Sobre el respeto en nuestro país-Ronald Bown Fernández

Sobre el respeto en nuestro país-Ronald Bown Fernández

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Días atrás, siendo un poco más del mediodía, fui testigo de un hecho que refleja, en gran medida, lo que sucede en nuestro país y que, lamentablemente, debemos tratar de evitar a objeto de poder reconstruirlo, al menos en lo relacionado con el respeto que debe existir entre los distintos componentes sociales que lo configuran.

En efecto, en el frontis y alrededores de una conocida iglesia del barrio alto capitalino, un grupo de asistentes a un matrimonio esperaba el término de la misa del mediodía, todos muy bien vestidos. Entre ellos, destacaba la figura del novio, muy alto y delgado, elegantemente adornado con una vistosa corbata tipo humita.

Observé, mientras caminaba entre ese distinguido grupo de personas, a un individuo que, vestido en forma muy simple, solicitaba una limosna para “poder almorzar”. No hubo respuesta a sus demandas. Se creó una suerte de murmullo entre los asistentes, hasta que reacciona el novio, acercándose al individuo, sin aviso previo, impactándolo por detrás de su humanidad con una patada digna de cualquier luchador profesional, gritándole que se retirara.

Una vez sucedido el hecho y estando el individuo recuperándose del golpe recibido, una persona ajena al evento, que paseaba a su perro, se involucró en la situación, conminando al individuo a caminar con él, solicitándole le explicara qué le sucedía. Le manifestó que necesitaba plata para comer algo, él y su pareja. Ante ello, el “buen samaritano”, de su propio bolsillo, le entregó una cantidad de dinero, nada despreciable, pero insignificante, la cual solucionó un problema que debió haber sido enfrentado por los asistentes de una manera similar y no actuando en forma matonesca. Además, antes de proseguir con su caminata se lo hizo saber a los asistentes al evento.

Es de esperar que este hecho nos permita evaluar nuestra actitud frente a los problemas que enfrentamos como país y logremos siempre encontrar soluciones a nuestros problemas de una manera respetuosa de los intereses y demandas de los demás, especialmente en lo que concierne a los más necesitados. (El Mercurio Cartas)

Ronald Bown Fernández