Confieso que en relación con el tema previsional, me he debatido, por una parte, entre mi convicción de que el ahorro en cuentas individuales y la libre elección del administrador son irrenunciables para lograr mejores pensiones y, por la otra, en la necesidad de poner término a un interminable debate, lleno de mitos y falsedades, que le ha producido un enorme daño a las confianzas que necesita Chile.
Según entiendo, el acuerdo alcanzado en una comisión del Senado, aún sujeto a aprobación en Sala, conjuga adecuadamente ambas inquietudes.
En efecto, el 6% de las remuneraciones iría, finalmente y gradualmente, a las cuentas individuales de los trabajadores (más que suficiente para el objetivo planteado), del cual un 1,5% de la misma, iría transitoriamente (hasta la jubilación) a un fondo a través de la adquisición de bonos transables, emitidos a tasa de mercado, con aval del Estado, que al momento de la jubilación se sumarían también con sus intereses a la cuentas individuales. El fondo sería administrado por una entidad estatal transversal (tipo Banco Central) y tendría como objetivo favorecer a los actuales jubilados y a aquellos que jubilen en los próximos 20 años. Los aportes serían de cargo de los empleadores, cuyo impacto en el mercado del trabajo es harina de otro costal, pero que los gremios empresariales han asumido hace ya bastante tiempo.
La licitación cada dos años del 10% de la cartera, con el objeto de aumentar la competencia, sería individualmente renunciable por aquellos trabajadores que prefieran y confíen en su actual AFP.
Con estas características se preservan, a mí juicio, los dos elementos básicos que sustento en materia previsional: capitalización individual y libre elección. Y, a pesar de lo que sostiene la ministra Jara, puede remitirse al baúl de los recuerdos el engañoso eslogan “no más AFP”.
En la arista política del acuerdo, probablemente sea el único legado que puede dejar el actual gobierno y la mejor contribución social que la oposición puede hacer hoy en esta materia. Si se termina de aprobar así, bien por Chile. (El Mercurio Cartas)
José Antonio Guzmán M.
Empresario, expresidente de AFP