Las inusuales elecciones regionales que se celebran el jueves (21.12.2017) en Cataluña, con tres candidatos presos y cinco en el extranjero, dejaron este martes imágenes inéditas en el último día de campaña, como un acto electoral en la cárcel donde se encuentra Oriol Junqueras, el político que lidera el voto separatista.
Unos 25 miembros de su partido, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), se desplazaron hasta la prisión de Estremera, cerca de Madrid, para respaldar a Junqueras, quien se disputa el primer lugar en los sondeos con el partido «constitucionalista» Ciudadanos.
El exvicepresidente del gobierno regional catalán, destituido por el Gobierno central de Madrid, es uno de los tres candidatos que concurren a estos comicios desde la cárcel, por delitos derivados del proceso independentista, y ha pasado toda la campaña en prisión.
La número dos de su partido, Marta Rovira, exigió este mismo martes la puesta en libertad de Junqueras y del resto de políticos encarcelados y lanzó una dura crítica contra el Estado, al que tildó de «demofóbico» y alérgico a la democracia. En la misma cárcel se encuentra el exconsejero (ministro regional) Joaquim Forn, candidato del también separatista Junts per Catalunya (JuntxCat) del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que en esta ocasión no concurre junto a ERC, como hicieron en las últimas elecciones.
En total, son 22 los imputados por la Justicia española en el marco del proceso separatista. Además de los tres candidatos encarcelados y un cuarto en prisión que no concurre a los comicios, el resto se encuentra en Bruselas -Puigdemont y cuatro ex consejeros- o en libertad tras el pago de una fianza.
«Está en la cárcel porque saben que es el mejor candidato para liderar la Cataluña del futuro», dijo Rovira reivindicando a Junqueras como futuro presidente del Gobierno regional. Además, pidió al Gobierno central de Mariano Rajoy que dirima las diferencias políticas de forma democrática y no en los tribunales.
BRECHA SOCIAL
El acto celebrado a horas de que se cierre la campaña electoral dejó en evidencia la tensión social a raíz del proceso independentista catalán: el colectivo de ultraderecha Hogar Social Madrid acudió a la prisión con banderas de España, coreando lemas como «Cataluña es España» o «Puigdemont a prisión» e insultando a gritos a los políticos de ERC.
La agrupación es un polémico colectivo de okupas de ultraderecha que en los últimos años ha organizado repartos de alimentos destinados a españoles en problemas, pero negando la asistencia a inmigrantes necesitados.
La actuación de la Justicia contra los políticos catalanes que tuvieron un papel destacado en el proceso soberanista es uno de los hitos que marcan las elecciones del jueves y que ha convertido la libertad para los presos en una de las principales reivindicaciones del sector independentista, simbolizada con lazos amarillos. (DW, dpa, efe)