La incertidumbre se apoderó de los estudiantes de Sociología de la Universidad de Viña del Mar luego que el 5 de enero pasado las autoridades del plantel informaran, mediante un comunicado, que se suspendía el ingreso al programa académico.
En la misiva, firmada por el rector Juan Pablo Prieto, se les anunció a los alumnos “que a contar del actual proceso de admisión 2016 se ha suspendido el ingreso de nuevos estudiantes para la carrera de Sociología”.
“Luego de realizar un exhaustivo análisis, la universidad tomó esta decisión basándose en los resultados de admisión –tanto de años anteriores como de la que está en curso- y del proceso formativo,lo que no permite dar sustentabilidad al proyecto educativo de la carrera. Si bien este tipo de decisiones resultan difíciles de tomar, la Universidad Viña del Mar tiene el deber y la responsabilidad institucional de adoptarlas”, indicó el informativo.
En la carta se les hizo hincapié en que “hacemos presente que la suspensión de la admisión no implica el cierre de la carrera, pues nuestra institución garantizará las condiciones académicas a todos sus estudiantes, desde hoy y hasta la finalización de sus estudios, para lo cual desplegaremos un conjunto de medidas específicas de apoyo. Además, para la tranquilidad de toda la comunidad universitaria, y en especial de los alumnos, docentes y colaboradores, mantendremos a su disposición los recursos necesarios –entre ellos, las becas y beneficios a las cuales los estudiantes han accedido- para seguir formando profesionales competentes e íntegros de acuerdo con nuestra misión”.
«BOICOT» A LA CARRERA
Pablo Hernández Erazo, presidente de la carrera, descarta que Sociología no sea rentable.
“Tenemos antecedentes que esto no es así, porque en octubre del año pasado, por ejemplo, habían 60 jóvenes que querían matricularse”, dice a La Nación.
Para el dirigente, el anuncio del rector es claramente “el cierre” de una carrera que se imparte desde hace 13 años.
Los afectados son 90 estudiantes, 50 de los cuales están matriculados. El resto se encuentra en proceso de egreso.
Entre los alumnos de pregrado hay 10 que son ex alumnos de la Universidad Arcis y un número similar que antes estudiaron en la Universidad del Mar.
Hernández, quien cursa 5° año de Sociología, señala que “lo que ha pasado lo interpretamos como un boicot de la carrera” por parte de las autoridades.
El dirigente remarca que lo ha ocurrido ha causado desconcierto y también indignación. “No ha habido un protocolo de cierre. No es posible que se sigan cerrando carreras de la noche a la mañana”, apunta.
Pese al anuncio de la suspensión de la matrícula fueron matriculados tres alumnos, dos de los cuales fueron derivados a Trabajo Social, dice Hernández.
APOYO DE FEDERACIONES
Diversas muestras de apoyo ante lo ocurrido han recibido los estudiantes de Sociología.
La mañana de este viernes acudieron representantes de la Confech al plantel, además de dirigentes de las federaciones de la UV, UPLA,UNAB y UC.
Carolina Figueroa, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales, llamó en esta jornada al Gobierno “a que se haga cargo de hechos como éste. No se logrará ningún cambio real en educación si se sigue dejando a la deriva a los alumnos”.
PARLAMENTARIOS DENUNCIAN
La diputada Cristina Girardi (PPD) y miembro de la Comisión de Educación dijo que “esta semana hemos recibido diversas denuncias tanto de los alumnos de sociología como de kinesiología. Los primeros denunciaron que la carrera fue cerrada sin previo aviso y tanto los estudiantes como los profesores se enteraron solo ayer (miércoles) de esta situación”
En relación a los estudiantes de kinesiología, la parlamentaria manifestó que “la universidad tendría una profesora que tiene ocho ramos y que habría incurrido en prácticas abusivas permanentes, ya que en una de las asignatura reprobó al 80% de los estudiantes. Está claro que si se reprueba al 80% de los alumnos, el problema no es de los estudiantes, sino del profesor”.
“Pero no es solo ese el problema sino que estos mismos estudiantes tienen que pagar, bajo la modalidad de Escuela de Verano, por un curso que dicta la misma profesora que los reprobó y que alcanza a un valor de $150 mil pesos que son adicionales a lo pactado originalmente con la universidad”, agregó.
La diputada DC Yasna Provoste manifestó que “nosotros hemos conocido en la Comisión de Educación a través del movimiento estudiantil organizado de la Universidad de Viña del Mar los reclamos y las molestias que tienen y por ello, hacemos un llamado para que el Ministerio de Educación tome prontas medidas para dar tranquilidad y garantías a los estudiantes que han iniciado su proceso académico de manera que lo puedan concluir en óptimas condiciones”.
