La ministra Camila Vallejo se refirió a la posible regularización acotada de aquellos migrantes que se empadronaron voluntariamente durante el año 2023.
Recordemos que este último formó parte de la Política Nacional de Migraciones y Extranjería, cuyo objetivo fue controlar el flujo migratorio, y registró a más de 180.000 extranjeros.
En conversación con Radio Sonar, la autoridad comentó que para entender bien esta materia, hay dos temas que se deben manejar a la perfección.
Por un lado, qué implica el proceso de empadronamiento de los migrantes que se encuentran en suelo nacional y, por otro, quienes podrán acceder a una eventual regularización acotada.
En esa línea, sostuvo que el gran proceso de regularización fue en “el último gobierno de Sebastián Piñera, que tuvo 324.338 personas, a diferencia de, por ejemplo, Bachelet, que tuvo alrededor de 55.000, y por ejemplo durante el gobierno del presidente (Eduardo) Frei, 22.000″, añadió.
“El empadronamiento no es un proceso de regularización, y el proceso de empadronamiento, que es este control biométrico, es básicamente para identificar a los migrantes, porque el gran problema que teníamos, es que no sabíamos dónde estaban, quiénes eran, no teníamos identidad de nada”, agregó.
Acto seguido, la secretaria de Estado afirmó que, si bien, en el último empadronamiento se registraron más de cien mil migrantes, “no está sobre la mesa el regularizar esos ciento ochenta y tantos mil personas”.
“De ese universo se va a evaluar a quienes ameritan una regularización acotada. Ahí está el tema, por ejemplo, del arraigo laboral, familiar, que son criterios que se irán discutiendo”, añadió.
La portavoz del Gobierno también explicó que el proceso de empadronamiento ha sido clave, ya que aun cuando no fue obligatorio, les ha permitido obtener información del tipo nombres, identidad, en que trabajan los migrantes, de quienes antes no se sabía nada.
“Del punto de vista policial, esto ha sido una gran herramienta. Ahora, con esto, seguiremos ordenando la casa, porque al final esto se trata de seguir ordenando la casa”, complementó.
Finalmente, la ministra descartó de raíz que un procedimiento de este tipo sirva como “efecto llamado” a otros migrantes.
“No, porque no garantiza nada. Además todos los que tienen antecedentes penales o han tenido condena o tienen alguna situación delictual, no tienen ninguna posibilidad, ninguna chance de regularización y además nosotros hemos fortalecido la legislación para las expulsiones tanto administrativas como judiciales, y hemos reforzado también las fronteras para el control de los ingresos irregulares”, cerró. (Bio Bio Sonar)