En ruinas y cenizas se encuentra el kibutz -agrupación- de Kfar Azza, el pueblo israelí que fue uno de los focos de ataque del grupo palestino islamita Hamás y en el que se han encontrado cientos de cadáveres, de familias enteras que fueron asesinadas, en las salas de su casa o en sus propias camas, según reporaron las autoridades locales.
Las Fuerzas de Defensa Israelí (IDF) están trabajando en resguardar la zona y sacar los cuerpos. Los militares israelíes permitieron a la prensa extranjera asistir al kibutz, la que reveló las atrocidades que se cometieron contra los habitantes del lugar. Y es que según aseguran periodistas que fueron al lugar, se encontraron alrededor de 40 cuerpos de bebés decapitados.
«Ves a los bebés, a las madres, a los padres, en sus dormitorios, en salas donde trataron de ponerse a resguardo y cómo los terroristas los mataron. Esto no es una guerra, no es un campo de batalla. Esto es una masacre, es terrorismo», describe el general israelí Itai Veruv.
Agregó que «es algo que no he visto en mi vida. Es algo que solíamos imaginar de nuestros abuelos, abuelas en los linchamientos de Europa y otros lugares. No es algo que ocurra en la nueva historia».
Las cifras de los asesinados en el kibutz de Kfar Aza apuntan a casi un tercio de su población, ya que aproximadamente 200 personas de los 764 habitantes fueron masacrados durante el ataque de Hamás. (Emol EFE)