La Unión Europea (UE) y Estados Unidos levantaron este sábado las sanciones económicas y financieras contra Irán, justo después de la aprobación por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) del acuerdo nuclear firmado por Teherán y las grandes potenciales en julio pasado.
«La UE ha confirmado que el marco jurídico que permite el levantamiento de sus sanciones económicas y financieras está en vigor», señaló el Servicio de Acción Exterior, tras un larga jornada de negociaciones diplomáticas.
La decisión adoptada por los 28 estados miembros debe ser publicada en el Diario Oficial del organismo internacional para su entrada en funcionamiento, lo que se producirá en breve.
Asimismo, a través de un comunicado, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry afirmó que el país norteamericano confirmó la aprobación del acuerdo y el cumplimiento del compromiso que éste implica respecto al levantamiento de sanciones.
«Por el presente confirmo que la Agencia Internacional de Energía Atómica ha verificado que Irán ha implementado completamente los compromisos que se le exigí», aseguró.
«Los compromisos estadounidenses relacionados con las sanciones tal como figuran en el acuerdo entran en vigor a partir de ahora», agregó Kerry en la nota.
Según la AIEA, Irán dio marcha atrás de forma masiva con su programa nuclear y de esta manera cumplió con todas las condiciones del acuerdo nuclear de julio pasado.
Teherán se comprometió a desmantelar miles de centrifugadoras de enriquecimiento de uranio, a reducir sus reservas de uranio enriquecido de 12 toneladas a cientos de kilos y a rellenar con cemento su reactor de plutonio en Arak de modo de inutilizarlo.
El acuerdo fue sellado el 14 de julio por las cinco potencias con poder de veto en las Naciones Unidas (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania con Irán. Este sábado fue aprobado y puesto en vigor por la AIEA.
La reducción del programa de energía nuclear civil iraní y la realización de inspecciones profundas del OIEA en los próximos años buscan garantizar que el país no pueda desarrollar armas atómicas.
La puesta en marcha del acuerdo se consiguió 13 años después de las revelaciones acerca de que Teherán había construido en secreto instalaciones nucleares y había incursionado en la investigación de armas atómicas.