Taiwán recibió el primer lote de sistemas lanzacohetes HIMARS que la isla compró a Estados Unidos, en medio de la creciente presión militar de China.
Según consigna la agencia estatal de noticias CNA, una fuente militar confirmó que una base de artillería con sede en Taichung está siendo capacitada sobre cómo operarlos.
Se trata del 58º Comando de Artillería del 10º Cuerpo de Ejército establecido en el centro de la ciudad, el que está recibiendo entrenamiento sobre el funcionamiento del sistema.
Aunque no especificó cuántos de los 29 HIMARS contemplados en la compra fueron entregados, la fuente, en condición de anonimato, aseveró que este primer lote llegó en octubre.
CNA detalló que el ejército taiwanés compró un total de 29 sistemas HIMARS, añadiendo que estaba previsto que los primeros 11 llegaran entre fines de 2024 e inicios de 2025.
Luego de comprar 11 HIMARS en 2020, Taiwán tenía pensado adquirir 40 obuses autopropulsados Paladin. Sin embargo, posteriormente decidió abandonar dicho acuerdo y, en cambio, pidió 18 nuevos HIMARS.
Agencia EFE detalla que de acuerdo a los detalles de la venta aprobada por el Departamento de Estado de EE.UU, el primer paquete de armamento incluía 64 misiles tácticos ATACMS.
En su informe de 2023, el ministerio de Defensa Nacional taiwanés destacó que los HIMARS podrían desplegarse en la parte occidental de la isla para “proporcionar potencia de fuego de larga distancia de alta precisión y alta movilidad”.
Cabe señalar que Taiwán -adonde se retiró el Ejército nacionalista chino tras la derrota frente a las tropas comunistas en la guerra civil (1927-1949)- ha gobernado de manera autónoma tras el fin del conflicto bélico.
Desde entonces, China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya “reunificación” no descarta el uso de la fuerza.
HIMARS, PIEZA FUNDAMENTAL EN OPERACIONES DE EE.UU
Desarrollado por Lockheed Martin (el sistema de misiles) y BAE Systems (el vehículo), el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad HIMARS es capaz de atacar blancos a 300 kilómetros de distancia.
Si bien comenzó a desarrollarse a fines de la década de 1990, este sistema se integró completamente en las operaciones del Ejército de Estados Unidos a principios de la década de 2000.
Desde entonces, HIMARS se ha transformado en una parte fundamental de las operaciones militares norteamericanas, principalmente gracias a su diseño centrado en la movilidad y su precisión, detalle esencial para minimizar los daños colaterales durante las operaciones.
A su vez, cuenta con la capacidad de reubicarse rápidamente después de lanzar cohetes, mejorando su efectividad y disminuyendo su vulnerabilidad en el campo de batalla.