Un tercio de los chilenos no puede financiar una alimentación saludable

Un tercio de los chilenos no puede financiar una alimentación saludable

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Un 27,1% de los chilenos no puede costear una alimentación saludable (según los estándares nutricionales recomendados para el país). Esto, de acuerdo a un estudio realizado por el Ministerio de Salud (Minsal), con apoyo de la Organización Panamericana de la Salud y la Cepal.

El informe usó datos de la encuesta Casen 2013 y de la actual canasta básica de alimentos (CBA), utilizada para medir la pobreza mediante su costo y acceso, y elaboró un indicador paralelo, llamado “canasta alimentaria de calidad» (CAC), que sigue las guías alimentarias hechas por el Minsal y suprime los productos de bajo contenido nutricional.

Dicho paquete, que incluye más verduras y frutas, cuesta $43.872, es decir, un 36,1% más que la canasta básica, cuyo valor alcanza los $32.239, informa La Tercera.

Cabe señalar que, la canasta de calidad, reduce un 5% y 59%, respectivamente, el consumo de pan y cereales (584) y el de las carnes (70), y sube en 204% el de productos lácteos y huevos (352) y 51% el de las frutas y verduras.

El estudio indica que, sobre la base de la nueva propuesta, “se estima una línea mínima de ingresos de $ 117.576 para poder acceder a ella. Fundamentado en esta aproximación, un 27,1% de la población chilena no puede acceder”. Algo de suma importancia, si se considera que la malnutrición por exceso, el principal problema nutricional en Chile.

Por otra parte, el estudio refuerza una de las tesis de los especialistas en nutrición: los estratos socioeconómicos más bajos tienen un acceso restringido a una buena alimentación.

“Si uno lo mira desde el punto de vista de los deciles de la población, los primeros no pueden comprar la canasta alimentaria de calidad y eso es grave porque revela que por mucha educación que hagamos, si no se produce una disminución de costo de los alimentos saludables o favorecerlos con políticas públicas, estamos en una situación de inequidad muy grande en el país”, señaló Tito Pizarro, jefe del Departamento de Políticas Públicas del Minsal.

En los estratos más bajos, el 48% de los niños sufre de obesidad, mientras que en el estrato alto, un 36%. “No es extraño que exista este porcentaje de personas que no pueden acceder a alimentos más saludables y que tienen problemas más recurrentes de sobrepeso”, afirma Manuel José Irarrázaval, director Instituto de Políticas Públicas en Salud (Ipssus) de la U. San Sebastián.

Agrega que “hay que observar estos estudios críticamente, ya que son un primer acercamiento con productos específicos, por lo que se debe trabajar en analizar qué es lo que consumen las personas en estos niveles y buscar alternativas a esos productos, pero que estén al alcance de sus bolsillos y no que sean alternativas aún más caras”.

En otra línea, el académico del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta), Fernando Vio, descarta que el tema del acceso sea la única causa al problema de la obesidad. “En el país existe un altísimo consumo de bebidas, de pan, y esto es lo que consumen los niveles socioeconómicos bajos. El kilo de pan vale el doble que uno de frutas, y las bebidas también tienen valores altos, es decir, por la compra de esos productos puede comprar dos kilos de frutas. No es un problema de acceso, es un problema de cambiar hábitos”, defiende.

El Mostrador/Agencias

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