Luego de realizar la cuenta pública de la Municipalidad de Santiago, el alcalde Felipe Alessandri se refirió ayer a los costos que el municipio debe asumir para reparar los daños ocasionados en la vía pública durante las decenas de movilizaciones que se realizan al año por la Alameda.
A pesar de que hay protestas que no han generado disturbios, las más conflictivas provocaron que el municipio tuviera que gastar $2.210 millones en los últimos tres años. En 2016 fueron $706 millones; en 2017, $904 millones, y el año pasado, solo en la citada avenida Libertador General Bernardo O’Higgins, hubo destrozos por más de $600 millones.
El dinero es destinado a borrar rayados, arreglar jardines, limpiar calles y reparar el mobiliario urbano, como cámaras de seguridad y contenedores de basura que son incendiados.
«No tienen por qué destruir la ciudad cada vez que transitan por la Alameda y nuestras calles. El municipio de Santiago sufre, al igual que los vecinos y el comercio», dijo el jefe comunal.
La municipalidad, mediante la Corporación para el Desarrollo de Santiago (Cordesan), mantiene un contrato con la empresa AltaPresión, especializada en borrado de grafitis.
Daniel Silva, gerente general de la empresa, aseguró que se quitan entre 80 y 100 rayados en el centro de la capital al día, pero que esa cifra se triplica cuando hay movilizaciones.
«Llegamos fácilmente a los 300 grafitis en el eje Alameda después de las marchas», dijo. (El Mercurio)