La severa crisis que atraviesa el canal estatal, con pérdidas mensuales entre 1.500 y 2.000 millones de pesos y los pésimos resultados de audiencia, obligaron a TVN a impulsar un plan de restructuración para reducir sus costos, que esta mañana se tradujo en el despido de 60 trabajadores. Ejecutivos del canal no descartan que continúen las desvinculaciones masivas.
Los despidos afectaron al departamento de prensa, área dramática, producción, marketing y administración. Entre ellos, se encuentra el creador de ‘Los 80’, Alberto Gesswein; la mujer del tiempo, Macarena Sarmiento, y el equipo prácticamente completo de ‘Esto no tiene nombre’. En el caso de ‘El informante’, algunas personas fueron reubicadas en otras áreas.
A primera hora, el gerente de personas, Luis Marchant, el gerente de asuntos legales, Hernán Triviño y la nueva gerente general, Alicia Hidalgo, llamaron a los tres presidentes de los sindicatos para notificarles el inicio de un proceso de despidos masivos dentro de la empresa. Posteriormente, a las 10:30 hrs., los jefes de área notificaron a los trabajadores.
La razón que dieron los ejecutivos es que, en medio de la severa crisis y las pérdidas millonarias que presenta el canal, había que iniciar un “proceso de reestructuración interna que redundara en una reducción de costos”. Para conseguirlo, explicaron que “era necesario disminuir la dotación de personal para tratar de hacer el canal más competitivo en una industria que está cada día con menos ingresos por concepto de publicidad”.
Además, los ejecutivos anunciaron que los 60 despidos no solucionan el profundo conflicto de TVN y que podrían venir más desvinculaciones. Por otro lado, la próxima semana se comenzará un programa de retiro voluntario para las personas que llevan más de 30 años en la empresa.
El presidente del sindicato de prensa, el periodista Rodrigo Cid, lamentó los despidos y el fin del programa de denuncias ‘Esto no tiene nombre’: “En el caso del departamento de prensa lamentamos el proceso de desvinculación de nuestros compañeros. En particular, nos preocupa que se haya eliminado un programa de reportajes como ‘Esto no tiene nombre’, que aportaba valor al canal, era un espacio donde los ciudadanos podrían acercar sus denuncias y la televisión pública cumplir su rol de fiscalizar a los organismos del Estado y particulares”.
Sobre la decisión del canal de reducir costos despidiendo a personal, Cid comentó: “Nuevamente se confirma que los costos de la mala administración los asumen en gran parte los trabajadores, que, en la mayoría de los casos, son el último eslabón de la cadena de producción. Esperamos que al más alto nivel se haga un profusa revisión de los procesos internos que nos han llevado a esta crisis tan severa”.
La crisis se explica, principalmente, por los malos resultados de audiencia que implican menores ingresos por concepto de publicidad. Según los trabajadores del canal, parte del problema es herencia de la administración anterior y también se debe a las malas decisiones programáticas.
El caso de TVN es uno más en la crisis mundial que atraviesa la televisión abierta. De hecho, ayer la cadena británica BBC informó el recorte de más de 1.000 puestos de trabajo, lo que significa un duro golpe a la televisión pública y a su modelo.