El próximo 2 de julio, debuta el voto chileno en el exterior, proyecto aprobado por abrumadora mayoría en ambas Cámaras del Congreso.
Se trata sin duda de un acontecimiento histórico, por primera vez los compatriotas que residen en el extranjero podrán ejercer su derecho a voto en las elecciones nacionales.
Podrán participar en las primarias presidenciales, así como en las elecciones presidenciales del 19 de noviembre.
Este hito se asemeja a otras reformas electorales relevantes de la historia chilena: el término del sufragio censitario en 1874, que restringía el derecho a voto a los sectores más pudientes; al voto femenino, en 1949; al derecho a voto de los no videntes, en 1969, y de los analfabetos, en 1970.
El sufragio universal es la base de nuestra democracia.
Por eso, la participación de nuestros compatriotas que viven en el extranjero es un acto de inclusión democrática. El Estado de Chile, asumiendo un esfuerzo y una responsabilidad que trasciende cualquier elección específica, reconoce la misma condición a todos sus ciudadanos y les otorga las garantías para que puedan ejercer sus derechos.
La ley que permite el derecho a voto de los nuestros en el extranjero mejora la calidad de nuestro sistema político, pues amplía la participación ciudadana y profundiza nuestra democracia.
Se trata del reconocimiento de un derecho por el cual muchos chilenos lucharon durante años. Hoy, Chile los reconoce como ciudadanos y los invita a pronunciarse para construir juntos el país que queremos.
El derecho a sufragar desde el exterior ya es un hecho.
Ahora son las comunidades que residen allí las que tendrán la responsabilidad de ejercerlo, inscribiéndose y participando en el acto electoral.
Con esta legislación, Chile se suma como el país número 116 en el mundo que reconoce este derecho. A partir de ella, asumimos también una nueva forma de concebir nuestra inserción en el mundo, mediante una integración fortalecida, basada en una perspectiva ciudadana.
Quiero agradecer a todos quienes han hecho posible, desde distintos ámbitos y visiones, este salto que hoy damos como país. A los que llamaron la atención, dentro y fuera de Chile, sobre la necesidad de esta reforma; a los que la propusieron; a los legisladores que la analizaron, discutieron y aprobaron; a los que han trabajado duramente para que se haga realidad en todo el mundo; además de los miles de chilenos que concurrirán a ejercer su derecho a voto en los 102 lugares habilitados para sufragar en el exterior.
Invito a nuestros compatriotas que residen en el exterior a ser parte de este histórico proceso participativo y de construcción democrática, que refuerza el vínculo y los incorpora a la discusión y vida de Chile.
Estamos perfeccionando nuestra democracia y, como Cancillería, no podemos sino sentirnos orgullosos y satisfechos de ser parte de este proceso. (La Tercera)
Heraldo Muñoz