Un ingrediente nuevo a la contienda de los gobernadores regionales, será el anuncio del eterno vocero Francisco Vidal de pelear por el cargo en la Región Metropolitana. Fiel a su pachorra, partió partió en su estilo, “soy bien competitivo” anunció, hablando de sí mismo.
¿Qué efecto tiene esta aparición del mediático personaje en la más desconocida de las elecciones? La aparición en los medios hará que aumente el nivel de percepción de esta contienda y con ello finalmente, Vidal podrá hacer lo que las inexistentes campañas de difusión sobre los gobernadores regionales no hicieron.
Chile tiene un problema serio de participación electoral. Los niveles no solo están entre los más bajos de América Latina, sino que evidencian serios problemas de desigualdad. En la elección presidencial pasada, en Vitacura votó más de dos tercios del padrón, mientras que en la Pintana se registró menos de un 40% de participación. Al final del día, en la era del Big Data, estos resultados harán que las candidaturas enfoquen sus compromisos en los grupos donde hay más votantes. En el caso de Santiago, los beneficiarios serán las personas mayores a 45 años y con más acceso a los medios de comunicación. Esto pudiera haber sido atenuado mediante campañas públicas de información sobre el nuevo marco regulatorio de los gobiernos regionales, y el rol que le tocará a los gobernadores elegidos. Pero ni para la Subdere del gobierno anterior, ni para esta, la participación ciudadana ha sido tema de interés. Por tanto, serán los medios los que tendrán la responsabilidad de la mayor difusión y ayuda enormemente la presencia de figuras mediáticas en la parrilla electoral.
Volviendo a Vidal, además de su alta presencia en los medios de comunicación, es el sparring perfecto para el oficialismo. Suele aparecer en duplas con Joaquín Lavín, quien hoy encabeza la medición de Criteria sobre preferencias presidenciales. El actual alcalde de las Condes, entendió, que necesitaba un contendor eterno, que estuviera siempre dispuesto, pero que tampoco lo noqueara. De la misma manera que es imposible entender el reinado de Mohamed Alí en el boxeo, sin Joe Frazier, el ex vocero ha sido importante en mantener a Lavín en el primer lugar de las candidaturas.
Para la Nueva Mayoría, la posibilidad de tener un candidato mediático en Santiago cambia las cosas. En la DC, Claudio Orrego lleva años soñando con ser el primer elegido en un puesto donde se movía muy cómodo en su era de nombrado. Para el Frente Amplio, que a diferencia de otras fuerzas opositoras, tiene diputados en todos los distritos de la Región Metropolitana, el interés de Vidal mejora su posición negociadora para reunir apoyos en gobernaciones importantes para ellos. El PC tiene una figura muy interesante en la ex ministra Claudia Pascual, y con Bachelet fuera de la galaxia política, no tiene ningún incentivo a acuerdos con sus ex socios.
Pero el sparring perfecto necesita un competidor de verdad. La actual intendenta no convence al oficialismo, y se ve muy disminuida ante alcaldesas como Evelyn Matthei o Kathy Barriga, que harían que la competencia electoral se convirtiera en una delicia para los matinales de TV. Pero ambas ediles prefieren mantener sus espacios municipales, con atribuciones y públicos definidos que entrar al pantano de una ley hecha a medias y mal difundida. (La Tercera)
Carlos Correa