En la década de 1990, la cuenca de los ríos Murray – Darling, la más grande de Australia y que abastece las principales áreas de producción de alimentos en ese país, prácticamente se secó. Simplemente el agua no llegó al mar y la crisis hídrica obligó al Estado a invertir en tecnologías capaces de gestionar el recurso hídrico de manera más eficiente.
En una asociación con la Academia, se innovó en la forma de medir los caudales a través de sensores ultrasónicos y distribuir el agua de los canales de riego agrícola de manera automatizada y remota, lo que permite utilizarla a demanda, de manera controlada y utilizando solo la cantidad necesaria desde los embalses o de las fuentes de suministro naturales como los ríos. Esta tecnología permite saber con un pequeño margen de error (±2.5%) la cantidad de agua que pasa por las compuertas, gracias a sus medidores incorporados.
Iven Mareels (en la fotografía), profesor honorario de la Universidad de Melbourne y decano ejecutivo del Instituto de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Federation University Australia, es el coautor de gran parte de esta tecnología, la cual se fue desarrollando desde la década de 1990 cuando el gobierno australiano enfocó sus esfuerzos en coordinar a los estados del país y a los expertos académicos para encontrar soluciones que permitieran superar la grave sequía. Medir qué pasa con el agua y distribuirla con eficiencia, fue el soporte para que se cumplieran las nuevas políticas públicas creadas por Australia, entre las cuales estaban las tarifas por el uso de este recurso y dar relevancia al cuidado del medio ambiente.
Mareels, que participó con una charla magistral en la Expo Agua 2023, explicando a expertos internacionales el alcance de estas innovaciones, dice que “este enfoque de ingeniería de sistemas se ha realizado e implementado en gran parte de Australia y, cada vez más, en otros países que experimentan estrés hídrico. La investigación y el desarrollo que sustentan la tecnología actual se desarrollaron a lo largo de una asociación entre la universidad y la industria de 25 años entre Rubicon Water y la Universidad de Melbourne”.
En Chile, Rubicon Water ha instalado más de 550 compuertas de telemetría, la cuales funcionan en base a un sofisticado software de operación, que ha permitido a grandes distritos de riego regar a demanda, llegando a eficiencia de distribución en torno al 90% en el uso del agua. (VDS Comunicaciones)